Como siempre, llegó mi pequeña hija con una de esas preguntas de las que toca buscar en montañas de libros, devanarse los sesos, encontrar las más profundas interpretaciones para convertirlas en palabras entendibles para una pequeñita de 9 años y por fin dar alivio y paz a su inquieta alma – y especialmente a la nuestra -.
Era una simple pregunta: -¿Por qué el olivo representa la paz?
- No sé hija, tal vez porque es una hermosa planta que trajo la palomita después del diluvio.
-Sí,- replicó ella -pero ¿qué tiene que ver?, terminó el diluvio, debería representar la libertad, o la calma, no el fin de una guerra.
-Es que el diluvio fue como una guerra –argumenté con la esperanza de calmar la actividad cerebral de mi hija, pero fue en vano, mi hija me sonrió con esas sonrisas que dicen “hay mami, ese cuento no se lo come nadie”.
De esta manera tuve que investigar. Encontré algunas pistas:
En la página de la Nueva Congregación Israelita del Uruguay presenta a las hojas de olivo como símbolo de la paz con el siguiente argumento: “Después del diluvio, la paloma le trajo a Noé una hoja de olivo como prueba que las aguas habían descendido y la paz había sido restablecida. Desde ese entonces, las ramas de olivo simbolizan la esperanza de la paz, la esperanza que la paz reemplace todo el mal y la destrucción que hay en el mundo, la esperanza que vivamos en un lugar seguro y tranquilo”. Pero presentaba casi mi argumento. Nada, seguí buscando.
Rashi explica que cuando al traer de regreso una amarga hoja de olivo en el pico, es como si la paloma le dijera a Noaj: "Mejor que mi comida sea amarga y de la Mano del Santo Bendito Sea a que sea dulce como la miel, y de la mano del hombre". A esto interpretó S.R. Hirsch: “Durante su estadía en el arca, la paloma se había visto forzada a depender de Noaj para su comida, a fin de sobrevivir. Luego trajo una amarga hoja de olivo, que en circunstancias normales no comería, para expresar la idea a la que se refieren nuestros Sabios: la comida más amarga, si se la come en libertad, es más dulce que la más dulce comida que se come en cautiverio”. Bueno, aquí la expresión de la hoja de olivo nos da la lección de libertad. Pero aún no se resolvía el concepto de paz.
En el campo de la ciencia el olivo puede alcanzar la edad de 2000 años; presenta muchas cualidades tanto de salud como de utilidad general, como la utilización del aceite de la oliva. Es rico en vitamina E y otros antioxidantes. Ayuda a proteger el cerebro del envejecimiento y reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Según el Instituto de Biología y Genética Molecular de la Universidad de Valladolid, y publicado en el British Journal of Pharmacology, tiene un potencial terapéutico contra enfermedades inflamatorias y la novedad es que ayuda a combatir también la esclerosis múltiple, - enfermedad que aún hoy no tiene cura -. Se puede utilizar también para cocinar, para alumbrar y en el campo de la cosmética. Pueden resistir sequías, enfermedades y hasta fuego.
Históricamente hablando al parecer el árbol de oliva data de 4000 años AEC. La imagen del árbol de olivo aparece en monumentos egipcios como en la tumba de Tutankamon y considerado por griegos y fenicios como un árbol sagrado y mágico. Ha sido un árbol decorativo por excelencia debido a la brillantez de sus hojas. Durante las primeras olimpiadas existentes, los premios eran coronas hechas de hojas de olivo simbolizando de esta manera “paz y honor” y además se les entregaba barriles de aceite de oliva extra virgen. El olivo simbolizó también “vida, matrimonio y sexualidad”. Pero tampoco va a la paz, va al deporte.
En la historia judía el aceite del olivo fue utilizado para ungir sacerdotes y posteriormente reyes. El Estado de Israel eligió para su escudo el candelabro utilizado en el Templo de Jerusalem rodeado por hojas de olivo, cuyo aceite era utilizado para encender dicho candelabro. Pero también durante la estadía en el desierto durante 40 años, la menorah encendida con aceite de oliva permanecía en el Tabernáculo. Este recordaba, la libertad al salir de las cadenas egipcias. La luz de la menorah de siete brazos era como la representación de la Presencia Divina. La luz del candelabro con aceite de oliva acompañó al pueblo judío por siglos. Hoy ha sido reemplazado con velitas de cera y algunas veces con luces eléctricas.
La hoja de oliva, para el judío ha significado paz, pero también significa Luz y también Presencia Divina. Estos tres elementos son el objetivo de la vida: paz para tener la tranquilidad de poder avanzar en todos los campos que el hombre debería avanzar. Luz de la justicia y la verdad, para que el crimen y la maldad sean desterrados. Y al obtener estos elementos, será la Shejiná, la Presencia de Dios, que nos iluminará con la sabiduría y el bienestar que el hombre ha buscado desde el principio de su creación.
Cada vez que usted encienda las velas de Shabat o las vea iluminando el espacio alrededor, recuerde que estas representan las hojas de olivo y su aceite. Que nos traiga Dios la paz al mundo entero y extienda su bendición para un mundo realmente bueno.