2024-11-22 [Num. 1010]


Versión Imprimible

Columnistas  - Halajot en la Actualidad

Rav Daniel Shmuels

Unnamed
Por Rav Daniel Shmuels
Email:
Página Web:
Artículos del autor: 238
Bio:

Rav Daniel Shmuels nació en Bogotá, Colombia. Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, psicoanalista del Lacanian School of Psychoanalysis e hizo sus estudios rabínicos en el Rabbinical College of America. Fue First Assistant Rabbi para Ohev Shalom al igual que para el Chief Rabbinate of Florida. Fundador del Beit Din of South Florida, miembro de los Batei Din of America. Tradujo y editó el libro “Bienvenido al Judaísmo: Una Guía al Judaísmo Básico y la Conversión Judía Ortodoxa”. Actualmente es el Head Rabbi de la Keilá The Private Shul of South Florida.

Avodá Zará (adorar ídolos) y ortodoxia

2019-11-13

Chabad

Desde hace un tiempo vengo escuchando con más constancia una insinuación que antiguamente era muy sutil; de hecho, resultaba extraña escucharla pero se escuchaba. Se trata de comentarios que apuntan a cuestionar el judaísmo de una secta jasídica en particular por llevar a cabo idolatría y considerar a su Rebbe (Rosh Benei Israel -director espiritual-) como el mesías. 

La insinuación de poner en tela de juicio el judaísmo verdadero de dicha secta ultra ortodoxa se debe básicamente a que nuestro judaísmo en la actualidad establece que aún seguimos esperando la llegada del Moshiaj Tzidkeinu. Proclamar, en la actualidad, que Moshiaj HaMelej ya llegó va en contra de los Yud Guimel Yikarim Shel Rambam (Trece Principios de Fe de Maimonides). Aparte de ello, se insiste que dicha secta tiene una afinación por la idolatría explícita que no existe en ningún otro círculo ortodoxo debido a que sus miembros cuelgan retratos de su Rebbe en sus casas y oficinas, al igual que cargan su foto en sus billeteras y ponen cadenas con su foto en el espejo central del carro y en los coches y cunas de sus hijos, etcétera. Para las personas que cuestionan esta secta, tal comportamiento es Avodá Zará; vale decir, el aborrecible acto de adorar ídolos, pues de acuerdo a ellos se está adorando al Rebbe como si fuera Dios al tener tantas imagines de la misma persona a su alrededor.

Obviamente la idolatría es el pecado más reprochable dentro del judaísmo y todo aquel que lo lleve a cabo sin lugar a dudas, como lo legisla el Rambam en el Sefer HaMitzvot, “debe ser castigado con apedreamiento y extinción (Karet) física y espiritual del pueblo de Israel. A nivel Halájico, como lo expone el Rambam, este infame acto se castiga con la máxima pena. 

En cuanto a la penalidad por proclamar que Piluní Alef o Piluní Bet es el Moshiaj, la verdad es que objetivamente no existe ninguna Halajá puntual que prohíba tal nombramiento erróneo; por ende, no hay un castigo específico, mucho menos un caso en el cual se destituya a alguien de su judaísmo por ello. En tales circunstancias el caso sencillamente se cae por su propio peso. Nuestra historia es testigo de varios intentos fallidos que eventualmente fueron desbancados como es el caso de Bar Kojba, quien fue ungido por Rabí Akiva, o el terrible caso de Shabetai Tzvi con sus alfombras mágicas en los tejados, quien en última instancia terminó convirtiéndose al Islam. 

Nuestro judaísmo nos provee con una Halajá que nos guía en todos los aspectos, incluyendo los dos puntos mencionados anteriormente. El por qué alguien decide llegar a la abrupta conclusión que equis secta es culpable de idolatría y culpable de proclamar un falso mesías va más allá del análisis Halájico para caer en el campo de la psicología, antropología y sociología. Sin embargo, es importante aclarar puntos que son de vital importancia para aquellos que se entregan a este tipo de especulaciones y que yacen en nuestra Halajá.

De acuerdo al Rambam, en su Sefer HaMitzvot, las Mitzvot Negativas que incumben el repudiado acto de la idolatría son un total 29; de hecho, las primeras 29 de su listado de Mitzvot Negativas. Si bien, se puede ser culpable de cada una de ellas individualmente, es la sumatoria de todas la que determina la culpabilidad y el castigo. Queda fuera del espectro de este escrito el nombrar y explicar cada una de ellas; empero, aquel que desee sumergirse en dicha lectura podrá corroborar, sin lugar a dudas, que bajo ninguna circunstancia esta secta es culpable de idolatría. 

