El pasado domingo 21 de septiembre, el Presidente de la República de Colombia, Dr. Iván Duque, hizo presencia en la sede del centro Israelita de Bogotá, por invitación de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia CCJC. Ante la presencia de un nutrido grupo de personas de diversas comunidades judías de Bogotá, y de amigos de nuestras comunidades, como grupos cristianos y el grupo mesiánico Yovel, El Sr. Presidente se pronunció admirablemente dejando un rastro inolvidable de amistad entre el gobierno y las comunidades judías locales al igual que entre Colombia e Israel.
Presidentes de dos de la tres comunidades tradicionales presentaron sus respetos y agradecimiento al Sr. Presidente de la República, al igual que dos de los tres rabinos de nuestras comunidades tradicionales, en un acto que iba más allá de los simbólico. Algunas de nuestras instituciones se hicieron presentes, no todas consideraron importante hacerse presente. La organización juvenil Kineret, amparada por el Centro Israelita de Bogotá, una de las más representadas, al finalizar regaló una “anibá” al Sr. Presidente colocándosela como señal de cariño, amistad y agradecimiento. Esto aparte del regalo que le otorgó la CCJC, de una obra realizada por Karin Szonzain. Las instituciones presentes que estaban: el Keren Kayemet Leisrael, La congregación Adat Israel, el Keren Hayesod, el Colegio Colombo Hebreo, Zajor, El Beit Avot, y las Damas Hebreas Sefaradí.
Entre los invitados, en ésta oportunidad se encontraba el Embajador de los Estados Unidos de América Phillip S. Goldberg, el Embajador de la República Argentina En Colombia Marcelo Sturbin, El Embajador de Israel en Colombia, recién llegado y posesionado Christian Cantor, y la señora Helene Papper, Directora del Centro de Información de las Naciones Unidas, entre otras personalidades.
Estrechar lazos de amistad con el gobierno que ha acogido con libertad y derechos a nuestros padres, a nosotros y a nuestros hijos, es un deber moral de gratitud y respeto que las enseñanzas judías nos han legado. Teniendo especialmente en cuenta que judíos en otros lugares hoy y en otras épocas, eran privados de sus derechos, de su libertad y de justicia.
La secretaria de la CCJC, nuestra subdirectora Vivianne Tesone, realizó un saludo y la presentación inicial llamando al podio al director ejecutivo del CCJC, profesor Marcos Peckel, dio la bienvenida a todas las personalidades presentes, hizo alusión a la celebración de Rosh Hashaná, explicándola y posteriormente se dirigió al Sr. Presidente, dándole la bienvenida y expresándole la honra que daba a las comunidades judías y al momento de año nuevo que se está viviendo, a la vez que mencionó los 90 años de vida del Centro Israelita de Bogotá.
Peckel dio la palabra al Presidente del Centro Israelita de Bogotá, el Arquitecto Abraham Korn, quien recordó las migraciones de judíos que venían de diversos países por diferentes circunstancias, pero especialmente huyendo de una Europa Nazi, llegando a un país de características culturales e idioma diferente, sin embargo cómo fueron recibidos y acogidos con libertad y cariño. Destacó el honor que era para nuestras comunidades la presencia del Sr. Presidente a quien dio un saludo a nombre de los ancestros que llegaron a Colombia. Recordó los 90 años de fundación del CIB, y agradeció Korn, el gobierno equitativo y la admiración por tener que enfrentar los retos diarios y para ello le bendijo deseándole fuerza y sabiduría para el desarrollo de ésta nación.
A continuación subió al estrado el Sr, Jean Claude Bessudo, presidente del CCJC, explicó la filosofía y principios de Rosh Hashaná, cuando se abren los cielos y se escuchan las plegarias, momento de reconciliación con el prójimo, con Dios y con nosotros mismos. Recordó que su nombramiento con Presidente ha sido con una histórica mayoría de votos. Felicitó su gestión la cual ha tenido principios de equidad enriquecimiento y desarrollo del país, diversificación, apoyo al emprendiendo entre otras cualidades características. También destacó la colaboración de los judíos desde que llegaron a éstas tierras hasta hoy al desarrollo del país, y la diversidad de empresas, industrias y el campo de la cultura que se ha aportado para beneficio de la nación colombiana en todo sentido. Recordó que el judío tiene raíces en Colombia aún desde la época de Cristóbal Colón.
