2024-03-29 [Num. 976]


Parashat Beahalotjá

Organización en el desierto

Este Shabat 21 de Sivan de 5783, 10 de junio de 2023, se leerá la Parashá de Beahalotjá: “cuando hayas de encender”, del libro de Bamidbar.

Resumen

Parasha

Dijo Dios a Moshé que las siete luces del candelabro de oro macizo, debían ser encendidas hacia el frente del candelabro. Ordenó la purificación de los levitas, para que pudieran estar adecuadamente al servicio Divino, pues ellos representaban a todos los primogénitos de Israel quienes debían estar consagrados a Dios. Los levitas prestarían servicio a partir de la edad de 25 años, hasta los 50 años, cuando ya no prestarán servicio pero ayudarán a sus hermanos en la Tienda de Reunión, para cuidar en la custodia.

Recuerda las leyes concernientes a la celebración de Pesaj y el sacrificio correspondiente que se debía realizar el 14 del mes. Pero a quien le fuese impedido hacerlo en el momento, por impurificación, o por lejanía, se le determinó hacerlo un mes más tarde, el sacrificio debía ser comido con panes ácimos y hierbas amargas. Quien no ofreciere el sacrificio de Pesaj, su alma será truncada de su pueblo.

Durante el día, el Tabernáculo se recubría con una nube y durante la noche como visión de fuego. Relata sobre cómo se desplazaban en el desierto: Cuando la nube de Dios se posaba sobre el Tabernáculo, allí se quedaba, podía ser desde un día hasta un año. Y solamente cuando la nube se levantaba y se posaba en otro lugar, hacia ése lugar se dirigían. 

Dios ordenó a Moshé hacer para él dos trompetas de plata. Según cómo las hacían sonar significaría: que se reuniría todo el pueblo o las cabezas de las tribus, cuál campamento debía desplazarse, o si debían reagruparse. También debían ser emitidas al salir a la guerra, así Dios recordaría a su pueblo para ayudarlo, igualmente debían usarse en las fechas festivas y en los novilunios, en el momento de las ofrendas de dichas ocasiones. Las trompetas eran tocadas por los hijos de Aarón.

Al segundo año de la estadía en el desierto, Moshé rogó a Hobab, hijo de Reuel, suegro de Moshé, que se quedara con ellos, ya que les ayudaría a ver el camino, prometiéndole que así como Dios había hecho el bien al pueblo de Israel, así Israel haría el bien a él.

Cuenta la historia que los judíos en el desierto, se quejaron y lloraban porque solamente comían maná que Dios les enviaba y añoraron los pescados, frutas y verduras que comían en Egipto. Esto fue malo a los ojos de Moshé quien sintió que era una carga muy pesada para él, acudió a Dios con su angustia. Dios le ordenó reunir 70 de los ancianos más importantes de la comunidad para repartir entre ellos la responsabilidad de realizar profecía como Moshé. Le ordenó también preparar al pueblo, pues al día siguiente comerían carne en exceso durante un mes; por haber aborrecido a Ado-nai y haber llorado por haber salido de Egipto. Hizo volar codornices sobre el campamento, de las que se recogieron durante el día y la noche; todavía comían de las codornices cuando el furor de Ado-nay se encendió acarreando una gran plaga.

Finalmente relata la historia sobre Miriam la hermana de Moshé y su hermano Aarón, quienes hablaron en contra de la mujer Kushita que había desposado su hermano Moshé, lo que enfureció a Dios contra ellos; castigó con lepra a Miriam, quien gracias a los ruegos y súplicas de perdón que hizo Aarón a Moshé, rogó Moshé a Dios por ella, por lo que la enfermedad solamente le duró 7 días.


Sonidos de tradición antigua. Comentario de la Parashat Beajalotja por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.

Explicaciones

Números 8:18 “Tomé a los levitas en sustitución de todo primogénito de los hijos de Israel”.

El Rabino Avi Geller (estudiante en Lakewood, profesor en Aish Hatorá) recuerda que la tribu de Leví fue la única del pueblo de Israel que no se contaminó con la elaboración del ídolo de oro en el desierto a la salida de Egipto. Motivo por el cual Dios sustituyó el rango de servicio directo en el Santuario, que correspondía a todos los primogénitos de Israel, en recuerdo de los primogénitos de Israel que se salvaron de la última plaga en Egipto, delegando dicho derecho a todos los levitas.

La Rebetzn Esther Jurgreis (presidenta de Hineni y profesora en Haish Hatora), recuerda al personaje Koraj durante la estadía en el desierto, que siendo primo de Moshé, y de la tribu de Levi, mostró sus rasgos de envidia, sed de honor y poder, que condujo finalmente a la rebeldía y posterior muerte de muchos hermanos del pueblo de Israel. La rebelión de Koraj fue posterior al suceso del becerro de oro como si no hubiera el pueblo advertido que en ese momento muchos tuvieron que pagar con su vida por la culpa de idolatría, sin embargo, Koraj no pensaba en el bien del pueblo, pero lo tenía convencido que así era, quería el poder porque pensaba que Moshé lo estaba haciendo mal y él era mejor. El final desastroso de Koraj y sus seguidores lo relata la Torah detalladamente.

La tribu de Levi fue la única que no se manchó con la idolatría, pero un miembro de Leví se atrevió a enfrentar al líder que conducido por Dios había salvado al pueblo de Israel de la opresión y esclavitud en Egipto.

De esto se aprende que hay que tener mucha conciencia y conocimiento histórico y de lo que es recto y verdad en la vida, para no dejarse llevar a instancias corruptas lideradas por personas que en verdad solamente desean poder, honor y probablemente conveniencia económica, pro que engañan muy fácilmente con sus palabras carismáticas y convence con sus falsedades, que aparentan ser totalmente ciertas.



Ver más explicaciones

Números 8:17: “Ya que Mío es todo primogénito de los hijos de Israel, en hombre o en bestia, el día que maté a todo primogénito en la tierra de Egipto, los consagré a ellos para Mi”.

El famoso médico judío psicoterapeuta Alfred Adler (Austriaco 1870-1937), fundador de la Escuela de Psicología Individual, colaborador de Sigmund Freud, desarrollador del tema de complejo de superioridad y de inferioridad, explica que el niño mayor tiende a ser conservador, orientado al triunfo y predispuesto hacia el liderazgo, debido a que suelen asumir la responsabilidad de sus hermanos menores. Crecen para ser cariñosos y más dispuestos a convertirse en padres y más propensos a tomar la iniciativa.

Esta explicación es el común denominador y seguramente no puede aplicarse a todos por diversos otros motivos del medio ambiente, de la familia… etc.

Cuando Dios mató a los primogénitos tanto de hombres como de animales en Egipto, consagró inmediatamente a los primogénitos tanto de hombres como de animales del pueblo de Israel. Los consagró protegiéndolos de la muerte que había enviado sobre Egipto. A partir de ése momento, los primogénitos son consagrados a Dios y deben ser rescatados (comprados) a los descendientes de los Cohanim, ceremonia que hasta el día de hoy se realiza.



Números 8:16: “Ya que donados, donados son ellos para Mí, de entre los hijos de Israel. En sustitución de todo el que abre matriz, todo primogénito de los hijos de Israel, los he tomado a ellos para Mi”.

Rashi explica que la repetición de la palabra donados (que se traduce también ‘dados’), quería dar a entender que definitivamente iban a estar al servicio Divino, tanto para cargar los utensilios sagrados como para entonar la música y cantos durante los servicios religiosos en el Tabernáculo y posteriormente en el Templo de Jerusalem.

En la época del Rey David, los levitas tenían varias funciones: supervisaban el trabajo del Templo, eran funcionarios y también jueces. Eran porteros del Templo, y tocaban instrumentos musicales durante los servicios religiosos (Crónicas 1:23). Actualmente los levitas tienen una función única de lavar las manos de los Cohanim antes de entrar a la sinagoga a los servicios religiosos especialmente de Shabat. Como las leyes de guezerot (rabínicas), impuestas por los sabios del Talmud prohibieron los instrumentos musicales durante los servicios religiosos tanto de Shabat como de las festividades y celebraciones bíblicas, y como el sagrado Templo de Jerusalem fue destruido en el año 70 EC, y aún no ha sido reconstruido, la única honra que reciben es ser llamados de segundas (después de cohen) a la lectura de la Torah.

Cuando sea la época mesiánica, los levitas volverán a surgir como los elegidos para las actividades religiosas como equipo del ejército de Dios, por eso deberían estar preparados y educar a sus hijos a que se preparen para dichas actividades, no sea que los “tome fuera de base” llegado el momento.



Números 8:14 y 15.  “Habrás de separar a los levim de entre los hijos de Israel, y estarán a Mi servicio los levim, después se allegarán los levim para servir en la Tienda de Reunión, los habrás de purificar y los elevarás en elevación”.

En un texto de Tora.org extraído de Jabad explica: “¿Por qué no adquiere el Levita la herencia de una porción en la Tierra de Israel? Porque fue separado para adorar a Di-s y servirle y para enseñar Sus justos caminos… En consecuencia [los Levitas] fueron apartados de las hábitos del mundo…”.

