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Judaísmo  - Otros

Raquel Goldschmidt

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Por Raquel Goldschmidt
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El plato roto, compromiso judío

2025-02-19

Compromiso
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¿De dónde viene la idea de romper un plato en el compromiso matrimonial judío?

La tradición de romper un plato durante el compromiso matrimonial judío tiene profundas raíces culturales y simbólicas. Esta costumbre se conoce como "Tana'im" (Tnaim o tenaim), que significa condiciones. Se trata de un acuerdo formal entre las familias de los novios que se sella con la rotura de un plato generalmente de cerámica. Este acuerdo se termina el día del matrimonio oficial siendo reemplazado por el documento de matrimonio o Ketuvá.

El tnaim o compromiso ya implica una obligación y para disolverlo habría que recurrir a un divorcio, tal como si la pareja estuviera casada.

Por lo general, el tnaim se celebra ante un Rabino o Seminarista, aunque no necesariamente en una sinagoga. Es costumbre hacerlo en la casa de los padres de alguno de los novios, tradicionalmente, de la novia.

En las comunidades más tradicionalistas, el padre de la novia es quien dispone la fecha, el momento y las condiciones del tnaim.

Aunque, hoy en día, casi todos los contratos de compromiso, así como todas las ketuvot, tienen el mismo texto, con los mismos derechos y obligaciones para todas las parejas (lo cual no era así en otros tiempos, en los que cada familia pactaba condiciones especiales, dotes, etc.)  

El tnaim es realizado por casi todas las parejas ortodoxas y en el movimiento conservador, algunas parejas también lo celebran. En algunos casos, en la ortodoxia moderna y en el conservadurismo, si el compromiso no se celebró previamente a la boda, se lo realiza simbólicamente el día del matrimonio civil, es decir, unos días antes de la jupá. 

Así como el novio rompe una copa al finalizar la ceremonia de casamiento, bajo la jupá, es costumbre que las madres de los novios rompan un plato durante el compromiso de sus hijos.

Además, se suele decir que, “si está escrito que algo deba romperse, que sea ese plato y no la unión de la pareja”. Una costumbre más popular que religiosa es que, luego de romperse el plato, la novia reparta los trozos a sus amigas solteras, como augurio de un pronto matrimonio.

A partir de celebrado el compromiso, los miembros de la pareja ya son considerados jatán (novio) y kalá (novia). Es decir, ya pueden empezar a imaginarse bajo la jupá, porque ya han empezado a recorrer el camino que los llevará a unir sus vidas.

El acto de romper el plato tiene varios significados:

Simboliza el pacto: La fragilidad del plato roto simboliza la seriedad y la irrevocabilidad del compromiso, recordando a los novios y a sus familias que el acuerdo matrimonial no debe tomarse a la ligera.

Evoca el Templo destruido: Al igual que en la boda judía se rompe una copa para recordar la destrucción del Templo de Jerusalem, romper un plato durante el compromiso también sirve para mantener vivo el recuerdo de la pérdida y para señalar que, incluso en momentos de alegría, se debe tener presente la historia y las dificultades del pueblo judío.

Alegría y celebración: El sonido del plato rompiéndose marca un momento de celebración y puede ser acompañado por cantos y exclamaciones de alegría “¡¡¡Mazel tov!!!” por parte de los presentes.

Esta tradición, ha sido transmitida de generación en generación y sigue siendo una parte importante de las costumbres de compromiso.

El origen histórico de romper un plato en el compromiso matrimonial judío se remonta a la Edad Media y está profundamente arraigado en la tradición judía. Esta costumbre de "Tana'im" se originó en la comunidad judía sefardí.

La práctica de romper un plato durante el compromiso que tiene varios significados simbólicos, ya mencionados anteriormente, como el pacto firme e irrevocable entre las familias de los novios y la unión de las dos familias. 

Hay ejemplos históricos en los que la ceremonia de Tana'im se volvió necesaria para reforzar la seriedad del compromiso matrimonial judío. En tiempos antiguos, los compromisos a menudo se rompían con facilidad, lo que llevaba a situaciones incómodas y deshonrosas para las familias involucradas. La implementación de la ceremonia de Tana'im, con la rotura del plato, sirvió como un mecanismo para hacer que el compromiso fuera más serio y vinculante.

Además, en algunas comunidades judías, la ceremonia de Tana'im se volvió especialmente importante durante períodos de inestabilidad social y política. En esos momentos, reforzar los lazos familiares y comunitarios a través de compromisos formales ayudaba a mantener la cohesión y la continuidad cultural.

