2024-11-10 [Num. 1008]


Parashat Vayetze

Yaacov hace familia

Este Shabat 12 de Kislev de 5784, 25 de noviembre de 2023, se leerá la Parashá de Vayetze: “Y salió”, del libro de Bereshit.

Resumen

Chagall jacobs dream

Partió Yaacov hacia la casa de su tío Laván en Harán y en el camino se acostó a dormir, en el sueño ve una escalera por la que circulaban ángeles, Dios le dice que la tierra donde estaba, se la daría a él y a su descendencia que sería numerosa. Además, todas las familias de la tierra serán bendecidas por ti y por tu descendencia. Se comprometió a ayudarlo y protegerlo hasta que regresara a esta tierra. Al despertar conmovido, Yaacov llamó a ése lugar Bet-El y prometió que si Dios lo protegía, hasta que volviera en paz, sería su Dios y daría el diezmo de lo que El le concediera.

Llegando a su destino vio un pozo donde maniobraban la piedra en el borde para cerrarlo, le preguntó a los hombres que allí estaban si conocían a Laván, ellos afirmaron conocerle y le enseñaron una muchacha que venía al poso con sus ovejas, ella era Rajel, la hija de Laván, hermano de su madre, Yaacov rápidamente abrió el poso para ayudarle a abrevar a sus ovejas, besó Yaacov a Rajel y le explicó con llanto de emoción, quién era él. Rajel Salió corriendo para avisar a su padre, quien al enterarse salió corriendo para recibirlo abrazándolo, besándolo e invitándolo a su casa.

Después de un mes de estadía, Laván le ofreció un sueldo por el trabajo que estaba haciendo, Yaacov pidió que el valor de siete años de su trabajo se lo pagara entregándole a Rajel como esposa. Laván aceptó.

Llegado el día de la boda, Laván hizo una fiesta y a la noche le entregó a su hija como esposa pero no a Rajel según lo convenido sino a su hermana mayor: Leah. A la mañana siguiente al darse cuenta Yacov, reclamó por el engaño, a lo que Laván le explicó que en aquella comarca se acostumbraba a casar primero a la hija mayor; que le diera a Leah siete días de semana nupcial y después le entregaría a Rajel; debía trabajar otros 7 años más, para dar igualdad a ambas mujeres.

Como Leah era desdeñada por Yaacov, Dios le concedió a ella tener hijos: Rubén, Shimón, Leví y Yehuda; mientras que Rajel era estéril. Al ver Rajel que no podía tener hijos le pidió a Yaacov tener hijos con su sierva Bilha, tuvo entonces dos hijos con ella: Dan y Naftalí. Al ver Leah que ya no podía tener más hijos entregó su sierva Zilpa a Yaacov con quien tuvo otros dos hijos: Gad y Asher, pero Leah pudo volver a concebir y tuvo dos hijos más: Issajar y Zebulún, y una hija: Dina. Finalmente Dios escuchó los ruegos de Rajel y tuvo un hijo a quien le puso: Yosef.

Al cumplirse el plazo de los 14 años Yaacov le dijo a Laván que quería regresar a su tierra, pero Laván lo convence de quedarse a trabajar un tiempo mas, Jacob entonces le ofreció que la paga sería los animales de su ganado que nacieran con manchas moteados y oscuros, mientras que los lisos serían de Laván y aceptó.

Yacov separó los ganados de él y de su suegro a una distancia de tres días, los cuidó durante 6 años alimentando con cierta sustancia a su ganado que se reprodujeron más los manchados gordos que los lisos de Laván, Yaacov se enriqueció enormemente. Los hijos de Laván comentaron frente a su padre que Yaacov se había hecho rico con lo de su padre, así que Laván cambió su semblante hacia Yaacov. Dios le ordenó a Yaacov marcharse a la tierra de sus padres; explicó a Rajel y a Leah que se debían ir ya con sus bienes pues  su padre Laván había cambiado su semblante hacia él y se había burlado, cambiando diez veces de paga, pero Dios lo había protegido, también les explicó que Dios le había ordenado partir hacia la tierra de sus padres. Ellas aceptaron y salieron sin avisarle a Laván; después de haber estado Yaacov 20 años en la tierra de Laván. Al partir, Rajel se había robado los ídolos domésticos de la casa de su padre.

Al saberlo Laván, tomó a sus hermanos consigo (hermanos de Rajel y Leah) y los persiguió; en el camino, mientras dormía, Dios se le apareció a Laván en el sueño y le advirtió que no hablara para mal ni para bien con Yaacov.

