El Pintor de Auschwitz es un libro publicado este año por el escritor y periodista Jacobo Celnik, miembro de la comunidad judía de Colombia. 

Antes de cualquier reseña va un pequeño disclaimer: soy amiga del autor. Recibí una copia del libro con el fin de preparar un conversatorio de lanzamiento que realizamos como parte de las actividades de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia. 

Habiendo dicho eso, mi reseña no será en lo más mínimo imparcial (y la verdad nunca lo son) y en el caso particular de este libro me es imposible distanciar mis experiencias personales con la lectura, puesto que gran parte se sitúa en mi comunidad, en mi colegio, con personajes que conozco y quiero. Es un relato completamente personal para el autor y en menor grado también personal para mí, así que más que una reseña lo que viene a continuación es una serie de impresiones.

Siempre me han interesado historias que hablen sobre la identidad de ser judío en la diáspora y muy particularmente lo que es ser judío en América Latina y Colombia. Creo que no hay relato que me haya encontrado que narre una experiencia tan cercana a la mía como la historia de la familia Celnik. Judíos colombianos que llegaron al país antes de la Segunda Guerra Mundial, con una mano adelante y la otra atrás, buscando un nuevo hogar. 

El autor es segunda generación nacida en Colombia, igual que yo. Colombianos y judíos los dos, con identidades y pasados familiares que llevamos con nosotros. No había forma que este libro no me atrapara desde las primeras páginas (de hecho tengo vagos recuerdos propios de la escena de partido de fútbol con la que abre el libro). 

Personalmente, los primeros capítulos son los que más me atraparon. Posiblemente por esa nostalgia noventera, por la familiaridad de las calles bogotanas, los nombres y las experiencias allí narradas. De ahí el texto se devuelve en la historia, a la Bogotá de mitad de siglo XX y a la vida del personaje que le da título al libro. Todos entrelazados con una presencia constante de la música (¡hay hasta playlist!) y de la voz narrativa del autor (que debo decir que extrañé en el único capítulo en el que le da espacio a otro "yo"). 

Es un libro que invita a pensar, a recordar, a buscar y a sentarse en una tarde lluviosa acompañada de un buen café y dejarse perder en sus páginas. ¡Super recomendado! 

(Pueden conseguir el libro en las principales librerías del país o por internet). 

Vea el conversatorio de lanzamiento del libro a continuación: