La presidente de México Claudia Sheinbaum Pardo, reconoció y recibió esta semana a la embajadora de un estado inexistente hasta el día de hoy: Palestina. A pesar de tener padre y madre judíos Claudia no se identifica como judía ni con ninguna otra religión. Su vida se proyectó hacia la izquierda -al igual que sus padres y tal vez por eso no le inculcaron valores judíos-, ella vio festejos judíos en las casas de sus abuelos, de nada sirvió. El 12 de octubre del 2024, reconoció la solución de dos estados y reconocer tanto a Israel como a Palestina, quedé muy agradecida cuando dijo que también había que reconocer a Israel. Condenó el ataque del 7 de octubre y también condenó a Israel por su “ataque” a Gaza, lógicamente ella no lo entendió como un acto de defensa nacional, mejor dicho, ella no entendió ni creo que logre ya entender nada del medio oriente a esta altura. De hecho, ella considera violación del acuerdo con Hamas el ataque de Israel contra Gaza. Ojalá también hubiera reconocido todas las violaciones no solo al acuerdo por parte del Hamas que es el gobierno palestino sino a la toma de secuestrados, torturas, violaciones, asesinatos a sangre fría incluyendo niñitos y bebés y fake news. Tal vez ella no les presta atención a las noticias verdaderas, solo lee las redes, es que son más divertidas y no hay que pensar ni analizar tanto.

En realidad no me importa si se siente o no judía, si es leal a sus raíces o no, si tiene o no fe; cada cual con sus cosas; solo me molesta su posición en la silla de la ignorancia.