Alfei Menase, octubre 4,2015
En estos tiempos en los que nadie tiene tiempo para buscar raíces y leer estudiosas respuestas ya que existen el twitter o sus iguales – los mensajes de 30 segundos, es bastante difícil aclarar algunos puntos.
Confieso que durante estos días de fiesta la idea era hacerles partícipes de otro tipo de nota. Por ejemplo como se celebra en Israel la fiesta de Sucot.
Pero…
Decidí compartir mis sentimientos luego de los viles asesinatos del matrimonio Henkin HI¨D (El Señor vengue su sangre) y de las víctimas de anoche en las calles de la Ciudad Vieja de Jerusalem. En la calle Gai (Valle) que muchos de los lectores conocen y tal vez recuerdan.
Decidí escribir esta nota y a pesar que la sangre hierve ya que no es la mejor circunstancia para hacerlo.
Y ya que Obama no repudia…
Y tampoco lo hace Mahmud Abas – el que en realidad se llama Abu Mazen…
Y ya que lo celebran los palestinos…
Y como dijo Netanyahu el mundo en general calla y “comprende”. Algunos condenan.
La motivación pasa también por el hecho que ayer las dos anchorwomen de ambas estaciones comerciales de televisión israelí tuvieron la misma propuesta a algunos de sus entrevistados. Tal vez sería conveniente en estos días evitar el ascenso de judíos al Monte del Templo (Har Habait)…. Palabras más palabras menos…
Esto ya que la justificación árabe a la multitud de atentados de todo tipo en toda Jerusalem y en Judea y Samaria es la presencia judía que con “y que con su sola presencia y sus pies contaminan el "אל-חַרַם אל-קֻדְסי א-שַריף"- [Al-Jaram Al-Kudisi A-Sharif] [El sagrado y respetado complejo]…
La justificación a las acciones árabes / palestinas es la violación israelí del Status quo en el Monte del Templo. Los lectores me disculparán que así llame a este lugar. Yo no solo creo sino que también tengo la certeza que en este lugar hubo no uno sino los dos Templos Sagrados de nuestra fe. Y que el último fue destruido en el año 70 D.C. por las fuerzas romanas.
El “Status Quo” en el Monte del Templo
El elemento más notable que queda del antiguo status quo es la prohibición de la oración judía en el Monte. El Estado de Israel no tiene la intención de cambiar esta regla, y declara una y otra vez que tiene la intención de mantenerla.
En julio de 1967 (luego de la Guerra de los Seis días), Israel extendió el sistema legal israelí a Jerusalén oriental, incluida la Ciudad Vieja y el Monte del Templo, que quedaron bajo soberanía israelí. Al concederles a los judíos el derecho a visitar el Monte del Templo pero no de rezar, Moshe Dayan trató de mitigar la fuerza de las demandas judías de organizar el culto y el control religioso del lugar. Al concederles a los musulmanes el control administrativo del Monte del Templo, creía que estaba mitigando el poder del lugar como un centro para el nacionalismo palestino.
Antes de dicha guerra el acceso judío no estaba autorizado a pesar que en los acuerdos del cese de fuego se garantizaba este derecho.
Sin embargo, el viejo status quo se ha degradado considerablemente, aumentando el control y el status musulmán en el Monte y socavando mucho el de los judíos y del Estado de Israel en el lugar.
El “status quo” ha ocupado, desde julio de 2014, un lugar destacado en el discurso político-religioso de la región. Desde entonces se ha incrementado la violencia en Jerusalem. Entre manifestantes palestinos y la policía israelí.
Hoy incluso las visitas al Monte por judíos (incluso sin oración) son frecuentemente evitadas o sustancialmente restringidas.
Este cambio se debe a la incitación, amenazas y violencia que los musulmanes están desplegando contra los judíos que tratan de ascender al Monte del Templo. En el meollo de la incitación está la calumnia “Al-Aqsa está en peligro”, que se dirige contra el Estado de Israel y lo acusa de tener la intención y planificar derribar la mezquita Al-Aqsa.
El Monte del Templo es uno de los puntos focales de la violencia, tanto en sentido literal como ideológico. Lo que ocurre allí afecta tanto al entorno inmediato como a los más distantes.
Los disturbios e incidentes violentos han estado ocurriendo principalmente a lo largo de las líneas que separan los barrios judíos y árabes y también en las zonas mixtas. Miles de incidentes de lanzamiento de piedras, lanzamiento de bombas molotov y fuegos artificiales, junto con golpear y escapar, incidentes con puñaladas y disparos, han llevado a esta ola de violencia al pico de las últimas semanas y que se dirige (casi sin excepción) contra judíos.
Miles de árabes, muchos de ellos jóvenes, participan en los incidentes. Judíos y palestinos han muerto en Jerusalén y en Judea y Samaria. El caso más conocido de los árabes es el del adolescente Muhammad Abu Khdeir, de Shuafat, que fue secuestrado y asesinado por terroristas judíos fanáticos como reacción al secuestro y asesinato de tres adolescentes judíos en junio. Los asesinos de Abu Khdeir han sido detenidos y enjuiciados.
Funcionarios palestinos y árabes israelíes apoyan protestas en Jerusalén y amenazan con nueva Intifada
Con las festividades judías en camino, las tensiones y la violencia aumentaron en Jerusalén y especialmente en el complejo de Al-Aqsa. La causa inmediata del estallido fue la entrada de las fuerzas de seguridad israelíes a fin de dispersar a militantes que se preparaban para entrar en conflicto con los judíos que visitaban el recinto. La tensión se agravó aún más luego que los Murabitun y los Murabitat, dos organizaciones del Movimiento Islámico Ala Norte que escenifican protestas en las instalaciones, fueron declaradas ilegales.
Los palestinos claman – a pesar de los veloces desmentidos del gobierno israelí – de que Israel está actuando para permitirles a los judíos celebrar rezos en Al-Aqsa y por lo tanto cambiar el status quo. Entre los líderes de las protestas se encuentra Raed Salah, líder del Movimiento Islámico – Ala Norteña, que durante años ha sido el líder en la campaña “Al-Aqsa en Peligro” y cuyos seguidores incluso le han apodado “el Jeque de Al-Aqsa”.
La campaña del Movimiento Islámico estuvo acompañada por otros movimientos palestinos, tales como Hamas y el Yihad Islámico. Más tarde, el Presidente de la AP Mahmud Abbas también expresó su apoyo a las protestas palestinas en Jerusalén, instando al pueblo palestino a oponerse a “los profanadores de la Mezquita Al-Aqsa”.
Las crecientes tensiones también se expresaron en los llamados de los líderes árabes israelíes a que comience una tercera Intifada durante las festividades judías de Sucot y en una llamada del diputado Ahmad Tibi a miles de Murabitun a fin de que bloqueen las calles de Jerusalén, a los residentes de Cisjordania a que se unan a la intifada y a los árabes israelíes para que intensifiquen sus protestas.
Varios funcionarios árabes israelíes hablaron de lanzar una tercera Intifada y algunos incluso sugirieron que estallaría durante las fiestas judías de Sucot (septiembre 27-4 de octubre). Raed Salah, le dijo a la agencia de noticias turca Anadolu: “Si las violaciones por Israel continúan, estallará una tercera Intifada palestina en Cisjordania y Jerusalén”. También instó a la Autoridad Palestina (AP) a que presione a Israel apelando a los tribunales internacionales y pidió a Jordania tomar medidas “más valientes” en lugar de meras condenas.
¿Y de pronto esta ola de incidentes / atentados “espontáneos”?