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Pareciera que hoy, 21/5/2021, se ha logrado un alto el fuego en la guerra no declarada entre el Estado de Israel y la Organización Terrorista Hamas de Gaza.

No mencionaremos los detalles del inicio de la misma pero recalcaremos que Hamas siempre busca excusas y la coyuntura apropiada para comenzar a disparar.

Así paso en 2008/2009; en 2012 y en 2014. Y siempre finaliza igual: una tregua (hudná) para volver ambos a rearmarse con armamentos cada vez más sofisticados.

Hamas y la Jihad islámica se han convertido en un forúnculo crónico para Israel y en un tumor maligno para el propio pueblo árabe residente en la Franja de Gaza.

Millones de personas, judías y no judías, se preguntan: ¿Por qué Israel, una pequeña potencia militar, económica, tecnológica y democrática no reacciona con vigor?

Se supone que reaccionar con más vigor  quiere decir que, en lugar de recetar medicamentos crónicos, debería encarar una operación quirúrgica y extirpar el mal.

Algunos ejemplos de los que pueden reaccionar con más vigor

El 20 de Julio de 1974 Turquía bombardea e invade el norte de Chipre, realiza un “grigishrein” con todos los griegos, expropiando propiedades, campos y depósitos.

Pasaron casi 50 años y solo hemos visto negligencias y olvidos. Turquía sigue en la NATO; invade el norte de Siria y subvenciona a los terroristas del Hamas y Jihad.

La República Popular China invade el Tíbet en 1950, el Dalai Lama debe exiliarse, asesinan a miles de tibetanos, destruyen cientos de Templos y Occidente asiente.

Al poco tiempo imponen coercitivamente la colectivización agraria y 80 millones de chinos (sí, 80 millones) son masacrados por oponerse y el mundo contempla.

En 1989, ante requerimientos democráticos de los estudiantes reunidos en la Plaza Tiananmen, los tanques arremeten contra ellos provocando una vil masacre.

Actualmente, China se da el lujo de romper los compromisos de “Un país, dos sistemas”, firmados con Gran Bretaña sobre Hong Kong y ataca a sus pobladores.

Rusia se apodera de Crimea en 2014 y apoya con mercenarios los actos de guerra de los pro rusos de Ucrania oriental provocando miles de muertes y no pasa nada.

¿Por qué Israel no puede reaccionar con más vigor?

A pesar de haber recibido 4.000 cohetes y misiles de Hamas y la Jihad (25.000 desde 2005) Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos, intimó a Netanyahu a parar.

Salvo Hungría, Chekia, Polonia y Eslovaquia, los demás países de Europa exigieron a Israel el cese de los operativos en lugar de hacerlo con los que los comenzaron.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dependía del voto de Estados Unidos para elaborar una Resolución condenatoria por “falta de proporcionalidad”.

Solo Estadistas con personalidades y capacidades como las de David ben Gurion y Menajem Beiguin hubieran podido llevar a cabo acciones más contundentes.

No es posible dejar de mencionar a los cientos de agentes descendientes de Caín que solo ven con el ojo izquierdo, cojean del mismo lado y vociferan contra Israel.

Por estos factores, Israel debe arriesgar su futura tranquilidad (no su seguridad) y seguir apostando a que, lo que no puede hacer la inteligencia lo haga el tiempo.

Y ese momento llegará cuando “Los Acuerdos de Abraham” se extiendan y sus integrantes árabes y judíos , todos unidos, decidan liquidar la lacra del terrorismo.