Cuando Laván alcanzó a Yaacov le reclamó haber huido con sus hijas sin dejarle ni despedirse de ellas, Después de haberle explicado que temía que lo hiciera quedarse más tiempo, le reclamó haberse robado sus dioses domésticos, a lo que Yaacov dijo: a quien le encuentres tus dioses habrá de morir; Yaacov no sabía que Rajel los había hurtado. Después de buscar bien, no los halló pues Rajel los había ocultado muy bien. Yaacov le recordó a Laván todo lo que había trabajado fielmente para él y cómo Laván no había respetado lo acordado. Finalmente hicieron un pacto de no traspasar para mal sus espacios el uno hacia el otro. Comieron y al día siguiente Laván regresó a su lugar.


La importancia de consultar desiciones importantes. Comentario de la Parashat Vayetze por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.

Explicaciones

Génesis 29:7: “Le dijo él: he aquí que el día aún es grande, no es tiempo de recogerse el ganado, abrevad las ovejas e id y pastadlas”. 

El Rabino Samson Raphael Hirsch explica: “llama propiedad a los rebaños, recordando así a los pastores su deber para con los dueños. No se debe permitir que las ovejas permanezcan ociosas, sino que se las debe llevar a pastar”.

Apenas se enteró Yaacov que era el territorio de Harán donde debía encontrar a su familia para buscar esposa y casarse con ella, de acuerdo con la recomendación que la habían dado sus padres, quiso hacer un bien a los pastores que estaban esperando ociosos, mientras las ovejas estaban sedientas. Yaacov quiso evitar que recogieran a las ovejas sin haberles dado de beber y pastar.

Hasta ahora era solamente un consejo que estaba dando a los pastores, pero al ver llegar a su prima Rajel con las ovejas de su tío Laván, ayuda a correr la piedra del pozo para abrevar el ganado de Laván y esto lo hace antes de ir a saludar a su prima.

La intervención de Yaacov al aconsejar a pastores desconocidos, era simplemente un acto de responsabilidad y bondad, tanto con los animales como con los pastores. No se muestra cuál fue la actitud de los pastores frente a la acción de Yaacov, pero lo importante es la mente e idea de ayudar al prójimo y con conciencia de protección animal. Después si, pensar en sí mismo.

Esta característica, fue heredada por generaciones, hoy vemos cómo desde Israel se piensa en Tikun Olam, tratar de hacerle ben a la humanidad, incluyendo al enemigo que lo quiere destruir. Solo personas inteligentes pueden percibir esto.



Ver más explicaciones

Génesis 29:6; “Les dijo: ¿Está él en paz?, Dijeron: Paz”.

Es interesante que cuando Yaacov llega a la tierra de Lavan su tío, lo iba recién a conocer, pero no pregunta por su salud o su estado económico, que sería lo natural, pregunta: ¿Está en paz?

El concepto de paz en el judaísmo desde sus más remotas raíces está impregnado de una profunda conciencia y sabiduría. Cuando se está bien en general, hay paz. Esto sucede cuando la persona se siente conforme con lo que tiene y con la vida que le correspondió.

Paz es algo que aparece desde el cotidiano saludo “Shalom”, pasando por el deseo de una familia equilibrada: Shalom bait, el esfuerzo en llevarse bien con los demás pueblos Mipnei darjei Shalom, la ilusión de paz para un futuro venidero, etc. Y la esperanza de paz cuando llegue el Meshiaj.

La preocupación por lograr la paz dentro de la mentalidad judía es equivalente al mejor bienestar que una persona puede poseer, es la posesión que le da tranquilidad, salud, amor, sabiduría y todos los componentes de bendición



Génesis 29:4-5: “Les dijo Yaacov: Hermanos míos, ¿De dónde sois vosotros? Ellos dijeron: Somos de Harán. Les dijo: ¿Conocéis a Lavan hijo de Nahor? Ellos dijeron: le conocemos”.

El Rabino Marcos Edery explica que en realidad Lavan era hijo de Betuel y no de Nahor, quien era en verdad su abuelo y había fallecido hacía muchos años. Lo que indica que la palabra “hijo” (ben), significa descendiente.

Al reconocer los hombres a Lavan como descendiente de Nahor, se podía saber que eran cercanos a Lavan y conocían su historia personal. De otra manera hubiesen dicho que no conocían a Lavan que fuera hijo de Nahor, por eso Yaacov ve la posibilidad posteriormente de preguntar por la salud de Lavan, sabía que le contestarían la verdad con exactitud.

Aprendemos de Yaacov lo siguiente: si es necesario saber sobre una persona, se debe investigar por el conducto directo y no por terceras personas, dentro de lo posible, ya que los detalles que se requieren serán más exactos y relevantes, especialmente las respuestas ser´+an más certeras y no por lo que se ve sino por lo que es realmente.



