“Si tenemos que elegir entre estar muertos y ser compadecidos…o estar vivos, pero con mala imagen, elegimos estar vivos y tener mala imagen”. Golda Meir.
Siempre que Israel es atacado, ya sea por estados o por organizaciones terroristas, inmediatamente grupos incoherentes y antisemitas comienzan a vociferar el término “proporcionalidad” en la respuesta israelí. ¿Pueden ser “proporcionales” la matanza de civiles, la decapitación de niños, las violaciones a mujeres, la destrucción de hogares y la toma de rehenes ancianos y bebés de 9 meses de edad?
El 7 de octubre de 2023 será tristemente recordado como el “Sábado negro”, en Simjat Torá (la Fiesta de la Torá) convertida en el día más oscuro del asesinato de judíos desde la Shoáh (Holocausto).
Cabe preguntarse: lanzar las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, matando e hiriendo a centenares de miles de japoneses, ¿Hubo proporcionalidad en los mencionados ataques?. La respuesta la tendrá cada uno según su ideario, pero la realidad de aquel entonces poseía varias preguntas previas: ¿Por qué Japón inició la guerra sorpresivamente en la mañana del Domingo 7 de Diciembre de 1941 destruyendo Pearl Harbor y matando a miles de marines y civiles en un solo acto y en un solo día?. Y una segunda pregunta: ¿Tenían los Estados Unidos, después de los centenares de miles de soldados caídos en la Guerra del Pacífico y en su última batalla de la Isla de Okinawa, la opción de no sacrificar a otros cientos de miles de jóvenes reclutas americanos en la invasión y conquista de la propia isla japonesa?
Si pudiéramos viajar en el tiempo se podrían realizar las mismas preguntas para la actual guerra del Medio Oriente: ¿Por qué los depravados de Hamas invadieron al Estado Judío asesinando, degollando, incinerando a los habitantes civiles, mujeres, jóvenes, niños y bebés de los kibutzim, moshavim y poblados del sur del país?. Y la segunda pregunta: ¿Debería Israel callar y no actuar ante la exterminación de 1.400 seres humanos, miles de heridos, muchos de gravedad, y más de 250 rehenes tomados en cautiverio, incluyendo a un bebé de 9 meses de edad?
En estos momentos también existen preguntas previas: ¿Por qué Israel debe ser contenida y acusada de “desproporcionalidad” en su accionar cuando ésta no es la primera guerra que inicia Hamas y sus secuaces?
Desde el año 2008, durante 15 años, Hamas desencadenó varias guerras misilísticas, aunque ninguna tan monstruosa y salvaje como esta. Por lo tanto, Hamas debe ser erradicada de la Franja de Gaza a fin de que no pueda tener una base territorial para sus abyectas acciones criminales, tal como los EE.UU lo hiciera con Al Qaeda en Afganistán y con el ISIS en Irak y Siria.
Justicia sería otorgar la razón al justo, a la víctima, según las virtudes del derecho que le corresponde. En este caso se la debería aplicar al Estado de Israel castigando al victimario que sería Hamas.
Pero ¿Qué Organismo Internacional impartiría esta clarísima concepción?
¿La inoperante ONU (Naciones Unidas) que a través de la degradada y cómplice UNRWA (Agencia para los refugiados de Palestina) solventa y participa de las enseñanzas al odio a los judíos y promueve los campamentos de niños y jóvenes gazaties donde los entrenan con armas reales a matar israelíes?
¿La desvencijada izquierda socialista unida inexplicablemente con los entes teocráticos islamistas, que, si fueran a vivir a Irán, Pakistán, Afganistán, a la misma Gaza gobernada por Hamas y a otros países musulmanes serían lapidados, ejecutados y colgados de grúas en los centros de las Capitales de dichos países para demostrar a los sumisos que no se atrevan a vestir a la occidental, a ser gay o lesbiana, a escuchar música de los herejes, etc.?
Romain Rolland, Stefan Zweig y Jean Jaurés estarían llorando del dolor ocasionado por esta caterva de imbéciles que han usurpado el socialismo.
Aunque no sea del agrado de un mundo cínico e impúdico queda aún la defensa humanista, o sea la satisfacción que se toma del agravio o daño recibido, supeditada a lograr la menor cantidad de daños colaterales, siendo cuidadosos con los civiles inocentes.
Es el operativo existencial que está desarrollando en estos momentos el Estado Judío de Israel.