Todas las tribus se sentían parte de un solo pueblo, al mismo nivel, pero Dios quiso destacar a una de las tribus por haber sido ejemplar y fiel a su compromiso con quien los había salvado de la esclavitud con que los sometían en Egipto, la tribu de Leví no se corrompió con la manufacción ni adoración del becerro de oro. Los descendientes de la tribu de Leví hoy siguen ocupando un nivel alto en el ritual judío. Sin embargo, al no existir el Templo de Jerusalem alrededor del cual se manifestaba la adoración a Dios, el pueblo de Israel aprendió a amar a Dios a través de las sinagogas y rituales que recuerdan las antiguas vivencias. Tal vez los levitas deberían tener una asignación educativa en cada comunidad, para distinguirse del resto del pueblo de Israel, sin embargo sin un Meshiaj, sin un guía, se hace complicado.

Quiera Dios que pronto sepamos de su siguiente milagro, de la llegada del Meshiaj, de un mundo de paz, armonía y justicia, de un mundo de conocimiento y amor a Dios.



Números 8:13 “Colocarás a los Leviim ante Aarón y ante sus hijos, y los elevarás en elevación ante Ado-nai”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica que la elevación de los levitas no corresponde solamente a su relación familiar con Aarón ni a su servicio al Santuario. También estaban representando la Torah y el mantenimiento del pacto con Israel, pues ellos no habían participado en el pecado del becerro de oro, sino que se habían puesto del lado de Dios, volviéndose el marco de referencia de la pertenencia a Dios.

Aarón y sus hijos eran los Cohanim que tenían el manejo de lo sagrado del Santuario, sin embargo, los Levitas lograron una elevación Divina más alta, pues dentro de sus principios y de lo que habían absorbido de las enseñanzas que Dios les había dado hasta el momento, tenían un concepto claro y se resistieron a participar del acto de idolatría. Sus principios fuertes y su personalidad, su fidelidad y su inteligencia, les dieron su característica de elevación ante Dios.

Cada persona tiene en sus manos el poder de decisión ante cada situación de la vida por pequeña o grande que sea. Cuando se obra con rectitud, con inteligencia, bondad y especialmente dentro del espíritu de la Ley que Dios entregó al pueblo en el desierto, su alma se eleva por encima de los poderosos más altos que hay sobre la tierra. El cuerpo se termina, el alma… persiste.



Números 8:12 → “Y los Levim habrán de apoyar sus manos sobre la cabeza de los novillos. Y ofrecerás uno como sacrificio expiatorio y el otro como holocausto ante Ado-nai, para expiar por los Levim”.

Antes de ésta acción, los hijos de Israel habían apoyado sus manos sobre los Levitas, y ahora, los levitas debían apoyar sus manos sobre los dos novillos que iban a ser ofrendados.

Importantes sabios han definido la acción de poner las manos sobre la cabeza como una manera de cercanía, entre el hombre y Dios, por eso, aparece en vario episodios bíblicos ésta postura cuando padres le dan bendiciones a sus hijos, costumbre que perdura hasta hoy. Pero, ¿Acaso los levitas le iban a dar una bendición a los novillos?, en cierta manera sí. La colocación de las manos sobre la cabeza en una transmisión de energías con deseos hacia quienes apoyamos las manos. En éste caso, el pueblo de Israel estaba apoyando sus manos sobre los levitas para solicitar el perdón Divino a través de ellos, transmitiendo sus energías de buenos deseos, y los Levitas, a su vez, ponían sus manos sobre los novillos, para que su sacrificio, fuese en beneficio del pueblo de Israel; era (y es) la manera de conectarse con Dios.

En el video de ésta semana, el Rav Goldschmidt habla sobre la centralidad de la Torah y la contradicción en el Talmud.



Números 8:9 → “Acercarás a los Leviím frente a la Tienda de Reunión y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel”.

Rashi explica “Porque los Levitas, metafóricamente halando, aparecen como sacrificio expiatorio en lugar de ellos, por eso vendrán y estarán junto a su sacrificio y apoyarán sobre ellos sus manos”. El rabino Marcos Edery explica las palabras de Rashi: “Ya que los leviim estaban en realidad sustituyendo a los hijos de Israel; por eso los hijos de Israel tenían que venir y hacerse presentes en el momento de realizarse el sacrificio y apoyar sus manos sobre los Leviim”. Por su parte, el sabio Hizekuni explica que solamente los primogénitos del pueblo de Israel, quienes eran reemplazados por los Leviim, eran quienes debían apoyar sus manos sobre la cabeza de los Leviim.

Para los primogénitos del pueblo de Israel, el haber sido reemplazados por los levitas, no implicaba un “lavarse las manos” de la responsabilidad que les debería haber recaído, por eso, hasta el día de hoy, los hijos primogénitos recuerdan que originalmente el oficio para servir a Dios les correspondía y fue desplazado por el pecado del becerro de oro en el desierto, y hoy ayunan el día anterior a Pesaj.

