Recientemente el escándalo de la presencia en Colombia de la secta Lev Tahor, quienes se dicen judíos, originalmente eran realmente judíos extremistas, más allá que los judíos ultraortodoxos de Naturei Karta, -ya estos últimos extremistas- esta secta se fundó en 1988. Tienen cultos bastante alejados de la ley judía, los niños que han secuestrado con engaños no eran judíos y se supone que ellos los convirtieron a su manera, por eso algunos no los consideramos realmente judíos, otros sí. De cualquier manera, sus crímenes no solamente que merecen cárcel, sino que para el judaísmo representan Hilul Hashem: Profanación del nombre de Dios. Claro está que, para los antisemitas, esta secta es como un pasabocas delicioso para ensuciar la ética y la moral en la que se basa el judaísmo.