ND: Nuevamente otro diamante de nuestro amigo el Dr. Ricardo Angoso, publicado el pasado 29 de enero, salió publicado en varios periódicos como “Periodismo Sin Fronteras” y “La otra Cara”.
1. Jerusalén es la capital de las tres religiones.
Nada más falso. Una burda mentira. En Jerusalén ya apenas viven cristianos -menos de 11.000- y aparte del reclamo turístico de los lugares sagrados, que apenas son visitados ahora por la violencia de los terroristas árabes, no hay nada que una a esa ciudad con el cristianismo. Incluso el Santo Sepulcro siempre ha sido tierra de disputa entre católicos, ortodoxos y cristianos armenios; ni siquiera se ponen de acuerdo en la Semana Santa para utilizar este recinto sagrado y más de una vez se han liado a golpes -de una forma, desde luego, nada fraternal- por su derecho a utilizar el recinto. En lo que respecta al Islam, es un mito que la ciudad de Jerusalén esté emparentada con esa religión. ”Jerusalén no aparece mencionada en el Corán, mientras que La Meca es citada más de un centenar de veces. Pero lo que es Jerusalén, ni una sola (por contraste, su nombre aparece mencionado hasta ¡699 veces! en la Torá. De hecho, no hay ninguna prueba histórica de que el profeta Mahoma haya estado en Jerusalén”, explicaba muy acertadamente el estudioso del Islam Francis Nadizi, árabe y musulmán para más señas.
Falso que Israel hubiera arrebatado la nación a los palestinos
2. Palestina, una nación arrebatada a los árabes.
Nunca ha existido Palestina, es otro mito inventado por la progresía internacional y los terroristas árabes en la década de los sesenta. El gran mito de Palestina nació tras la Guerra de los Seis Días, en 1967, y tras la fundación del grupo terrorista Organización para la Liberación de Palestina (OLP) por Yasser Arafat, uno de los mayores asesinos de la historia. Como recuerda el ya citado Nadizi, “No existe nada parecido a una lengua palestina. Ni siquiera existe una cultura específicamente palestina. Nunca ha existido una Palestina gobernada por palestinos. En realidad, los palestinos son árabes, y son inseparables de los jordanos (Jordania también fue creada recientemente, en 1922, por los británicos)”. Los palestinos de hoy en día eran árabes hasta 1948 asentados en Israel y después pasaron a ser jordanos hasta 1967, en que Israel recuperó esos territorios para su Estado. ¡Palestina es un mito inventado por los progres, los antisemitas y los terroristas árabes!
3. Israel mantiene ocupados los territorios “palestinos”.
Los territorios de Cisjordania -no los de Gaza, que ya fueron entregados los terroristas de Hamas en un craso error- nunca fueron ocupados a los “palestinos”, sino a Jordania que los administraba. Se pretende crear un Estado sobre lo que era el territorio jordano y ni siquiera las Naciones Unidas, al día de hoy, han aprobado una resolución solicitando a Jordania que renuncie a esos territorios para dárselos a los “palestinos”. No hay ninguna ocupación, sino el mantenimiento de unas fronteras que dieron a Israel seguridad, estabilidad y una relativa paz en estos años. Fueron los árabes los que expulsaron a las Naciones Unidas de la frontera con Israel y los que iniciaron las hostilidades contra este país en 1967. Pero las fuerzas hebreas fueron capaces, en apenas días, de infligir una severa derrota a la coalición árabe conformada por Jordania, Siria, Irak y Egipto.
Terroristas de Hamas arrastran a uno de los asesinados por colaboracionismo con Israel.
4. Los “palestinos” fueron exterminados y obligados a abandonar sus casas como parias.
Absolutamente falso. En 1947, el Consejo General de las Naciones Unidas aprobó un plan para la partición del actual territorio de Israel, Cisjordania y Gaza que en aquel entonces estaban todavía bajo el mandato británico. Israel aceptó el plan y apostó por la paz, mientras que los árabes, presos de una codicia desmedida y un odio irracional, se embarcaron en una guerra contra lo que denominaban como la “entidad sionista”. Ese fuego, ese resentimiento brutal, dura hasta hoy y lo único que ha conseguido es generar odio, muerte e inútil derramamiento de sangre.
