“¿Por qué no podemos dejar que nuestros padres y abuelos tomen ellos solos la decisión de qué hacer con sus vidas?”, fue la respuesta que me dio el Dr. Milhem cuando le pregunté qué podía hacer para que mis padres vivan más cerca de mí. “Tú no eres mi competencia, serás mi sucesor”, le contestó al Dr, Mauricio Tawil cuando se refería al papel de Mohel, cuando hacía las impecables circuncisiones para el Brith Milah de tantos niños, hoy caballeros de esta comunidad. “Tú debes hacer lo que tu corazón te indique, siempre que sea productivo, y te haga feliz”. Le aconsejaba a su sobrino Isaac Nessim.

No puedo saber cuánta gente consultaba con el doctor Milhem sus casos, muchos de ellos nada que ver con medicina, y eso sucedía por la sabiduría que inspiraba nuestro querido y activo Dr. Pero es que él estaba activo, no solamente en su campo de medicina, lo cual hacía con excelencia y ojo clínico literalmente, trabajó tantos años en la Federación de Comunidades de Colombia, iba cada día a rezar a la sinagoga sefaradí, estuvo en juntas y su actividad solamente cesó dos semanas antes de su fallecimiento.

Mucha gente de nuestra comunidad puede contar anécdotas sin fin con el Dr. Milhem, la mayor parte de ellas se distinguen por su humor, lo que hacía desplegar mundos de visiones más optimistas frente a situaciones difíciles.

Puedo decir, porque soy testigo, que a su avanzada edad, sus limitaciones se suavizaban gracias al amor, ayuda y ternura de su hija Reyna Tesone y de su nieta Vivianne Tesone. Era el premio que recibía por haber sido un esposo amoroso, que acompañó y amó a su esposa hasta límites incomparables, lo que doña Graciela Finkielsztein de Milhem también sentía por él. Un padre presente y un abuelo incomparable. También escuché a varios decir “era mi mejor amigo”.

El 29 de mayo del 2008, en Hashavúa publicamos sobre el homenaje que la CHS realizó en vida al Dr. Milhem.

Nacido en Alepo en 1918. Llegó a Bogotá en 1938 y vivió de lleno su vida hasta abril de 2015. Ya desde su temprana llegada a Colombia, se reunía con sus amigos sefaradim para analizar cómo acercar a las tres comunidades.

En Hashavúa publicamos un artículo de uno de los episodios de su importante libro “Crónicas de la Comunidad Hebrea Sefaradí de Bogotá”, artículo que describe sobre las Damas Hebreas Sefaradí desde su creación, y otro artículo que escribió para Hashavúa, en septiembre del 2007, “Etica, buenas acciones”.

Algunos datos tomados durante el homenaje que le realizó la comunidad Hebrea Sefaradí en el 2008

- Más de 1000 Milot –circuncisiones religiosas- realizadas en diversas ciudades de Colombia y esporádicamente fuera del país, como Ecuador y Venezuela principalmente.

 -Alrededor de 40 años trabajando para las comunidades

- 7 años en la Federación de Comunidades

- 12 años como Presidente de la CHS

- Representó a las comunidades de Colombia en Chile, Perú, Argentina, Francia e Israel.

- Tuvo contacto personal con las siguientes personalidades entre otras: Golda Meir, Alberto Lleras Camargo, el poeta Guillermo Valencia, el cantante Raphael, Jorge Alfredo Jiménez, el tenor Tito Skipa, Pedro Vargas, Itzjak Rabin, Shimon Perez, etc…

- Sus pacientes no se limitaron a toda la comunidad sefaradí, tuvo muchos pacientes de la comunidad Ashkenazí y lógicamente también pacientes no judíos.

- Publicó un libro

- Muchísimos artículos (no se pueden contar)

- Trabajó en 5 hospitales, en el Hotel Tequendama como médico oficial del mismo y en consulta privada.

- Trabajaba 18 horas diarias

- Le encantaba la lectura

- El personaje que más admiraba era su padre.

- El lugar que más le gustaba era: su hogar.

Y su sueño con respecto a las comunidades judías de Colombia, que deseamos con todo el corazón sea leído detenidamente: “Ojalá  siempre haya un estado de cooperación, que no se vayan a separar, que sean un poco más apegados a la religión, cada uno a la medida que le da su deseo, que no se aparten de la religión. Si bien hay muchos caminos para llegar al mismo sitio, todos los caminos conducen a Roma, como dicen”.

Parte de la bibliografía fue tomada de

-Revista Salomon

-Hashavúa

-Relatos personales

-Colaboración de Reyna Tesone – Vivianne Tesone