El pasado domingo 3 de diciembre, el Carmel Club Campestre se llenó, literalmente, hubo necesidad de estacionar en los campos de deporte. Si no se había visto con alguien desde la pandemia, allí en el Carmel estaba.
El Bazar anual de la WIZO, este año tuvo un ingrediente nuevo: todo lo recolectado iría para ayuda en las urgentes necesidades que Israel debe tener en estos momentos difíciles.
Los atractivos puestos funcionaron muy bien, tanto participantes como compradores y visitantes disfrutaron además de una tarde asoleada, que parecía contratada de aposta por la Wizo.
Durante el evento se exhibió el mosaico con los rostros de los rehenes capturados por Hamas.
Se comió delicioso como cada año y los niños disfrutaron mucho los jueguitos inflables contratados para la ocasión, además varios adultos aprovecharon la clase de pilates.
Kol Hakavod Bela Himlefarb y todas las señoras colaboradoras en el evento, como las de Café Kapulski, las vendedoras y promotoras.