Por los años 90, se fundó el Beit Avot, sus residentes venían de la antigua Casa Erna, en ése entonces la señora Tzili Kahn Z”L, Rosita Kerpel Z”L, Bertha Schraer de Celnik Z”L, Sarita Szapiro, Bertha Brandway, entre otras personas, le ponían el hombro a ésta tarea del alma. Los viernes en la noche, solían ir para el Cabalat Shabat y la cena correspondiente, el Sr. Eliécer Celnik y su señora Bertha, quienes alegraban la noche. Cuando se fundó el Beit Avot en el norte, sus espacios se vieron ampliados no solo territorialmente sino llenos de más y más amor. Las actividades proliferaron hasta convertirse en una de las empresas más activas de nuestra comunidad. Estamos hablando de teatro, desfile de modas, magia y todo tipo de actuaciones, llenaron los espacios de la gran casa de nuestros abuelitos.
Así como la señora Erna Schor Z”L en su época había donado su casa para la residencia de nuestros mayores, así el señor Hyman Abady junto con otros donantes como el sr. Max Wiznitzer, tuvieron ésta bella visión. Hoy, El Beit Avot, cumple una misión importante, no solamente cubre las necesidades básicas, sino que cumple una misión social que nos afecta a todos y cada uno de los miembros comunitarios, y es por eso que todos debemos estar al frente de éste proyecto de una u otra manera. La Dra. Estela Coiffman al frente del cañón, y con la ayuda de todo el personal y todo el voluntariado, hacen que ésta residencia sea agradable y divertida, pero ante todo, segura y protectora.
Los residentes del Beit Avot pudieron tener una celebración de Pesaj como Dios manda (literalmente), y así cada una de las celebraciones. El rabino Alfredo Goldschmidt, cada viernes, vía Zoom, les entrega un momento de Cabalat Shabat con sus canciones y alegría, y su vida se alegra y se enriquece. Es por eso que quisimos colocar en actividad comunitaria éste afiche pues ésta no es una casa para albergar mayores. Esto es parte de nuestra vida y de nuestra alma, es la extensión de nuestra vida, son todos nuestros mayores y merecen nuestro amor y más.
