Como cada año, la Yeshivah del Kolel que tenemos en Bogotá, que nació a partir de la idea y traída de la familia Abadi de Bogotá, ha realizado en cada celebración, conmemoración u evento religioso alguna actividad interesante y valiosa espiritualmente, y Tishá Beav no se quedó atrás.
El momento de luto, recordando el dolor de la pérdida del primer y segundo Templo de Jerusalem, estaba enmarcado éste año en todas las comunidades de kolel con el tema de “cargar el yugo del compañero”. La gente llegó y se sentaron sobre colchones dispuestos como símbolo de luto.
La luz tenue, la gente ayunando, se sentía la espiritualidad en el ambiente. Se proyectó una película que contenía tres charlas profundas de tres importantes personalidades del ambiente religioso.
El primer Rav se enfocó en el tema planteando que las acciones que una persona hace en la vida deben estar centradas pensando en los demás. Hay gente que realiza grandes mitzvot y piensa en la recompensa que tendrá por ello. Estableciendo como frase protagonista de su charla “lo que hago no se trata de mi”, aquello que se hace en la vida debe implicar un beneficio para la gente que tenemos alrededor.
El segundo Rav orientó el tema e que cuando se reza, se debe sentir. Se trata de kabaná, y solo se puede sentir cuando se pone en el lugar del doliente. Si se rezan los kinot de Tishá Beav, hay que tratar de imaginar lo que sintieron aquellos judíos que perdieron el Templo y fueron obligados a abandonar sus casas y su tierra hacia un rumbo indeseado. Cuando una persona reza por alguien con el sentimiento, levanta buena parte de la carga de la otra persona. Tefilot de agradecimiento a Dios por bondades que nos hace, como salud, etc., son tefilot que llegan a otras personas también beneficiándolas. También habló éste rav, acerca de la importancia a de los shidujim (los que hacen parejas, match makers).
El tercer ponente explicó que Dios creó primero el mundo espiritual (Rosh Hashaná) y posteriormente el mundo material (Pesaj), lo primero fue la palabra Divina. Explicó de ésta manera el valor y el poder de la palabra que tenemos los seres humanos. Una buena palabra puede ayudar tanto o más que una ayuda material. Recalcó sobre la importancia de hacer un esfuerzo de evitar hablar mal de cualquier persona, hablarla mal a cuañquier persona, sea quien sea, y al contrario, siempre responder dando ánimos y acompañando a la gente que lo necesita, a veces sin palabras pero con buenas actitudes y buenos pensamientos.
Agradecemos al Kolel sus actividades, abiertas a toda la comunidad y deseamos que cada vez haya más y más participación en ellas.