Derechos, obligaciones y responsabilidades, aunque no se puedan hoy manifestar de manera práctica, no deben ser olvidadas, ya que ello sirve para aprender y los errores no repetir. Recordar a quién entregó Dios la tierra de Israel, a quién corresponde cada responsabilidad dentro del ceremonial judío, y especialmente, preparase para el día en que el Templo de Jerusalem sea nuevamente reconstruido, para recordar cada ceremonial que se solía hacer durante su existencia y nuevamente “tomar las riendas”.



Números 8:10 → “Acercarás a los Leviim ante Ado-nai, y apoyarán los hijos de Israel sus manos sobre los Leviim”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica: No es simplemente la posición de las manos. El significado principal de colocar las manos sobre la cabeza, es para apoyar o para hacerlos inclinarse. En este caso, es indicativo de contacto intenso, en términos de cercanía en términos de espacio y de tiempo.

La autoridad que se inclina a otro, está intrínsecamente relacionada con la personalidad de quien se inclina. La comunidad autoriza los Leviim para sustituirlos en el servicio del Santuario.

Este rito de inclinada, incorpora dos ideas: la autorización y la obtención, como el que otorga autoridad gana un representante, lo que aumenta el poder del otorgante en términos de lugar o tiempo. La obligación de la comunidad se cumple a través del servicio de los Leviim, mientras que la propia comunidad está exenta del servicio.

Por lo tanto la mano de la persona que se está inclinando representa su deber y su poder de representación. Esta parte se transfiere a la que se apoyaba en la mano misma de ese modo ganándolo como soporte.

Cuando una persona coloca sus manos sobre otra persona, se puede observar claramente que la persona a quien se le colocan las manos reclina su cabeza. Durante Shabat, muchas de las familias escogen un momento importante para bendecir a sus hijos, es cuando los hijos se colocan frente a sus padres y ellos, colocándoles sus manos sobre la cabeza le otorgan una bendición. Los Cohanim, suben al frente del Arón Hakodesh en ocasiones festivas para bendecir a la comunidad. Entonces las cabezas se inclinan para recibir estas bendiciones, tal como si estuviesen colocando sus manos sobre nuestras cabezas. Esta idea de colocar las manos sobre las cabezas se ha transmitido de una a otra generación sin dejar de ser representativo de bendición. En este caso mencionado en este pasuk de la Torah, Es al revés: la autoridad que va a representar al pueblo ante Dios, inclina su cabeza y el pueblo mediante esta acción deriva sus responsabilidades a sus representantes, creando de esta manera un vínculo emocional y moral, y principalmente una fuerza de unión entre todo el pueblo de Israel através de los leviim y todos con Dios.



Números 8:11  “Y elevará Aarón a los levitas ante Ado-nai, de entre los hijos de Israel. Y estarán para servir el servicio de Ado-nai”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica que la palabra “Vehagif: elevará”, aparece tres veces seguidas, en los versículos 11, 13 y 15. El significado de elevación se entiende en el Versículo 11, como la expresión “dedicación”, en el versículo 13, como “designación”, y en el versículo 15 como “dirección”. Los levitas son llamados al servicio por tres razones, tal como se leerá en versículos 16 al 19. Israel los dedica a Dios, Dios los dedica a Aarón, Aarón y sus hijos los dedican al servicio del Santuario. De esta manera, es que como se enaltece en Nombre de Dios, en nombre de la nación y en nombre de Aarón, siendo los levitas quienes ocupan su posición y cumplen su misión, y estos tres aspectos de su llamamiento son señalados a su atención por las tres elevaciones. Aquí, en nuestro versículo, primero tenemos la “dedicación” de Israel a través de los levitas a Dios.

Para que una obra, cualquiera que ésta sea, salga adecuadamente, se requiere de dedicación. Los Levitas fueron designados inicialmente para dedicar sus esfuerzos en todo lo que respecta el servicio a Dios en el Santuario y el Templo de Jerusalem posteriormente. Todos sus esfuerzos y concentración se centraban en un objetivo, y he aquí el resultado eficaz de su dedicación. Para que el pueblo judío pueda encontrar el valor de las enseñanzas de vida que Dios entregó, hace falta dedicación al estudio y comprensión de la lectura. Esfuerzo para entender a los maestros y el primer objetivo de entender y disfrutar de la ley de Dios, se irá viendo en la medida de la dedicación.

Que tengamos la fuerza y dedicación para emprender un estudio a fondo de la Torah, el cual nos llevará al entendimiento y dará respuestas sorprendentes que enriquecerá nuestras vidas.