Cuando los profetas y sabios de Israel hablaron de “redención”, pienso que se referían al Estado de Israel. Un ejemplo de esto es que, desde el punto de vista judío y a diferencia de la teología occidental, el mesías es un rey. Literalmente un rey que está encargado de un gobierno. Es decir, el mesías no es un maestro que va por las calles de la Galilea diciendo parábolas, sino que los judíos consideramos que el mesías es un líder político. De hecho la palabra “mashiaj” en hebreo significa ungido = el ritual que se hacía para coronar a los reyes.
El tema de que el mashiaj será un líder nacional es tan básico, que incluso Maimónides escribe sobre el mesías que: “En tiempo del futuro, el mesías se levantará y renovará la dinastía del rey David, restaurando su soberanía inicial” (Hiljot Melajim 12:1). Es decir, los sabios de Israel tenían clara la idea de que el futuro líder redentor será un personaje político. Nuestro pueblo nunca consideró que el mashiaj tendrá un liderazgo de simple carácter espiritual, sino también de carácter político al igual que el rey David.
Si analizamos la biografía del rey David ¿Qué fue lo hizo durante su vida? El rey David lideró el reino de Israel dándole éxito político. Lo que él rey David hizo la mayoría de sus días fue combatir en batallas con el fin de ayudar a Israel. Combatió en 18 guerras. Durante el poco tiempo que le quedó libre, el rey David escribió algunos salmos. O sea, la grandeza que el Tanaj le atribuye al rey David no es por solo por su emunah. La emunah es muy importante, pero lo que hizo grande a David HaMelej, ungido, es que él fue un gran líder nacional.
Así que para los judíos, el mesías no será un rabino, ni tampoco se supone que será un personaje que haga milagros. El mesías será un rey cuyo objetivo sea la liberación nacional de nuestro pueblo. El mismo Rabí Akiva durante el siglo II consideró que Bar Kojba era el mesías ¿Por qué? Porque Bar Kojba lideró la rebelión contra el Imperio Romano para así independizar Judea de manos de los colonizadores europeos. Los sabios de esa generación también consideraron que Bar Kojba era el mesías, hasta que los romanos lastimosamente lo vencieron y lo asesinaron.
En otras palabras, los sabios de Israel tenían claro que el personaje candidato a ser mesías será un líder con objetivos nacionales. Pero si este personaje fracasa en traer independencia política a Israel, es señal de que él no es mesías sino que era falso.
Los judíos tampoco creemos que la redención sea un evento apocalíptico. A diferencia de las distintas teologías que consideran que habrá un evento que pondrá fin al mundo, los judíos consideramos que el mundo será igual, pero con la diferencia de que el Pueblo de Israel tendrán independencia nacional. Dice el Talmud (Berajot 34:2) “No habrá ninguna diferencia entre el mundo actual y la era de mashiaj, excepto nuestra emancipación de la subyugación a las naciones”.
¿Entonces por qué hay un par de grupos jasídicos que se oponen al sionismo? Hay un debate en el Talmud (Sanhedrin 97:2) sobre cuándo comenzará la redención de Israel. Una postura del debate opina que la redención vendrá cuando Israel hagamos teshuva, mientras que la otra postura dice que la redención de Israel vendrá sí o sí; aún sin que Israel hagamos teshuvá.
El argumento de los reducidos grupos ultra-ortodoxos que se oponen al sionismo es que Israel se creó como un Estado laico y por lo tanto no es meritorio de ser instrumento para el mesías. El Rebbe de Satmer, grupo jasídico anti-sionista, opinaba que está prohibido crear un Estado Judío antes de la llegada del mesías.
Es decir, que incluso los pequeños grupos religiosos anti-sionistas son conscientes de que la redención es un concepto nacional. La discusión no es alrededor de ese tema. La discusión realmente es sobre cuándo y cómo debe hacerse esa liberación nacional. Personalmente tengo amigos Satmer de Nueva York con los que discuto estos temas. Ellos tienen un profundo amor por el Pueblo Judío como tal y entienden la idea de la redención nacional, pero simplemente les duele el laicismo israelí.
Beezrat Hashem que sigamos apoyando nuestro Estado. Por fin, después de 2000 años de exilio, volvimos a nuestra tierra y nuevamente tenemos un ente nacional; tal como lo vieron nuestros profetas y como lo entendieron nuestros sabios. Gracias al sionismo vivimos en la época de la redención, de eso no cabe duda. La pregunta es si nosotros como individuos vamos a tomar parte en elevar el contenido de nuestro Estado. Con ayuda de Hashem, que sigamos apoyando a nuestros soldados, educando a nuestros jóvenes, cuidando a nuestros mayores para así seremos luz de las naciones, amén.