Parashat Vayelej
Orden de leer la Torah
Este Shabat 6 de Tishrei de 5783, 1 de octubre de 2022, se leerá la Parashá de Vayelej Moshé: “Y fue Moshé”, del libro de Devarim. Además, es también Shabat Shuvá, el Sábado de Arrepentimiento, acostumbrado entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, por lo que el rabino subirá al podio durante la tefilá matutina y hablará sobre el tema. Se lee la Haftará “Shuva Israel”, del profeta Hoshea, también se lee de los profetas Mija y Joel, sobre retorno del pueblo.
Resumen
En esta Parashá se despide Moshé del pueblo a la edad de 120 años, recomendándoles que al entrar a tomar la tierra, con Yehoshúa al frente, fuesen fuertes y valerosos ya que Dios los estaba acompañando. Nombró oficialmente ante el pueblo a Yehoshúa como sucesor que los guiaría, recomendándole ser fuerte y valiente y recordándole que Dios es el que va delante de él.
Escribió Moshé ésta Torah y se la entregó a los Cohanim y a todos los ancianos de Israel, encargándoles que en la fiesta de Sucot del año de Shmitá (el séptimo año de descanso de la tierra), Cuando todos estén reunidos, se leerá la Torah frente a: hombres, mujeres, niños y forasteros que vivan en la tierra de Israel, para que escuchen, aprendan y cumplan con la Ley.
Convocó Dios a Moshé y a Yehoshúa en la Tienda de Reunión y le dijo a Moshé que ya iba a morir y a reunirse con sus padres, le contó que el pueblo se iba a corromper con otros ídolos motivo por el cual iba a ocultar Su Rostro permitiendo que le sobrevinieran grandes males. Le pidió que escribiera un cántico que le iba a dictar y debía enseñarlo al pueblo (el cántico aparece en la próxima Parashá), por haber abolido el pacto establecido con los patriarcas.
Finalmente lee Moshé el cántico al pueblo. Ordenó Moshé a Yehoshúa Bin Nun ser fuerte y valiente y a los levim quienes portan el Arca del Pacto, tomar la Torah y colocarla al lado del Arca que estará como testigo. Congregó a todo el pueblo y les advirtió que se iban a desviar del camino, por lo que en la postrimería les iba a ocurrir el mal.
¿Cuándo se escribió la Torá? Comentario de la Parashat Vayelej por el Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá.
Explicaciones
Devarim 31:16: “Dijo Ado-nai a Moshé: He aquí que te vas a acostar con tus padres y se va a levantar el pueblo éste y se va a prostituir en pos de dioses extraños, de la tierra donde él va a venir allí, en su seno y me va a abandonar y va a abolir Mi Pacto que Yo había concertado con él”.
Rav Samson Raphael Hirsch explica que la palabra “se va a levantar…”, significa que el pueblo de Israel se va a desviar descaradamente sin ningún escrúpulo para realizar idolatría y creencias extrañas”.
El pueblo de Israel pensaba que simplemente el haber sido escogido por Dios ya lo tenía todo servido en plato de oro, de ésta manera se fue alejando de la fuente, del conocimiento y la sabiduría para desviarse hacia caminos improductivos e irreales. El pacto de la Torah representa un aprendizaje de vida con sabiduría y justicia, con amor y verdad. Alejarse del pacto es alejarse de la verdad, de la realidad y del derecho. La consecuencia es la que se obtiene por el desvío, es como un pequeño al que se le dice, no toques la plancha caliente, pero el chico la mira y la mira hasta que un día la toca y se quema. No fue un castigo de su padre o madre, sino una consecuencia de su acto desviado.
Dios nos dé la lucidez para seguir las enseñanzas de la Torah y estar siempre cercanos al Pacto establecido con Dios, para que llegue pronto el día de la reconciliación con nuestras creencias y con Dios, retornando del camino desviado hacia un camino de luz y de verdad, que traerá bienestar, paz y sabiduría.
Ver más explicaciones
Devarim 31:15: “Se reveló Ado-nai en la Tienda, en columna de nube y se irguió la columna de nube en la entrada de la Tienda”.
El Rambán (Najmánides), explica que Yehoshúa que siempre que acompañaba a Moshé, le tenía prohibido entrar en la Tienda del Santuario, y en éste caso, Dios se reveló en la entrada de la Tienda y se irguió, con el propósito de que Yehoshúa, quien iba a ser el sucesor de Moshé, También le escuchara.
