En estos tiempos de profunda incertidumbre, (salud mental y física) donde la economía nos deja supremamente nerviosos, nos hemos dedicado entre lo posible reuniones virtuales (vía Zoom).

Hace unos cuantos días, estábamos en una conferencia vía Facebook, con un escriba irlandés y se me ocurrió “hojear” lo que comparte; para mi sorpresa, bastante desagradable, además encontré 3 mapas de Israel, con coloración verde, y cada uno mostraba una disminución del mismo, con la leyenda : desaparición del “territorio palestino” y con una nota que dice fulano, limita las personas que pueden contestar a eta foto!.

Inmediatamente dejé la charla y recordé la cantidad de veces que he discutido, que se hace en casos similares: ¿leo un libro de un escritor antisemita, escucho la música que me llega al alma pero que fue compuesta por un antisemita, o algo que necesitemos con urgencia?

Hace unos años, el director emérito de la orquesta Isarelí Zubin Mehta, logró después de mucho tiempo y explicaciones que aceptaran tocar a Wagner en Israel. Era el compositor favorito de Hitler y a pesar de no ser su contemporáneo, también era antisemita. 

Esto me hizo recordar una “aclaración” que me hizo hace muchos años mi jefe, en ese entonces, en el almacén en Jerusalem, cuando no quise comprar un borrador por que era producto alemán, a lo cual el me contesto:” Israel está construido con el dinero que Alemania para en compensación de todos los bienes materiales que robaron…

Desafortunadamente yo sigo con mis dudas….