En cambio, para aquellos interesados en el concepto de Avodá Zará tal como lo expone nuestro Tanaj y Talmud, les propongo que revisen los trabajos del doctor en arqueología israelí, el doctor Israel Finkelstein. Entre sus numerosos descubrimientos ha logrado excavar en múltiples ocasiones, en diferentes estratos (esto hace referencia a diferentes épocas históricas), residuos de idolatría en forma de figuras de piedra y cerámica como Asherá, quien de acuerdo a la arqueología, es la esposa de Dios; sí, del Dios de Israel. Como una receta de cocina, combinen ambos conocimientos y tendrán la respuesta bastante clara frente a semejante asunción sin sentido.

Ahora bien, la realidad y la cotidianidad es muy diferente de la teoría; si bien, hay personas que deciden adherirse, por voluntad propia, a no tener ningún tipo de imágenes pictóricas ni esculpidas para asegurarse de no caer en idolatría, está bien y perfectamente permitido; empero, ello no quiere decir que ellos sí son judíos y los demás no porque caen en idolatría. Este fue un debate Halájico que persistió por muchos siglos y conllevó a que nuestro desarrollo artístico fuese mínimo y básicamente radicara en la arquitectura. A ver les comento la realidad, en muchísimas casas ultra ortodoxas hay fotos no del Rebbe sino del rabino Alef, Bet, Guimel, Dalet y más. Eso no es idolatría, no se está adorando esa imagen como si fuera Dios, tampoco se considera a esa persona Dios o el enviado de Dios y mucho menos es un “amuleto” de buena suerte como algunas personas lo desean presentar. Como dice el dicho en español: “El ladrón juzga por su condición”. Y eso es eso.

Ahora bien, es totalmente innegable que una gran mayoría de esta secta proclama abiertamente que su Rebbe es el mesías. De acuerdo a mi muy querido amigo, Rav Lane, miembro oficial de esta secta, este movimiento llamado “Yehí” o “Meshejiste” es algo que ha encontrado más fuerza hoy en día en aquellas personas que no tuvieron un contacto directo con el Rebbe. Lo paradójico del asunto, respondo yo, es que en la Yeshivá nos enseñan las Hiljot (Leyes) del Melej HaMoshiaj para determinar su veracidad. Es más, parte de nuestro Seder personal diario, establecido por el Rebbe, es leer de uno a tres Perokim (párrafos) de la Mishná Torá, donde están establecidas Hiljot Melajim e Hiljot Sanhedrin que especifican sobre este aspecto puntualmente. 

Entonces aún yo, habiendo estudiado en las Yeshivot del Rebbe y estando activamente involucrado con dicha secta por cuanto mi Mashpiah (mentor) es parte de la Hamjala de dicha secta, me cuestiono por qué algunos piensan que sin lugar a dudas el Rebbe es el mesías. A nivel Halájico no hay ningún comprobante de semejante posibilidad; sin embargo, el libre albedrío y el análisis individual de cada persona puede llevar a esa conclusión. 

Es mi muy humilde opinión que la historia nos dará eventualmente la respuesta. Nuevamente, no hay una prohibición frente a considerar a alguien el Mesías si ese alguien no es considerado un profeta falso, en este caso específico no se ha llegado a ese punto y estoy seguro que no se llegará a ese punto porque el Rebbe jamás se nombró mesías explícitamente y ningún Rosh lo ungió para que se estableciese como tal. Lo único que existe son conjeturas individuales, sin ningún fundamento Halájico, que han llegado a penetrar una gran parte de los miembros de esta secta. Pero ese posible error no los destituye de su judaísmo ni de su verdadera praxis ortodoxa. Esto es un pensamiento y opinión que debe ser analizada por cada individuo que llegue a semejante conclusión. 

La historia hará una corrección subjetiva grupal y continuaremos con las enseñanzas del Rebbe como hemos seguido con las enseñanzas de tantos Jajamim más, sabiendo que no son el esperado Melej HaMoshiaj, pero que su conocimiento y su sabiduría nos guían e iluminan por siglos a venir.



Comentarios de los lectores




Caracteres restantes: 300