Las acciones individuales son de libre albedrío, el destino final está en Manos de Dios, y para que el destino final se cumpla conforme a la ley Divina, para que el hombre pueda encontrar finalmente la paz, la sabiduría, el amor y la Shejiná (Presencia Divina), es necesario acercarse al conocimiento de la Torah y de esta manera, Dios se acercará al hombre y al buen final.
Jatimá tová para todos.
Devarim 31:13 → (Con respecto a la ley de leer la Torah frente al pueblo de Israel, conversos, forasteros que habitan en Israel)… “Y sus hijos que no han tenido conocimiento, escucharán y aprenderán a venerar a Ado-nai vuestro Dios, todos los días que vosotros estéis vivos sobre la tierra a la que vosotros vais a cruzar el Yardén, para poseerla”.
El Rabino Samson Raphael Hirsch explica: “los niños aún no han alcanzado el entendimiento para ser llevados al estudio de la observancia de la Torá por lo que escuchan en la lectura pública. Sin embargo, cuando escuchen la lectura de la Torá junto con sus padres en comunidad, la misma ocasión dejará su huella en sus almas. Ver a las multitudes escuchando con reverencia los moverá también al temor de Dios”.
La lectura de la Torah, estipulada como ley básica en la ordenanza Divina, está propuesta para ser leída o escuchada su lectura a cada persona cercana al pueblo de Israel, sin distinción de género, status, o como en éste versículo: edad.
Hay padres que consideran, que los niños por ser niños no entienden o aún no deben ser partícipes del judaísmo y sus sabias enseñanzas. La ley está escrita para todos y desde muy temprana edad hay que enseñar a los niños lo básico explicándoles, sin reparos ni limitaciones, como sucede en las historias relatadas a manera de “cuentos”, utilizando “midrashim” lejanos a la realidad, que desvían la conciencia de los niños de la realidad, y los confunden a medida que van creciendo. Se puede relatar y explicar la ley judía sin necesidad de inventar cuentos de montañas, diablos, brujas, hadas, etc. Es necesario, si un padre resuelve contar un cuento con algún aprendizaje, que el niño sepa de cierto que se trata de un cuento, de ficción, y cuando se enseña la Torah, hay que enseñarla, con palabras infantiles pero sin alejarse de la realidad.
Además, cuando un niño ve que durante la lectura de la Torah, los adultos dan relevancia, escuchan atentamente, o tratan de leer la Torah en el idioma que entienden, asumen que es un momento de respeto porque es algo realmente importante, y así lo tomarán. Cuando los padres se revelan o simplemente ignoran la importancia de ese momento, los hijos entienden que no hay real necesidad de cumplir la ley… ninguna ley en realidad.
¿Estamos preparados para educar a nuestros hijos como se debe?
Deuteronomio 31:9 → “Escribió Moshé la Torah ésta y se la entregó a los Cohanim, hijos de Levi, los que portan el Arca del Pacto de Ado-nai y a todos los ancianos de Israel”.
Existen algunas propuestas exegéticas que la Torah fue entregada a Yehoshúa y él la entregó al pueblo de Israel. Sin embargo vemos aquí en éste versículo de la Torah, que Moshé entregó la Torah a los Cohanim y a los ancianos de Israel. A Yehoshúa lo que entregó Moshé fue el liderazgo político. Desde ésa época ya se supo la división entre lo civil y lo religioso, estando de manera globalizada la unión entre los dos conceptos, independientes pero juntos.
De acuerdo al Rabino Pinchas Brener dice: Moshé escribe el texto de la Torá y hace entrega del mismo a los kohanim, los sacerdotes y a los zekenim, los ancianos, que constituyen la dirigencia espiritual del pueblo. La Torá es el documento que da testimonio del berit, el pacto entre el Creador y Su pueblo. Moshé ordena que esta Torá sea leída cada siete años en la festividad de Sucot, en una convocatoria especial denominada Hakhel. Según los jajamim, en esa ocasión el mélej Israel, que era el rey, leía la Torá en voz alta. Al mismo tiempo señalan cuáles eran los capítulos del séfer Devarim que tenía que recitar. La selección del mélejpara la lectura pública de la Torá en presencia de las masas, constituye un honor muy singular. Pero, tal vez, la intención era totalmente diferente. El propósito más probable fue el de establecer el marco debido e imponer un límite a los poderes del mélej, quien tiene que regirse por las mitzvot contenidas en la Torá. Estas mitzvot eran conocidas por todos. Porque Moshé, también le dice al pueblo, veatá kitevú lajem, que quiere decir y ahora escríbanlo ustedes, palabras que nuestros jajamim interpretan como la obligación individual de escribir un ejemplar de la Torá. La escritura de la Torá es la última mitzvá y es la número seiscientos trece.
