Sus declaraciones
Joe Biden, el Presidente de los Estados Unidos, acaba de manifestar en su visita a Israel que “EEUU va a utilizar todo su poderío para impedir que Irán tenga el arma nuclear”. Asimismo, dijo que “Israel nunca estará solo mientras exista Estados Unidos” y “No hace falta ser judío para ser sionista”. Estas expresiones deben considerarse valiosas y valientes teniendo en cuenta que provienen de un Presidente Demócrata que en su propio partido existen nefastos personajes como Benny Sanders, Rashida Tlaib y muchos otros profundamente antisemitas, anti sionistas, anti Israel y pro palestinos.
Todos los analistas y políticos interpretaron que Biden se refería a poder llegar a utilizar su propio armamento nuclear para anular la posibilidad de que Irán llegara a conseguir la bomba atómica. Aparentemente sus declaraciones significarían un claro respaldo a las constantes advertencias del Estado de Israel que enfáticamente exhorta que la posesión por parte de Irán de las terribles capacidades nucleares sería un peligro no solo para los israelíes sino para todo el Medio Oriente y para el mundo también.
Apenas una esperanza
Sin embargo otros especialistas en la materia se preguntan si EE.UU sería capaz de defender a ultranza estas contundentes afirmaciones emitidas por el Sr. Biden pues consideran que hace mucho tiempo, desde la decisión en 1962 del Presidente Kennedy en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, ha abandonado toda posibilidad de usar “todo su poderío” para resolver las numerosas, difíciles y decisivas situaciones geopolíticas planteadas desde aquel momento.
A partir de finalizada la 2ª. GM, erigida por varios años como única potencia hegemónica nuclear global, los Estados Unidos no han dejado de perder oportunidades de ejercer esa supremacía disuasoria fundada en los hechos de Hiroshima y Nagasaki: a) desatendieron a un aliado como Chian Kai Sek y China cayó en la órbita soviética del genocida Mao Tse Tung; b) desperdiciaron la posibilidad de que las 2 Coreas quedaran unificadas; c) Vietnam, Camboya y Laos fueron un desastre táctico, estratégico y humano; d) por la ignorante incuria hacia un fundamental socio de Occidente y de Israel como lo fuera el Sha Reza Pahlavi Irán cayó en las sangrientas garras del Ayatola Jomeini y sus esbirros terroristas; e) el justificado operativo en Afganistán ha finalizado 20 años después con una ignominiosa y dolorosa retirada abandonando a 40 millones de personas en manos de los terroristas talibanes; f) la invasión a Irak terminó sometida a la voluntad de los iraníes; g) la primavera árabe, propulsada por Occidente, le permitió a Rusia hacerse fuerte en Siria, relegada a un segundo plano por EE.UU y, g) en América Latina, la renuncia expresa a su patio trasero ha facilitado la subsistencia de regímenes criminales y dictatoriales como Cuba, Venezuela y Nicaragua, los que han producido y siguen produciendo decenas de miles de presos políticos y millones de refugiados.
El lamentable, doloroso y controvertido “Tema Ucrania” amerita un análisis diferenciado pues pareciera surgir como un intento de reacción de los EE.UU. ante la estampida afgana mencionada y los casos descriptos ya citados.
La esperanza se afirma
Esta pequeña síntesis debe servir para que el Estado de Israel siga inspirándose en la trascendental frase talmúdica que dice “Si no me cuido a mí mismo, quién; si no es ahora, cuando”. Así fue la demostración organizada al Presidente Biden del nuevo “Sistema Defensivo Laser” para destruir en pleno vuelo misiles de mediano y largo alcance, el que se acopla a la ya efectivamente utilizada “Cúpula de Hierro” para misiles y cohetes de corto alcance.
Las vicisitudes geopolíticas del Medio Oriente, con un Irán desestabilizándolo junto a las organizaciones terroristas Hezbollah, Hamas y Jihad, han impulsado la formación de una nueva, y hasta hace poco inimaginable, Alianza entre Israel y los países musulmanes sunitas. A los Tratados de Paz con Egipto primero y Jordania después se le han sumado los Acuerdos de Abraham con los Emiratos Árabes y Bahrein y diversas formas de relaciones internacionales con Marruecos y Sudán.
De igual modo, la noticia que Arabia Saudita acaba de levantar las restricciones a los vuelos israelíes que circulen por su espacio aéreo dio lugar al siguiente mensaje del Presidente Biden: “La decisión histórica de Arabia Saudita de abrir su espacio aéreo para todos los aviones civiles, incluidos los que vuelan hacia y desde Israel, es un paso importante hacia la construcción de una región de Medio Oriente más integrada y estable”. Amén.