De las huestes celestiales una estrella bajo
consagrando a Bar Kojba como mesías por el Rabi
Akiva, sabio de sabios.
Shimon Bar Kojba dirigió una rebelión
contra el gigante opresor y dio suficiente
resistencia al gran imperio Romano.
Descenderá una estrella de Jacob y redimirá a Israel
dice una metáfora referente al hijo de David
quien hará de Israel una nación del todo libre.
De Bar Kojba en una gran hazaña
a Akiva en una apresurada decisión
no quedó de Judah mucho, más si
un amargo y a su vez importante
recuerdo.
La rebelión de Bar Kojba costó más al pueblo hebreo
que lo que hubiese sido una decisión más débil, sin
embargo sus nombres pasaron a la historia por tan
magna valentía.
El nuevo Nasí de Israel, no soportó la
perversidad Romana. Como tampoco el
nuevo nombre de su ciudad: Aelia Capitolina,
que homenajeaba al pervertido nuevo Emperador.
El perverso Adriano, más perverso que Tito y que
Trajano. Ordenó la prohibición del Brit Mila y
también el estudio de Torah como la observancia
del Shabat y las leyes de pureza familiar.
Israel desolada y sin templo, como la profecía
de Uria bien decía, también volvería a ver alegría
y gloria como decía Zacarías. Y, Rabí Akiva
reía mientras que sus discípulos lloraban al
ver qué una zorra profanaba las ruinas del Templo.
Adriano ordenó la construcción de un Templo
A Júpiter. El paganismo había llegado de nuevo a
Judah, pero el valiente guerrero hijo de las estrellas
reuniría un ejército de 200 mil valientes guerreros.
Reconquistar Jerusalén era el fin. Y, se unió el pueblo
con el único fin de volver las cosas a como estaban antes.
Ahora la heroica maniobra daría para que
“La Era de la Redención” llegará y así fue.
Tres años duró la nueva provincia autónoma.
Bar Kojba y sus hombres hicieron sucumbir al
creciente Imperio.
Luego de tanta gloria, el destino se doblegó en contra
de la leyenda y a la fortaleza de Beitar irían a parar
los hombres que bañados en sangre quedarían.
Un 9 de Av. Importante y misteriosa fecha
para el pueblo hebreo, Shimon Bar Kojba y
sus hombres perecerían.
En Beitar ocurrió la misma suerte que en Masada.
Así como fueron masacrados los Rebeldes Sicarios,
Bar Kojba y sus rebeldes dejaron en aquellas ruinas
su polvo de estrellas, estrellas caídas de lo alto.
Rabí Akiva y 9 más sabios tuvieron un final más álgido,
sus cuerpos fueron ultrajados por los malvados romanos.
A “Los 10 mártires de Israel”, siempre recordaremos por
haber sido quienes redimieron a Israel del mal de los
hombres que vendieron a su hermano
por 20 Shekels de plata.