Siempre hemos puesto más atención en aquellas cosas que nos hacen sufrir, no en aquellas que, pueden ser o no escasas pero que merecen ser mencionadas.
La historia de Andrée Geulen, es poco conocida. Nace en Schaerbeek, Bélgica el 6 de septiembre de 1921 y muere el 21 de mayo del 2022 en Bruselas.
Su familia pertenecía a la burguesía media alta y era bastante liberal.
Después de la invasión Germana a Bélgica, en mayo de 1940, el país fue puesto totalmente bajo la bota militar nazi, por ese entonces, Geulen resolvió entrar como profesora en una escuela primaria.
Al pasar de los días cayó en la cuenta que ciertos niños traían cosidas a sus ropas estrellas amarillas que dividía cada salón en 2 grupos diferentes marcando así el comienzo de la persecución a los judíos
Resolvió entonces que todos los niños deberían ser iguales por lo que decidió que debían usar una bata blanca sobre sus ropas, bata que ella proporcionó y que ocultaría tal distinción
Desafortunadamente fue descubierta. Poco a poco los niños fueron desapareciendo, habían comenzado las redadas.
Ida Sterno, otra profesora del plantel, al ver su preocupación y deseo de ayudar, la presentó a un pequeño grupo: “comité para la defensa de los judíos”, en la primavera de 1943 (era una de un pequeño grupo que no eran judíos y deseaban ayudar).
Su papel era el de contactar a las familias judías y persuadirlas de salvar a sus hijos ocultándolos en familias o instituciones católicas, usando identificaciones falsas y quienes serían devueltos una vez terminara la guerra.
Convenció entonces a la directora del colegio, Odile Ovart – Henri, para que ocultara a 12 pequeños; desafortunadamente hicieron una redada y arrestaron a la directora quien con su marido fueron enviados a un campo de concentración en donde fueron asesinados.
Andree también fue detenida, pero, por un golpe de suerte, logró escapar y advirtió a los chicos para que no se presentaran al día siguiente en escuela.
Ella y su amiga Ida Sterno permanecieron ocultas, asumiendo otra identidad. Sterno fue arrestada en 1944.
Andree logró salvar personalmente a más de 300 niños.
Después de la guerra se involucró con la comunidad judía de Bélgica, manteniendo contacto con los jóvenes a quienes ayudara a salvar, reuniéndolos con los contados familiares que lograron sobrevivir.
Contrajo matrimonio con Charles Herscovici, sobreviviente de un campo de concentración.
Su trabajo de ayuda hacia la comunidad judía nunca terminó y por lo que fue reconocida como; “Justa entre las naciones” en 1948 se le otorgó la nacionalidad israelí. Al recibir tales honores dijo: “Solo cumplí con mi deber, desobedecer esas leyes era justamente lo lógico”.
Otra heroína desconocida fue Sol Hachuel, nacida en Tánger, Marruecos en 1817. De una belleza excepcional y de quien el sultán se enamorara perdidamente. Sol nunca le dio ninguna esperanza, pero la envidia hizo que dijeran que se había convertido al islam, por lo cual ya no podría negarse a los deseos del sultán. Al negarse de nuevo fue decapitada por no ser una buena musulmana, tenía 17 años y antes de morir dijo” judía nací y judía he de morir”.
Fue inmortalizada en canciones, libros y pinturas.