He leído algunos de los Artículos escritos por el joven Yaacov Amar Rothstein y los he encontrado acertados. Hoy he leído el Artículo “Ismael hace Teshuváh” y lamentablemente debo disentir profundamente de su enfoque.
El Islamismo, -con el debido respeto-, no tiene nada en común con el Judaísmo. Como igual ocurre con el Cristianismo.
El Cristianismo se copió del Judaísmo. Se inventaron sus Evangelios, le agregaron, le quitaron. Hablan de “algo” diferente. El Dios, Hashem, del pueblo judío, su palabra no cambia. El dios de ellos, es un dios que cambió su palabra, lo que ellos llaman Viejo Testamento, a otra, llamada “Nuevo”. Es obvio que nuestro Dios, no es como el dios de ellos. Así ellos sigan apoyándose en algunas ocasiones en nuestra Torah. Pero no existe aquello de “tener” cosas comunes. No las tenemos. Repito: el que ellos hayan tergiversado y copiado algo de nuestra Torah, no les da a ellos *ni por equivocación*, tener ideas o planteamientos comunes.
Igual acontece con el Islam. No hay absolutamente nada en común. La historia es extensa, pero sinteticemos en que siendo Mahoma idólatra, envía a un pariente suyo a investigar y copiar en qué creían los judíos y los cristianos. Quiere convencer a los judíos de la Meca a que acepten el Corán, mirando hacia Jerusalem. Los judíos no le “pararon bolas”. Se burlaban de él, quien además era epiléptico y les “vendió” el cuento a sus “fans”, de que los ataques de epilepsia, eran los momentos cuando su dios, se comunicaba con él.
Es más, al comienzo el Corán puso la misma fecha de su ayuno o día de perdón, que coincidía con la de Yom Kipur. (¡Esto no tiene nada de “común”!). Mahoma y algunos miles de judíos que había en la Península Arábiga, estaban pleiteando y guerreando. Entonces Mahoma, para quien “el fin justifica los medios”, hizo la “paz” y un tiempo después, los coge de sorpresa y los asesina a todos.
En ese momento, Mahoma muestra su verdadero odio a los judíos. Los llama infieles como a los cristianos, que merecen la muerte y además, dice que su dios le dijo a él, “el profeta verdadero”, que el pueblo judío había adulterado los libros que ese “dios” le había entregado.
Repito, no hay nada en común, cuando en este caso, Mahoma hace un plagio de la Torah, le quita, le pone e inventa su religión. Debemos entender a profundidad: No puede haber temas comunes. Es como si alguien plagia una canción de otro, le quita y pone algunas palabras...No se puede pregonar, que ambas canciones, el plagio y la versión original, tengan ideas comunes.
Dentro de un pensamiento lógico, pensar así, es un absurdo.
El Judaísmo no es “una religión”. El Cristianismo, copiado del Judaísmo y el Islamismo, que copió del Judaísmo y del Cristianismo, ésas sí son religiones.
Con el debido respeto, a su memoria, cuando Menahem Beguin (Z”L), le devolvió a Sadat (a Egipto), la Península del Sinaí, -varias veces más grande que Israel-, debió haber exigido a Sadat, que reconociera que esa tierra, -Eretz Israel-, le pertenece a Israel.
A mi juicio, ese fue un gran error. Lo mismo aconteció cuando Rabin y el rey Hussein de Jordania, firmaron. ¿Que fué lo que firmaron? Se firmó un Tratado de “Paz”, de NO AGRESIÓN, etc... Igual con Jordania. Pero en el fondo lo que se firmó no fue el reconocimiento de que Israel tenía derecho a esa tierra. A estar en su tierra.
De haber sido así, le hubieran quitado “de una”, el “piso de los reclamos” a los llamados “Palestinos”.
Estos nuevos países del Golfo Pérsico, como EAU y otros más, como Bahrein, Kuwait, etc...se constituyeron como Estados, alrededor de 1971. Es decir, que no estuvieron presentes en la votación del 47, relacionada con la “Partición”, porque aún no formaban parte de la ONU.
El entorno, es mucho más que eso, pero ojalá que el joven Yaacov, vea la lógica, “el meollo del asunto”.
Ismael, jamás hará Teshuvá. Hará “Tratados de Paz”, por conveniencia política y económica. Obviamente, ojalá que sean a eternidad.