La Parshá de esta semana, Emor, en la cuarta Aliyah, nos recuerda de los días especiales que debemos guardar como festividades sagradas. Obviamente la primera en ser nombrada es el Shabat, la Torá nos recuerda que en este día no se debe llevar a cabo ninguna Melajá (labor prohibida), por cuanto es un día sagrado.
Dentro de las 39 labores prohibidas listadas en la Mishná existe una cuya complejidad nos lleva, aún en nuestros días, a tomar precauciones extraordinarias, tanto antes como durante Shabat, debido a que tiene una doble cualidad que ninguna otra tiene. Se trata de la Melajá de Ofeh; a saber, hornear. Esta labor prohibida está ligada intrínsecamente al acto de Bishul, el acto de cocinar, tanto así que dentro de la Halajá se habla más de Bishul que de Ofeh; empero, pertenecen a una misma categoría. De hecho, el Rambam en Hiljot Shabat 9:1 establece que ambas son una misma Av Melajá (labor prohibida originaria).
Como se mencionó anteriormente, su particularidad yace en la doble cualidad que le es intrínseca en su devenir natural. Cuando hablamos de cualquier otra Melajá, hablamos de un acto prohibido que tiene una consecuencia inmediata; por ejemplo, cuando se enciende una luz, se encendió y ya se hizo la labor o cuando arrancamos una flor, o matamos a una mosca, el resultado es inmediato no a posteriori. En el caso de Bishul, el acto se hace en un principio; empero, el resultado sucede después de un tiempo determinado y esa es su doble cualidad.
El territorio de Ofeh y Bishul es extremadamente extenso, meticuloso y minucioso; debido a ello mismo, es sin lugar a dudas el termómetro más exacto para establecer la observancia de un hogar realmente Shomer Shabat. Evidentemente, sin dejar a un lado el cumplimiento total de las demás Melajot. De cualquier forma, es necesario sentar ciertos precedentes básicos para entonces traer a colación tan sólo un ejemplo actual de esta Melajá; el cual, nos llevará al concepto de uno, dos y tres recipientes.
Es necesario partir del hecho que toda Av Melajá tiene prohibiciones tanto MiDeOraita (de la Torá) como MiDeRabanan (de los rabinos). La Mishná junto con la Guemará nos aclaran en principio qué actos puntuales van contra el Mandamiento de no llevar a cabo ninguna Melajá; el cual, es el Mandamiento de la Torá. Esto quiere decir, a diferencia de la creencia común, que estas no son ni opiniones ni prohibiciones rabínicas; por decirlo de alguna manera, son aclaraciones para establecer los actos exactos que no se deben llevar a cabo. Las prohibiciones rabínicas son las diferentes expresiones y formas que puede tomar dicho acto.
En el caso particular de Bishul, es importante entender que MiDeOraita, la prohibición yace desde cocinar un objeto completamente crudo hasta calentar un alimento completamente cocinado. Ahora bien, cuando hablamos de calentar un alimento no estamos hablando de poner algo directamente dentro del horno, dentro del microondas o sobre la estufa, es obvio que eso es calentar y/o cocinar. En este caso estamos hablando de la posibilidad que se conoce en la Halajá como Samuj LaEish (cerca al fuego), la posibilidad de poner un alimento cerca a un objeto que produce calor para que por proximidad se caliente, aspecto que puede conllevar a que también se transgreda la Melajá de Moiled, como sería el caso de poner hielo cerca a la estufa u horno para que se derrita y se convierta en agua. En dicho caso se calentó, se cocinó y se transformó creando algo completamente nuevo y diferente, de algo sólido pasó a ser algo líquido.
La pregunta que surge es; a saber, ¿en qué punto sabemos que no existe la posibilidad de cocinar sin que la comida esté fría y por consiguiente se puede introducir en dicho alimento otros elementos crudos o fríos?
La respuesta incluye una gran gama de terminología Halájica pero para el beneficio de nuestro objetivo, hablaremos estrictamente de los recipientes en los cuales sucede cocción y en los cuales no. La Guemará nos habla en este caso de dos recipientes; los cuales son, Kli Rishón o primer recipiente y Kli Sheiní o segundo recipiente. Kli Rishón es el recipiente donde se llevó a cabo la cocción; es decir, la olla. Este recipiente tiene la facultad de cocinar todo aquello que se le introduzca aún cuando esté fuera del fuego y aún cuando lo que se introduzca esté completamente cocinado. Por su lado, la Guemará nos dice que un Kli Sheiní no tiene la facultad de cocinar; vale decir, si un alimento caliente se pasa de un Kli Rishón a un Kli Sheiní no existe la posibilidad que algo se cocine en ese segundo recipiente.
He aquí el inconveniente, Jazal y la mayoría de Ajaronim consideran la temperatura de la comida para determinar si un Kli Sheiní realmente tiene la posibilidad de cocinar o no. El estándar Halájico y MiDeOraita es algo conocido en hebreo como Yad Soledet Bo, la mano que retrocede. Esto quiere decir que el objeto está tan caliente que la mano, al tocarlo, retrocede inmediatamente. Aunque no lo crean muchos de nuestros Poskim han tomado la tarea de averiguar la temperatura exacta; de acuerdo a Rav Moshe Feinstein, en Teshuvot Igrot Moshe Oraj Jaim 4:74: Bishul: 3, la temperatura mínima para establecer Yad Soledet Bo es 43° Celsius. En dicho caso, si un alimento tiene esa temperatura aún en el Kli Sheiní sigue con la facultad de Bishul y absolutamente nada se puede introducir en ese recipiente.
La solución de nuestros Ajaronim resulta en un Kli Shlishí un tercer recipiente. Simple y sencillo, del primer recipiente se pasa a uno segundo y de ese a uno tercero y ya no hay vuelta de hoja, en este recipiente ya definitivamente no puede suceder ningún tipo de Bishul. En dicho Kli Shlishí se pueden introducir tanto Daber Laj (alimentos húmedos/líquidos) como Daber Yobesh (alimentos secos) y no hay ningún problema. Actualmente este es nuestro proceder dentro de la ortodoxia. Así que si le vamos a poner crutones o sal a la sopa sólo hay que hacer uso de estos tres recipientes y resuelto el problema.
Ahora bien, la pregunta que nos debemos hacer es, ¿qué objetos se pueden considerar como Kli Sheiní? Esto es lo que nos va a llevar a la opinión Majmir (estricta) y Meikel (indulgente) de la Halajá. La opinión Meikel nos dice que un objeto intermedio puede ser considerado como el Kli Sheiní en tanto es el segundo recipiente que entra en contacto con la comida. Regresemos al caso de la sopa; he aquí el ejemplo, de la olla donde se cocinó la sopa se sirve con un cucharón a los platos soperos, ese cucharón es el Kli Sheiní y el plato sería entonces el Kli Shlishí, en el cual técnicamente se puede poner crutones o sal o pan. Por su lado, la opinión Majmir establece que ese cucharón no puede hacer las veces de Kli Sheiní en tanto no es un receptor permanente de la comida, por lo cual es necesario un verdadero Kli Sheiní. En dicho caso se puede utilizar un plato sopero adicional o sencillamente pasar la sopa de la olla a una sopera y de la sopera servirla con un cucharón a los platos. Aquí la olla es el Kli Rishón, la sopera el Kli Sheiní y el plato el Kli Shlishí. Esto se puede hacer con todos los elementos cocinados desde ambas perspectivas de la Halajá.
Así tenemos una posibilidad más para que Klal Israel se una a la gran empresa de mantener nuestra Halajá siempre viva y todos logremos cumplir Shabat en conjunto.