Estos días estuve hablando por WhatsApp con Michael Rosental, un ex-Janij mío de Kineret y buen amigo de curso en el CCH de uno de mis hermanos. Discutíamos el tema de las elecciones en Israel.
Michael me comentaba sobre su postura con respecto a la política israelí y así intercámbianos nuestros diagnósticos sobre las elecciones. Él me platicó sobre su preocupación de posibles escenarios en el gobierno israelí etc.
En fin, tras unos días de conversación, algo que me dejó reflexionando es el hecho de Michael -al igual que muchos otros de mis amigos en la comunidad de Bogotá con los que crecí toda mi vida- es un judío que aún vive en la diáspora. Vive en una comunidad del exilio, lejos de Eretz Israel.
Y mi pregunta es ¿Por qué a un judío al otro lado del planeta le interesaría el tema de las elecciones en Israel? Es más, en Hashavúa (como en muchos otros medios de difusión judíos) he visto una gama de artículos analizando la situación de los resultados en las elecciones aquí en Israel.
¿Por qué? ¿Qué tanta importancia tiene para ellos? ¿En qué les afecta lo que nos pase aquí en Israel?
Explíquenme cómo es que a la gente le importa algo que ocurre en otro país distante. Hay un dicho que dice “lejos de los ojos, lejos del corazón” ¿O me equivoco? Quizás sí me equivoco y estoy diciendo mal el dicho, porque no hay duda de que la distancia geográfica nunca ha sido un impedimento para que el Pueblo Judío estemos ligados a nuestra tierra ancestral.
Como escribió Rabi Yehuda Halevi hace mil años en uno de sus poemas: “Mi corazón está en el Oriente y yo estoy en el fin de Occidente ¿Cómo puedo saborear lo que comeré y cómo disfrutarlo?”.
En esas líneas ponemos ver la profunda nostalgia que nuestro pueblo siempre ha tenido por la tierra del Tanaj, mucho antes de que hubiera elecciones a la Knesset.
La conexión de Am Israel a su tierra prometida es un lazo eterno y que trasciende a la distancia. Como dijo el salmista en su canción: “Y andaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo” (Salmo 105:13). Ahí está hablando de los hijos de Israel, hace referencia a que el nexo con su tierra es eterno; independiente del divagar del Pueblo Judío.
Cuando un judío se interesa por la situación de su nación, aunque se encuentre al otro lado del mundo, es porque su neshama está expresando esa chispa milenaria que aún está encendida y aguardando por retornar a Sion. Cuando un judío se preocupa por las elecciones al parlamento israelí, es porque su esencia nacional lo impulsa (como explica el Talmud en Sanhedrin 20b).
¿Por qué Moshé no fue enterrado en la tierra de Israel? Porque cuando las hijas de Yitro le preguntaron a Moshé cuál era su origen, Moshé fue identificado como egipcio (Éxodo 2:19). Pero en cambio, Yosef sí fue enterrado en Erez Israel porque él se identificaba abiertamente como hebreo, de la tierra de los hebreos (Génesis 40:15).
Por eso el Rebe de Ostrov z”tl decía que todo judío debe decir que es indígena de la tierra de Israel (Perush a Devarim Raba 2:8).
Con ayuda de Hashem, que cada judío retorne a su tierra. Así esa chispa divina en cada judío pasará a ser una fuerte antorcha con que lograremos iluminar al mundo entero desde Sion.
שׂוֹם תָּשִׂים עָלֶיךָ מֶלֶךְ