En una inusual asoleada tarde del pasado domingo 27 de agosto, el Carmel Club Campestre de Bogotá CCC, se adornó con una multitud de colorido alegría y estudio.

Varias actividades desfilaron por los verdes caminos del Club bogotano.

Lubavitch celebró el año de Hakel, el año sabático, el cual empieza en Rosh Hashaná que será a partir del 15 de septiembre, año de descanso, que ocurre cada siete años, este año 5784. De acuerdo con la tradición judía, cada siete años el rey leía la Torah a todo el pueblo, incluyendo hombres, mujeres, niños, conversos y residentes en Israel.

Para esta ocasión contrató juegos inflables, ofreció almuerzo kosher, hubo un conversatorio con el Director Ejecutivo del CJL (Congreso Judío Latinoamericano), quien junto con el Director Ejecutivo de la CCJC profesor Marcos Peckel y el Gran Rabino del CIB, Rav Alfredo Goldschmidt, sobre la posición actual de las comunidades judías en Latinoamérica, posteriormente presentó un video sobre el año de Hakel con el Rebe de Lubavitch Z”L y sus valiosas enseñanzas. Esta última actividad contó con la participación del Rav Alfredo, sus palabras y como ya es lo establecido: su encantador acordeón. Palabras del rabino David Michaan de la CHS y cerró con broche de oro Yosi Valle quien tocó el shofar con una maestría admirable.

Mientras tanto en los salones del segundo piso del edificio central se desarrollaba un encuentro con líderes de comunidades latinoamericanas e importantes ejecutivos del CJL, siendo Bogotá la sede elegida para esta actividad “Conectando Comunidades”. El encuentro fue organizado por el CJL con el apoyo de la CCJC, entidad que regaló a los extranjeros bellísimos recuerdos típicos de Colombia. El Rabino Alfredo Goldschmidt dio unas palabras y bendiciones para inaugurar la reunión. El encuentro trató sobre la  importancia del trabajo en común y desarrollo de planes en vista de los hechos de actualidad.

El grupo CADENA, también tenía su actividad competitiva de pingpong y pádel, además de exponer sobre sus proyectos de ayuda humanitaria que ha captado a muchos jóvenes latinoamericanos.

El KKL (Keren Kayemet Leisrael), las Damas sefaraí y Wizo, tuvieron sus stands, que ofrecían productos de temática judía. La comunidad de Yovel, exhibió sus delicios pizzas “Tomate”, hechas con Jalav Israel, estrenando un horno especial.

Entre los productos kosher, se encontraba el stand de la familia Gaviria, con sus deliciosos productos de fresas y enormes arándanos, además elegantes y calientitos suéteres que cautivaron la mirada de varias espectadoras.

Hay que destacar la labor de la señora Rosita Dargoltz, a quien se le vio en la mayoría de las actividades ayudando con todo su cariño como siempre.

De cada una de las actividades se podría hablar y llenar espacios infinitos, pero lo hermoso del momento de este domingo pasado, fue ver el Carmel Club lleno de niños, de alegría contagiosa, de estudio, de amor y unión entre todos.

Deseamos que este sea el principio de muchos momentos de buenas relaciones y actividades en común que permita estrechar lazos de respeto, aceptación, amistad y amor. “Estar unidos y acercarnos más los unos a los otros, sin ver quienes somos o de dónde venimos, nos hace más fuertes, sabios y productivos”.