Génesis 29:3:  “Se reunían allí todos los rebaños y hacían rodar la piedra encima del brocal del pozo y abrevaban a las ovejas y volvían la piedra sobre el brocal del pozo a su sitio”.

El rabino Marcos Edrey, explica que en aquellas comarcas el agua era un elemento vital y debía estar custodiado frecuentemente para evitar a los usurpadores y de allí la  piedra grande que cubría y protegía el pozo.

De acuerdo a la información obtenida de water.usg.com los pozos elaborados en el desierto mantienen constantemente un nivel adecuado de agua, pero dependerá de la cantidad de lluvia que caiga. En épocas de sequía los pozos se mantienen a un nivel más bajo. La teoría de los usurpadores, no funcionaría, puesto que el poso se mantiene al mismo nivel todo el tiempo ya sea un nivel bajo o alto, independientemente a su consumo. Un pozo debe taparse y ojalá también vallarse (vallas), principalmente para proteger a personas y animales de caídas accidentales y también para preservar el agua de cualquier tipo de contaminación. Hoy en día los pozos deben estar también tapados como antiguamente, las diferencias radican en la tecnología.



Génesis 29:2 “Avistó y he aquí que había un pozo en el campo y habían allí tres rebaños de ovejas que yacían junto a él, pues de aquél pozo abrevaban a los rebaños y una piedra grande había sobre el brocal del pozo”.

El Rabino Avi Geller, en Aish Latino, explica que el pozo estaba tapado por una piedra para que la gente del pueblo no se robara el agua: “El pozo estaba tapado con una piedra enorme, para que nadie del pueblo pudiera robar agua. Cuando todos los ganados se reunían, los pastores sacaban la piedra, ellos dejaban que todos tomaran y volvían a tapar el pozo. Esta práctica demostraba el poco respeto que tenían por los demás, que podían morir de sed antes de poder tomar un trago”. Por otro lado, el Rabino Alfredo Goldschmidt de Bogotá interpreta que el poso estaba cubierto con una piedra para que el clima no secara el pozo y para que el polvo y la arena del desierto no lo ensuciara.

Hay varias maneras de interpretar una frase de la Torah. En este caso, una interpretación quería demostrar el egoísmo de los pastores de la región, con respecto a los caminantes que por ahí pasaban. La otra interpretación se basó en análisis de hechos climáticos y geográficos del lugar, con miras a la protección de un bien común a todos los pastores de la región. Cada visión puede ser cierta, pero habla más del intérprete de que del hecho en sí. Es importante que usted, lector, analice y saque sus propias conclusiones, esa es la belleza de nuestra Torah.



Génesis 23:1 “Alzó Yaacov sus pies y se encaminó hacia la tierra de los Bene-Kedem”.

El Rabino Marcos Edery analiza la expresión “alzó sus pies Yaacov”, de acuerdo a Seforno, quien dice que no fueron sus pies que le llevaron a él y ésta, explica, es una manera de expresar que la persona va de buena gana.

Yo pienso que podría ser al contrario.

Una persona dirige con su orden cerebral los miembros para realizar una acción voluntaria, si los miembros son los que deben llevar al personaje, es porque a su cerebro le cuesta trabajo procesarlo. Yaacov estaba cumpliendo una orden de sus padres de irse de su territorio, de su casa, de su hogar, donde se crió, donde recibía el amor y los consejos de su madre, su vida era apacible, tenía todo y debía dirigirse a una tierra que no conocía, con gente que no conocía personalmente. Iba huyendo de su hermano para que no le matara a la muerte de su padre Isaac, lo que significaba que no estaría con su padre en sus últimos momentos de vida. También conocía la historia de su padre a quien le habían traído una esposa (Rivka) y no había ido Itzjak a buscarla.

Dios se acababa de presentar en su sueño y le había dado la noticia sorpresiva que él era el continuador del legado y la bendición dada a sus padres Abraham e Itzjak, cuando despertó se comprometió en su pensamiento con Dios que si le acompañaba (pues aún lo dudaba), le daría el diezmo de sus ganancias. De esta manera, Yaacov alza sus pies, con ganas de regresar a su casa, a su hogar, a su tierra, pero sigue el destino que le esperaba, ir a la casa de su tío Lavan, y escoger entre sus hijas (las cuales desconocía) esposa.



Génesis 28:19 “Llamó el nombre del lugar aquél Bet-El, y el nombre de la ciudad había sido Luz”.

