El internet, es sin duda una de las grandes invenciones del siglo XX. Se trata de una innovación poderosísima, al punto de que resulta difícil estimar o dimensionar sus implicancias en el mundo de los negocios, las comunicaciones, la sociedad y la cultura tanto en el futuro inmediato como en el lejano. En los siguientes conceptos intentaré analizar el impacto del internet en el judaísmo de la diáspora a partir de encuentros que mantuve con judíos y con comunidades en diferentes partes del mundo.
Nos sentimos cerca
En términos generales el uso del internet ha traído bendición al mundo de la diáspora judía. Comunidades geográficamente alejadas se sienten conectadas al mundo judío en virtud del internet. El hecho de que la información se encuentra cercana, disponible y que es posible ser parte de las redes sociales judías aun cando se vive en sitios alejados permite sentirse cerca. Hace ya unos años visité la comunidad judía de Auckland en Nueva Zelanda. Desde el punto de vista geográfico se trata de una de las comunidades más alejadas del mundo, empero según palabras de su presidente se trata de la comunidad más cercana al mundo judío en su sentir gracias a la conexión vía internet.
No solamente la psicología cambió a raíz de la conectividad mediante la internet, sino que también cambió la forma de estudiar en general y de estudiar Torá en particular. Si en el pasado no había fuentes de información disponibles para cada judío que desease estudiar Torá, en la actualidad el problema ya no es la carencia de información sino su exceso. Existen en la actualidad sitios de internet en los cuales existe material de Torá escrito, clases grabadas, clases interactivas, fórums de preguntas y respuestas en cuestiones halájicas, de judaísmo para principiantes y para alumnos más avanzados, enseñanza de la lengua hebrea, estudio de yeshivá, estudio para graduarse como rabino y diferentes títulos de idoneidad halájica, enseñanza de canto litúrgico o jazanut, cursos de lectura de la Torá y más.
Hace unos meses visité conversos en la isla de Madagascar, y estos me invitaron a sumarme a su rezo matinal de día de semana. El rezo fue conducido según la usanza sefaradí jerosolimitana, sin error alguno y con la melodía exacta de sus escalas musicales tradicionales. Cuando inquirí quién era el maestro que enseñó al oficiante o si había éste estudiado en una yeshivá en Israel, su respuesta fue: No, aprendí a rezar… ¡por Youtube!
Cientos de miles de sitios transformaron al judaísmo en accesible para el público general.
Una persona puede estudiar Torá sin salir de su casa, sin asistir a la sinagoga o a la comunidad judía de su ciudad de residencia, sin padecer de embotellamientos de tránsito ni lidiar con la inseguridad imperante en muchas de las grandes urbes. Maestros y rabinos de instituciones religiosas israelíes afirman haber creado verdaderas comunidades virtuales con alumnos y alumnas que llegaron al país por un año y con quienes el vínculo se mantiene una vez que estos han retornado a sus países de origen. En Moscú, San Pabló o Méjico, enormes metrópolis con un tráfico sumamente pesado, se llevan a cabo innumerables clases vía Skype para evitar atascarse en un embotellamiento.
No solamente los judíos se transformaron en estudiosos de la Torá en virtud de la aparición de la internet sino también los no judíos. El mundo cristiano y principalmente el evangélico se sienten sumamente cercanos al judaísmo y a los judíos, hacen uso de los sitios de estudios judaicos a los efectos de profundizar sus conocimientos sobre los fundamentos de la fe judía. Basta con leer algunos comentarios que dejan lectores cristianos en los distintos sitios procurando entender el significado de canciones jasídicas revelando así un gran amor por la música judía a la vez que una gran carencia en el entendimiento de sus letras para hacerse una idea de la envergadura del fenómeno en cuestión. Además, personas que procuran convertirse al judaísmo y sumarse a nuestro pueblo estudian diligentemente Torá mediante sitios de internet en un sinnúmero de idiomas y sienten así una mayor cercanía a nuestra fe.
Asimismo, el proceso de despertar y de acercamiento de individuos y grupos de judíos que por circunstancias históricas se vieron alejados de nuestro pueblo en el pasado se ve fuertemente influenciado por la existencia del internet. Existen yeshivot virtuales para el estudio de Torá de los descendientes de los cripto-judíos, así como también miles de sitios que alientan a estas personas a salir del armario, abandonar el cristianismo y retornar a la fe de sus ancestros. Todo aquel que se conecta a estos sitios siente la importancia del apoyo y el aliento recíprocos de quienes se encuentran en una condición similar.