Comparó la acogida que tuvieron los judíos en aquellas épocas difíciles de migración con las migraciones de Venezuela y cómo la gestión de Duque los ha acogido enormemente dándoles beneficios sin iguales a otros países, así como en otras épocas Venezuela acogió a colombianos aunque en otras circunstancias menos masivas. Recordó el apoyo democrático a Israel ante la ONU, cuando estuvo en sus manos dicha gestión y p0untualizó la amistad sellada con el tratado de Libre comercio Israel-Colombia TLC, que recordaba la oración que aparece en los textos judíos de rezo semanal donde se bendice a la nación colombiana y a su gobernante. “Es un honor tenerlo con nosotros”, dijo Bessudo, haciendo mención también del sonido del Shofar que despierta al hombre del letargo, y Dios escucha las oraciones, con éstas palabras Bessudo le deseó bendición en su gestión y un Shaná Tová Umetucá, un año bueno y dulce.
El Sr. Presidente de la República de Colombia, Dr. Iván Duque, presente en las instalaciones de la comunidad del Centro Israelita de Bogotá, para dar un saludo por Rosh Hashaná a todas nuestras comunidades e instituciones, por segunda vez en la historia de nuestras comunidades, que un presidente la hace de manera personal, siendo la anterior la del presidente Juan Manuel Santos, en una ocasión, durante su primer año de mandato.
Saludó a las comunidades judías y mencionó a un grupo de amigos personales de él desde su juventud, quienes le habían contado respecto al judaísmo y a Israel y a la historia universal judía. Habló sobre los vínculos de judíos con Colombia y su gesta empresarial, académica, científica e intelectual de gran influencia en la sociedad colombiana, indicando especialmente el campo de la medicina. Habló sobre la admiración a dirigentes y gobernantes de Israel y cómo ellos eran su referente para su gestión como gobernante, mencionó personajes como Golda Meir, a Isaac Rabin, a Shimon Perez, quien estuvo en Colombia y fue amigo del su padre. También su admiración por el desarrollo del país de Israel en todos los campos, especialmente en el campo de la tecnología, resaltando que varias de las empresas de Israel se encuentran listados en la bolsa, en una cantidad altísima en proporción al número poblacional de ese país. Dijo “lo único que falta para llevar a cabo oficialmente el TLC es la firma”. En ese momento, todos aplaudieron destacando la importancia de sus palabras. Indicó que se propone invitar a líderes agropecuarios y de otras áreas tecnológicas, al territorio nacional para aprender trabajos que hoy se realizan por ejemplo en kibutzim. También su amistad y trabajo con Jean Claude Bessudo quien le acompaña a la ETCL, para ver renacer el turismo en Colombia.
Agregó Duque: “Todos somos hermanos, y aunque no todos somos iguales pues tenemos diversas religiones e identidades, pero todos tenemos siempre algo en común”. Retomó el tema de las migraciones de Venezuela y todo el esfuerzo que se hacía para acogerlos hasta que se pudiera vencer la tragedia de la tiranía en Venezuela, país de gente buena, señaló que “Diplomacia sin principios se puede convertir en hipocresía”, refiriéndose a la situación en Venezuela y cómo había que enfrentarla hasta que la población obtenga su libertad.
Finalmente, invitó a las comunidades judías para que sigan en el camino que han seguido de la legalidad, el emprendimiento y la equidad. Esto a través de la cultura y la educación para que mañana quienes no tienen luz la puedan tener, los que no tienen agua la puedan tener.
Acto seguido se realizó una oración especial por parte de: Rabino Alfredo Goldschmidt del Centro Israelita de Bogotá, Rabino Iehuda Gitelman de la Asociación Israelita Montefiore y el Rabino Yehoshúa Rosenfeld de Chabad de Lubavitch. El Rav Gitelman recitó la oración tradicional en español por el Estado de Colombia y su mandatario, El Rav Rosenfeld dedicó unas palabras emotivas y sabias en las que señaló que una sola persona puede cambiar el mundo, posteriormente hizo la brajá de los Cohanim, y el Rav Goldschmidt recitó la oración tradicional en español de la bendición de los Cohanim agregando a ello que cuando hay libertad hay amor y ese amor hay que retribuirlo, y ése amor él lo ha sentido en todas partes de Colombia donde ha ido. Tenemos la ley judía de Letakem Olam: mejorar el mundo.
Al finalizar el evento, el Presidente se vio abrazado por aplausos y el cariño de los presentes, quienes le rodearon para felicitarlo y agradecerle. Se le entregó una placa honorífica y una kipá, la cual dijo, que tendrá muy cerca. También la agrupación juvenil Kineret aprovechó el emotivo momento, para hacerle entrega de la anivá (pañoleta de identidad de la agrupación), y se la colocaron. Con ella salió seguido de periodistas, fotógrafos y toda la gente que le rodeó con su cariño y agradecimiento.
Kol Hakavod al Centro Israelita, su presidente y su administradora y a la CCJC, quienes se esforzaron por dar la bienvenida y agradecer el saludo del presidente que con su cariño y buena voluntad vino para saludar a los judíos de Colombia con motivo del nuevo año de 5780.