El Rabino Guido Cohen explica lo siguiente: ¿Es Bet-El una tierra sagrada en sí misma y por eso Yaacov percibe allí la revelación? Creo que no. Es justamente la búsqueda de Yaacov de percibir el abrazo Divino que lo acaricia y lo alienta en esta migración que no es sólo física sino esencialmente existencial, la que hace que Dios se revele transformando a Bet-El en tierra sagrada. La búsqueda del hombre de fe que en lo profundo de su alma implora la presencia Divina es la que desencadena la revelación y por lo tanto transforma el más profano de los lugares en tierra sagrada. La búsqueda de este Yaacov errante, el grito desesperado de Ishmael, el clamor de liberación del pueblo oprimido hacen fuerzan la revelación de un Dios que consagra el lugar en el que es invocado.

La búsqueda de Dios, es un tema que tiene que ver con la búsqueda interna, del espíritu Divino que tiene el hombre, sin importar el lugar donde esté la persona. A veces se espera la ayuda Divina olvidando las enseñanzas que Dios plantea en la Torah. Yaacov se había comprometido con Dios a dar el 10% de sus entradas, lo que hoy la ley judía plantea como obligación hacia el necesitado. Hoy, el encuentro con la Divinidad tiene que ver con su búsqueda y para ello, viene el compromiso. Dios está con quien lo busca, pero es que hay que dejarlo entrar también. Importante es saber que no todo mal que sucede al hombre es decisión de Dios, por ello existe el libre albedrío. La búsqueda y encuentro de Dios, tiene que ver, tal como lo dice el rabino Cohen, con una migración hacia lo existencial. La Torah, la ley Divina, es la razón de la existencia del pueblo Judío; Quiera Dios nos bendiga con esa visualización de nuestra identidad.



Génesis 28:17 → “Y se conmovió y exclamó: ¡Cuán imponente es este lugar, no es sino la morada de Elo-him y este es un pórtico hacia los cielos!”.

El rabino Guido Cohenextraído del portal de UJCL explica: “…La sacralidad en el pueblo de Israel tiene más que ver con la idea de ‘consagración’ que con una condición inherente a determinada cosa que se diferencia de las demás en su naturaleza. En otras palabras, la porción de tierra que Yaacov identifica como ‘puerta del cielo’ no era diferente a la que había dos kilómetros al sur o media milla hacia el oeste. No hay nada en Bet El que no podría haber encontrado Yaacov en otro punto del globo. Es el estado que Yaacov alcanza en Bet El lo que  transforma a Bet El en un lugar sagrado para Yaacov.

La Torá ya nos ha demostrado que Dios no necesita un lugar especial para revelarse, sino que Él se hace presente allí donde el ser humano lo busca, donde hay una voz que reclame su presencia…”.

El judaísmo tiene lugares especiales donde se han conmovido personajes históricos debido a la Shejiná (Presencia Divina), el Monte Sinai, el Monte del Templo, etc., pero sabemos que Dios está en todas partes y donde se ama a Dios, donde se busca la justicia y la verdad, donde se lucha por la paz y el amor, allí está la Shejiná y allí es un lugar sagrado. Toda la tierra le pertenece a Dios, toda ella es sagrada, es importante que las acciones y el trabajo del hombre se guíe con las pautas de justicia que nos presenta la Torah, para hacer de todo lugar donde se está, un lugar sagrado.



Génesis 28:18  “Se levantó Yaacov temprano en la mañana y tomó la piedra que había puesto bajo su cabeza y la erigió como matzevá  (estela, cimiento o pedestal) y vertió aceite sobre su cúspide”.

El Rabino Samson Raphael Hirsch, explica que Yaacov vertió aceite sobre la piedra para consagrarla, para apartarla y distinguirla entre otros objetos; o le echó aceite a manera de santificación. Así como el agua se derramaba, significando que no sólo lo que una persona se brinda de una manera excepcional, sino que cada gota de agua es un regalo de la Divina Providencia. Conectando ésta idea, Yaacov derramó aceite (Símbolo de salud y paz -Tehilim 104-15), expresando la esperanza de que Dios le otorgará la preservación y el bienestar, y que esto sería el símbolo de la consagración a Dios.

Cada persona creyente tiene su manera personal y espiritual de brindarse a Dios, para consagrarlo y esperar de El que brinde la salud y bienestar necesarios. La tradición judía ha desarrollado diversas manifestaciones para que el hombre sepa cómo consagrar a Dios, ya sea por medio de la oración, y mejor aún por medio de acciones bondadosas –mitzvot- hacia la humanidad, basados en la sabiduría, la justicia y la generosidad. La tradición judía, hace énfasis en las acciones que generan bienestar, ya sea de manera particular o general, por encima de otras acciones que no generan un bien a otra persona, o un bien espiritual a sí mismo. También el ritual judío es una de las maneras de expresar agradecimiento a Dios por todo el bien que ha hecho al hombre y al mundo, y recordarnos las leyes con las que Dios bendijo al mundo, además de recordar que seguirá habiendo Justicia y ayuda Divina.