En épocas antiguas, no era raro que los novios se desaparecieran o que los novios se fugaran. En muchas culturas, los matrimonios a menudo eran arreglados por las familias, y los novios no siempre tenían la oportunidad de conocerse bien antes del compromiso. Esto podía llevar a situaciones en las que uno de los novios, especialmente el novio, decidiera no seguir adelante con el matrimonio.

En la antigua Israel, el período de compromiso (kiddushin) era considerado tan vinculante como el matrimonio en sí y romper un compromiso podía tener serias consecuencias legales y sociales.

Estas fugas y desapariciones eran a menudo motivadas también por el deseo de buscar el amor verdadero o de evitar las obligaciones legales y financieras asociadas con el matrimonio arreglado.

Las guerras podían tener un impacto profundo en los matrimonios antiguos, causando separaciones, pérdidas y cambios en las estructuras familiares.

Hubo casos en los que los novios judíos no volvieron para cumplir su promesa debido a diversas razones. Algunas de las más comunes incluyen:

Guerras y conflictos: Durante tiempos de guerra, los hombres podían ser reclutados para luchar y, en algunos casos, no regresaban. Esto dejaba a las novias esperando en vano y a menudo resultaba en matrimonios no consumados.

Circunstancias económicas: En algunas situaciones, los novios podían enfrentar dificultades económicas que les impedían cumplir con los compromisos financieros asociados con el matrimonio, como el pago del "mohar" (una dote o precio de la novia).

Fugas y desapariciones: Aunque menos común, había casos en los que los novios decidían fugarse o desaparecer, a menudo para evitar matrimonios arreglados o por razones personales.

Muerte repentina: En tiempos antiguos, la mortalidad era alta y los novios podían fallecer antes de que se completara el matrimonio, dejando a sus prometidas en una situación difícil.

Estas situaciones eran desafiantes y a menudo requerían soluciones legales y sociales para proteger los derechos de las novias y sus familias.

En la tradición judía, cuando un compromiso no se cumplía debido a la desaparición del novio o a otras circunstancias, había varias maneras de manejar estas situaciones para proteger los derechos de las novias y sus familias.

Contratos legales: Durante la ceremonia de Tana'im, se firmaban contratos formales entre las familias de los novios. Estos contratos establecían las condiciones del matrimonio y las obligaciones de ambas partes. Si el compromiso no se cumplía, el contrato podía ser utilizado para resolver disputas legales y garantizar que las promesas hechas fueran respetadas.

Apoyo comunitario: Las comunidades judías eran muy unidas y el apoyo comunitario era crucial en casos de compromisos rotos. Los líderes comunitarios, como los rabinos, desempeñaban un papel importante en la mediación y resolución de conflictos. También ayudaban a proporcionar apoyo emocional y práctico a las novias y sus familias afectadas.

Dote y compensación: En algunos casos, las familias de los novios establecían acuerdos financieros que incluían una dote o compensación en caso de que el compromiso no se cumpliera. Esto ayudaba a proteger los intereses financieros de la novia y su familia.

Resguardos religiosos y rituales: Además de los contratos legales, se realizaban rituales y ceremonias para marcar el compromiso. Estos rituales no solo tenían un significado simbólico, sino que también servían como un recordatorio de la importancia del compromiso y las responsabilidades asociadas.

Estos mecanismos ayudaban a garantizar que, incluso en situaciones difíciles, se protegieran los derechos y el bienestar de las novias y sus familias. La tradición judía siempre ha valorado la justicia, la responsabilidad y el apoyo comunitario y estos principios guiaban la manera en que se manejaban los compromisos rotos.

El simbolismo de romper un plato va más allá del simple acto físico; es un recordatorio constante de la seriedad, responsabilidad y permanencia del compromiso matrimonial.

Compromiso o Kidushin

El compromiso matrimonial en sí se llama Kidushin (santificación) el cual hoy es aplicado durante la ceremonia matrimonial.

Intercambio de Bendiciones (Birkat Erusin)

Frente a una mesa en la que la novia enciende un par de velas representando que en su futuro hogar se encenderán las velas de Shabat, están los novios, sus padres y además un representante de cada parte.

El rabino o el oficiante recita una serie de bendiciones llamadas "Birkat Erusin". Estas bendiciones son una parte esencial de la ceremonia y destacan la santidad del compromiso.

La ceremonia de compromiso matrimonial es solo el primer paso; el matrimonio judío completo se lleva a cabo en una ceremonia conocida como "nisuin", que tiene lugar en el mismo día o máximo hasta antes de un año.

En muchas comunidades Kidushin (compromiso]) y nisuin, ambas, se realizan bajo la jupá de matrimonio 

REFERENCIAS

-Fiestajudia.com

-IA Copilot Microsoft



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