Aquí vemos que la Torah entregada a los sacerdotes quienes la portaban y la cuidaban, era leída por la autoridad máxima: el Rey, lo hacía cada siete años. Con el paso del tiempo y el pueblo judío deportado de su tierra y disgregado por todo el mundo, adoptó la lectura de la Tora de manera semanal, con el fin de mantener la unión del pueblo bajo una sola visión, para que cuando llegara el momento, se supiera, a través de la identificación con la Torá, quiénes pertenecían al pueblo elegido por Dios. La dirigencia judía se destacó a través de las épocas, por los lazos de unión con el ritual y el cumplimiento de la Torah y la cultura. Algunos líderes dejaron, con el tiempo, de ser observantes de la ley judía, sin embargo aún quedan algunos trazos de la ideología y ley judía dentro de los estatutos de las comunidades judías.
En algún momento, los líderes comunitarios habrán de entender la Torá, los preceptos y para qué realmente se necesita de la existencia de las comunidades judías, no solamente como entes que agrupan judíos, sino entidades con una identidad en común, basada en el ancestral legado Divino: la Torá.
Devarim 31:6 → "Sed fuetes y sed valientes, no temási nio os aterréis de ante ellos; ya que Ado-nai tu Dios, El es el que va contigo, no te soltará ni te abandonará".
El Rabino Samson Raphael Hirsch explica que, "por lo tanto, en nuestra opinión, el significado es que Él no te dejará ir, te sostendrá rápidamente, no te dejes caer, no permitirá que te arrebaten de Sus manos. Según esta interpretación, así, LO IRFAJ –No te soltará- apoya la JAZAKU –sed fuertes- no se dejen vencer, porque es la mano de Dios que te sostiene rápidamente. Mientras te aferren firmemente a El, las naciones no serán capaces de dominarte".
La fortaleza de una persona viene de adentro, más que de la fuerza física, pero la fuerza física y mental es necesaria para vencer el mal. Cuando la causa es de justicia, no se debe temer enfrentar cada situación, así sea físicamente, la fuerza de Dios la tenemos cada uno dentro de nosotros, fe, saber que Dios está ayudando, fortaleza en los momentos muy difíciles, no dejarse caer, esas son las condiciones que debemos tener para salir delante en los momentos difíciles. Esto se aplica como pueblo, como ejército pero también individualmente, poner energía y fortaleza por una causa. Que Dios nos ilumine y nos acompañe, para que siempre hallemos la fortaleza para vencer todos los obstáculos que la vida nos presenta.
Devarim 31:7 → “Llamó Moshé a Yehoshúa y le dijo a él a ojos de todo Israel: Sé fuerte y ten valor, ya que tú habrás de venir con el pueblo éste, a la tierra que había prometido Ado-nai a sus patriarcas, para dar a ellos; y tú se la harás tomar en posesión a ellos”.
Abrabanel -Isaac Ben Yehuda Abarbanel o Abrabanel, Lisboa, Portugal 1437-1508- Explica que después de haber Moshé prevenido y alentado al pueblo para tomar posesión de la tierra, nombra públicamente a Yehoshua a ojos del pueblo entregándole el liderazgo del ejército para darles más seguridad a ellos.
Después de haber liderado al pueblo durante los 40 años que estuvieron en el desierto, para el pueblo también era difícil el cambio de liderazgo, al hacer esta entrega de manera pública, no solo le daba seguridad y confianza al pueblo sino le daba fuerza, valor y autoridad a Yehoshúa su sucesor. De ahí se aprende a dar a conocer al pueblo la sucesoria de poderes y la entrega de manos de quien estaba liderando. Da la sensación de continuidad y bienesatar.