Por primera vez en Colombia, las comunidades judías nacionales se unieron bajo el techo de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia CCJC, para manifestarse en una sesión en Facebook conmemorando 77 años del levantamiento del Gueto de Varsovia y 75 años de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
La noche del lunes 20 de abril, el Facebook de la CCJC recibió alrededor de 600 personas que tuvieron la oportunidad de presenciar la manifestación recordando la Shoa en vivo y el video ha tenido más de 3500 vistas hasta ahora. En un trabajo artístico realizado en conjunto, donde desfilaron diversas personalidades, empezando por el presidente de la Confederación el Sr. Jean Claude Bessudo. Representantes de comunidades y de instituciones de todo el país pudieron enviar su mensaje, cada uno de ellos lleno de sabiduría y emotividad.
Rabinos capitalinos, Rav Alfredo Goldschmidt, Rav Iehuda Gitelman, Rav Avi Amsalem y Rav Yehoshúa Rosenfeld, emitieron sus oraciones tradicionales, en ésta ocasión con más afectividad. El montaje de la canción Eli Eli, coordinado por la señora Deby Korn, con la participación de la famosa actriz Yaneth Lukier y otros personajes entre niños y familiares, dieron un brillo especial a la presentación, al igual que Lu Yehí, canción entonada por Daniel Rosenthal y Roger Rosenthal de la AIM.
Las sensibles palabras del Embajador de Israel en Colombia Christian Cantor, desde la Embajada de Israel y el saludo de dirigentes comunitarios de Cali, Barranquilla y Medellín se combinaban con la representación de estudiantes del Colegio Colombo Hebreo, Fundación Zajor y Nacho Cartacho entre otras instituciones.
Los sobrevivientes, sus familias y diferentes comunitarios encendían desde sus casas una vela, y ésta vez, cada una de las personas logró ver la emoción en cada rostro de los participantes, pudo escuchar cada palabra, y lo que es mejor: el video aún se puede ver en la página de Facebook de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia.
Cerró la actividad la presentación de la Filarmónica de Jerusalem, en la que cada miembro desde su hogar interpretaba su instrumento musical, incluyendo un pequeñito violinista probablemente hijo de algún miembro de la filarmónica, con el himno de Israel.
Lo sorprendente: en 28 minutos, se participó más que en los acostumbrados actos de tres horas de duración en físico. Kol Hakavod a la CCJC, a los directivos, colaboradores, participantes y todas las manos que estuvieron detrás de las pantallas para que este acto saliera “a pedir de boca”.