El Rabino Google
En más de una oportunidad he visitado islas distantes tanto en oriente como en occidente, en diferentes países de África y Asia en los que existen comunidades judías. No eran pocos los que sabían recitar casi de memoria clases enteras de canales de difusión religiosa tales como "Hidabroot" o "Arutz Meir", incluso muchos conocían el programa de televisión que conduzco "Iehudí Olamí". En numerosas oportunidades cuando visité a los judíos de Bnei Menashé en la India me cercioré de que estudian judaísmo a un nivel alto. Siempre mencionaron a los sitios de internet como una fuente indispensable de refuerzo en su estudio. Las áreas de estudio prácticas son también aprendidas por internet. Visité una pequeña comunidad de ocho familias en la región amazónica peruana y para mi sorpresa todos poseían talitot con tzitziot anudados en sus cuatro puntas. Algunos de los nudos eran según la usanza ashkenazí y otros según la sefaradí, lo que tenían en común era que todos habían sido aprendidos a anudarlos por vía virtual.
Tal como mencionáramos en alguna oportunidad, nuestros sabios de bendita memoria explican el valor del exilio judío en los siguientes términos: "Los judíos no salieron al exilio sino para que allí se les sumen prosélitos" (Pesajim 87(B)). Empero en la actualidad somos testigos de un fenómeno inverso, los conversos se multiplican justamente en aquellos sitios en los que no existen comunidades judías, rabinos ni sinagogas. El vínculo de muchos de los conversos del mundo con el judaísmo es por medio del internet, y de esta forma numerosas personas se han tornado ilustradas y hasta doctas en temas judaicos.
Sin embargo, creo que el estudio y el acercamiento al judaísmo por medio del internet puede resultar un cuchillo de doble filo. Se está conformando un público de "judíos de internet" – conversos y personas que se acercan al judaísmo que conocen la Torá y construyen su identidad no por medio de rabinos y maestros en transmisión directa sino de modo virtual. A veces, no aprenden judaísmo sino una suerte de pseudo judaísmo, algo que se encuentra cercano a la tradición. El estudio clásico de la Torá está basado en que "Moshé recibió la Torá en Sinai, se la transmitió a Iehoshúa y este a los ancianos…". Así es como la Torá debe ser estudiada y transmitida, por medio de un vínculo personal y un análisis conjunto del mundo y de las fuentes; mientras que el estudio virtual generó algo nuevo y diferente. Si bien esto devino en acercamiento a la Torá y a la ilustración judaica, el sentimiento y la transmisión directa personal se han ausentado en esta forma de estudio.
Estudiar únicamente halajot vía internet sin un aprendizaje directo lleva a muchos errores en el cumplimiento de la norma. Recuerdo que llegué de visita a una comunidad pequeña de conversos me comentaron que cuidaban Shabat plenamente. Los alabé por ello, empero en el correr de nuestra conversación me contaron que acostumbran viajar en tren en el día sagrado. Esto me sorprendió ya que viajar en tren en Shabat está prohibido, y al preguntarles por qué procedían de ese modo me respondieron: "Aprendimos en la internet que se permite subir a un barco en víspera de Shabat que habrá de partir al día siguiente. Por lo tanto, pensamos que se permite también subir al tren antes de que inicie el Shabat".
Existe un fenómeno sumamente difundido y es el del Rabino Google, en el marco del cual personas buscan la respuesta halájica deseada sin recurrir a la ayuda de rabinos formados e idóneos en la materia que dicten o sentencien basándose en las fuentes y empleando criterio y sensibilidad humana en el análisis de cada situación particular.
Resulta imposible terminar el presente artículo sin mencionar una ventaja significativa que existe en el empleo del internet: el uso de la red ha traído una gran bendición al mundo en el área de la búsqueda de pareja en la diáspora en general y en las comunidades pequeñas en particular. En las comunidades poco numerosas que cuentan solamente con un par de cientos de miembros, tradicionalmente los jóvenes se han quejado que no tienen cómo conocer pareja judía. En la actualidad, los sitios de internet tales como JDate y otros se han transformado en un sitio de encuentro virtual tanto para jóvenes como para adultos que desean establecer hogares judíos con resultados sorprendentemente buenos.