Finalizado el Foro Económico Mundial de Davos en Suiza, el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, viajó a Rusia por séptima vez en dos años para entrevistarse con el Presidente Vladimir Putin. Sucede que a partir de la retirada del Cercano Oriente por parte de Obama, el ex Presidente de Estados Unidos, Rusia quedó instalada como Potencia decisora de gran parte de los acontecimientos políticos y militares de la zona que incluye a países como Siria, todavía empotrada en una diabólica guerra civil, la terrorista República Islámica de Irán, Líbano dominada por la organización paramilitar Hezbollah y el Estado de Israel que debe impedir la amenaza perpetua que significan los mencionados países y organizaciones.
Europa por otra parte, con su aparente decisión de no inmiscuirse, le hace un daño enorme a la causa de la paz tanto en la región en general como en el conflicto palestino israelí en particular. La UE no logra o no quiere entender la dinámica iniciada por Donald Trump, actual Presidente de los EE.UU, que impulsa la doble estrategia de frenar a Irán en sus anhelos hegemónicos regionales por un lado y la de obligar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a sentarse a dialogar y negociar con Israel por otra parte. Eurabia, como la denominara la siempre recordada Oriana Fallaci, actúa siempre colaborando con los viles intereses de Irán y fomentando no solo las maniobras dialécticas de Mahmud Abbas, Presidente de la ANP, sino también las ambiciones de Ismail Haniyeh, líder de la Organización terrorista Hamas, usurpador de la Franja de Gaza desde el año 2007, ocupada por sus huestes en forma violenta.
Se supone que Estados Unidos y Europa, como potencias mundiales, no solo integran ambos el Tratado del Atlántico Norte (NATO) sino que juntos deberían defender el ideario occidental de Libertad y Democracia, valores que siempre están en riesgo en un mundo donde la Democracia y la Libertad se hallan, hasta se puede decir actualmente, en retroceso. Por esto último no se entiende que mientras los Estados Unidos desea imponer sanciones a Irán por su desarrollo misilístico (no incluido en el vergonzoso Acuerdo nuclear Obama-Merkel) la UE profundiza sus relaciones comerciales con Teherán (solo con los empresarios alemanes ya se han estudiado convenios por más de 100 mil millones de Euros) y el Banco Europeo de Inversiones está estructurando las garantías empresariales necesarias para que en el mes de Mayo puedan viajar a Irán casi 100 empresarios con el visto bueno de la Comisión Europea.
Lo mismo sucede con el enfrentamiento palestino-israelí. Mientras EE.UU afirma que habrá de retirar la ayuda a la ANP si continúan rechazando las negociaciones directas con Israel la Unión Europea aprueba nuevos fondos millonarios con lo que logra el efecto contrario de conformar a los palestinos para seguir presionando a Israel sin costo alguno. En Bruselas, Capital de la UE, se ha realizado una reunión extraordinaria convocada por el “Comité Especial de Enlace” que se encarga de la ayuda económica a Palestina. Simultáneamente Gaza sigue recibiendo aportes de varios países europeos y ONG´s con los cuales el Hamas continúa consolidando su poder criminal construyendo túneles (que Israel destruye) y montando fábricas de misiles en hospitales, hogares y colegios administrados por voluntarios europeos que lo toleran.
La sorpresa que nuevamente rompe con el statu quo es que, a continuación de la nueva cumbre Netanyahu-Putin en Moscú, una Delegación de altos Funcionarios rusos llegó de improviso a Israel para analizar en conjunto medidas que logren despreocupar a Israel por las situaciones regionales y vecinas planteadas. ¿Serán válidas para la seguridad de Israel?