Sobre los presuntos refugiados, el analista y experto Daniel Pipes asegura tajante:”Presuntos porque de los casi 5 millones de refugiados oficiales que atiende la UNRWA (acrónimo de “Agencia de Ayuda Humanitaria y Trabajo de los Refugiados Palestinos de las Naciones Unidas”), solamente alrededor del 1% son refugiados de verdad que satisfacen el criterio de la agencia de ser “personas cuya residencia habitual era Palestina de junio de 1946 a mayo de 1948 y que perdieron tanto sus hogares como su sustento producto del conflicto árabe-israelí de 1948″. El otro 99% son descendientes de esos refugiados, o lo que yo llamo refugiados de imitación”.
5. Israel viola los derechos humanos.
Israel es el único país de Oriente Medio donde realmente los árabes votan libremente, cuentan con partidos políticos legales y participan en las instituciones democráticas. Los casi dos millones de árabes que viven en Israel cuentan con los derechos y deberes fundamentales de cualquier Estado de Derecho occidental. Nunca se irían de Israel para vivir en una entidad “palestina” gobernada por Hamas. Esas quimeras solamente se las creen los cuatro progretas de Europa, los iluminados de Podemos y los medios izquierdosos de los Estados Unidos. Los que sí violan sistemáticamente los derechos humanos son los árabes. Entre 1948 y hoy, más de un millón de judíos han sido asesinados, expulsados, colgados, torturados y expropiados en una veintena de países árabes. Ha sido un exterminio silencioso y olvidado por los amigos de la causa “palestina”.
La hija de una víctima del terrorismo llora: “¡Ninguno de nosotros merecemos esto!”
6. Israel, enemigo de la paz.
Israel ha intentado en estos 70 años abril canales de comunicación con los árabes para resolver los contenciosos con sus vecinos. Y ha tenido éxito. Consiguió restablecer las relaciones con Egipto y les devolvió, de una forma generosa, la Península de Sinaí. Luego se llegaron a importantes acuerdos con Jordania y las fronteras fueron abiertas. De la misma forma, Ariel Sharon decidió retirar las colonias y abandonar el territorio de Gaza para dejarlo bajo la administración palestina, lo que constituyó quizá un gran error. Gaza cayó después en manos del grupo terrorista proiraní Hamas. ¿Por qué ahora no se puede llegar a un acuerdo con los “palestinos”? Primer asunto: los “palestinos” están divididos en dos entidades bajo dos grupos políticos distintos y que son antagónicos, en abierta lucha e irreconciliables. Y, en segundo lugar pero no menos importante: los líderes “palestinos”, en su gran mayoría, siguen sin reconocer el derecho de Israel a su supervivencia. Además, para complicar aún más las cosas, los “palestinos” siguen utilizando la violencia como instrumento de acción política, lo que les deslegitima en la región y ante la comunidad internacional.
7. Israel, colonia judía en Oriente Medio.
Israel nació bajo la legitimidad y el paraguas de las Naciones Unidas. Israel fue reconocido como Estado por las Naciones Unidas en 1949. Tan solo los países árabes se opusieron a este reconocimiento e hicieron todo lo posible por destruir al Estado hebreo. Los judíos siempre vivieron en Israel, eso una realidad histórica innegable, y muchos de los lugares que hoy habitan estaban deshabitados a principios del siglo XX. De una tierra indómita e inhóspita los judíos levantaron un vergel. Termino con una comentario de Nadizi como conclusión a este breve resumen sobre las grandes mentiras construidas sobre Israel: “Ya va siendo hora de que comprendamos que el mundo árabe controla el 99,9 % del territorio de Medio Oriente, y de que Israel apenas representa el 0,1 % de su superficie total. Pero por lo visto, con esto los árabes no tienen suficiente. Lo quieren TODO. Y precisamente esto es el fondo de su rechazo a Israel. La avidez. La arrogancia. Y la envidia. La codicia. Por eso da igual que Israel haga concesiones: el mundo árabe nunca se dará por satisfecho”.