Siempre las generaciones jóvenes van a la vanguardia en la sociedad. Lo que se usaba antes queda relegado a la antigüedad y eso es lo que hace que la sociedad evolucione. Lo que era moderno ayer es antiguo hoy. Seguramente en la época de Adán y Eva lucir hojas de parra como vestimenta era de lo más play. A veces las modas vuelven y de pronto un famoso diseñador se inspira en esta moda y se vuelve a retomar. Esto respecto a la vestimenta, pero ¿quién volvería a usar el telégrafo que sirvió de inspiración a García Márquez para su obra? ¿Quién mandaría hoy un telegrama a la novia para decirle que la quiere mucho? Cuando lo reciba, de pronto ya no la quiere y eso que ese medio era muy rápido en comparación con las cartas y las postales.
Esa frase de que cuando llegue a la casa hago la llamada está mandada a recoger, pues con los teléfonos celulares y los computadores la vida se volvió inmediata. Nadie espera. Los jóvenes son cada vez más impacientes porque les ha tocado vivir en una época de inmediatez. Yo, aunque todavía me siento joven, hago parte de esa generación en la que los papás nos decían que algún día íbamos a hablar por teléfono y simultáneamente íbamos a poder ver a la persona al otro lado y eso nos sonaba casi imposible. Era un sueño que hoy se hizo realidad y gracias a esa tecnología hoy podemos ver a nuestros nietos cuando viven lejos. Ellos deben creer que los abuelos viven en un cuadrito. Tampoco nos imaginamos nunca que cada persona iba a tener un celular unipersonal inalámbrico y que los transeúntes iban a andar por la calle hablando por teléfono. Nos parecía un imposible que hoy es una realidad. Cuando Steve Job visualizó un mundo donde cada uno iba a tener un computador personal pensaron que estaba loco y hoy se vuelve loco el que no tiene computador.
Hasta el lenguaje ha cambiado. La Real Academia de la Lengua tendrá que implementar algunas palabras que antes no existían como whatsappear, nosotros whatsappeamos, vosotros whatappeais, chatear, facebookear, mailear, facetimear o skypear y otros verbos que se derivan de nuevas palabras que corresponden a los inventos tecnológicos que antes no existían. Otro verbo nuevo es textear y escuchando un programa de radio me enteré que hay un nuevo verbo que se llama sextear y no es propiamente ir por la Cra 6ª que en Cali, por ejemplo, era toda una aventura. Sextear se descompone en 2 palabras que contienen el significado de texto y sexo. Es una actividad que preocupa a los educadores, pues consiste en que los jóvenes están utilizando el celular, Facebook y otras redes sociales para mandar mensajes con contenido sexual que incitan a los jóvenes a prácticas sexuales por la presión de estos medios.
¿Será que en unos años el modernismo nos llevará a una incomunicación total o a un olvido por falta de práctica? Ya nadie se aprende nada. En el colegio nosotros nos teníamos que aprender todo de memoria dizque para ejercitarla. A veces como en los baúles viejos se guardan cosas innecesarias. Era esencial y obligatorio aprenderse de memoria las tablas de multiplicar También había que aprenderse de memoria por donde pasaba la cordillera oriental y qué se sembraba en cada departamento de Colombia. Cuando voy al mercado no me ha servido de mucho saber que Nariño es un departamento productor de papa. Me toca pagarla y listo. Ni descuento me dan por saber ese dato. Y me he dado cuenta que esas cosas de geografía se aprenden mejor en los viajes, pues desde el avión se ven los cultivos, viñedos, ríos y mares. En esta época moderna que como dice Mafalda tiene más de moderna que de vida-y eso que lo dijo hace rato- ya no hay que memorizar tanto. San Google o rav Google para nosotros todo lo sabe. Ya ni siquiera hay que acumular papeles con información que algún día podría servirnos, pues con hacer click ya está la respuesta. Las enciclopedias tan útiles en alguna época para nuestra formación escolar y para adornar muchas de las bibliotecas, pues eran ediciones elegantísimas, hoy en día no se usan para nada. La información se desactualiza rapidísimo y Google en un minuto tiene la respuesta exacta.
En el colegio no nos dejaban usar calculadora. Los sopletes siempre estuvieron prohibidos pero nos buscábamos la forma de copiarlos. Eso nos volvió creativos.
Llegará el momento en que alguien le pregunte a un amigo donde vive y tendrá que buscar su propia dirección en el directorio del celular, pues para qué va a gastar memoria en aprenderse algo tan obvio. ¿Será que estamos guardando la memoria para almacenar cosas más importantes? Estamos a un click de la información que necesitamos. Mi profesor de física decía que no valía la pena gastar la memoria en aprenderse cosas innecesarias. Tiene lógica pero como dicen por ahí “la práctica hace al maestro” y de tanto memorizar cosas terminamos por aprenderlas y recordarlas. ¿Será que por tanta tecnología terminaremos por olvidar cosas tan elementales que vivimos en el día a día?
En esta época de tanto olvido nos recomiendan hacer ejercicios para recordar y para no olvidar. A pesar de tener la tecnología a un paso es bueno ejercitar un poco la mente. Hoy en día en esta moderna sociedad lo importante no es tanto saber las cosas, sino saber dónde buscarlas.