Cuando se haya consumido la fuerza de la grave-edad
y volemos como pompas
al compás del frío sideral desolado
surgirá un nuevo sistema de atracción
generando ondas telepáticas de fuego-luz
que atravesarán nuestra redondez
sin quebrarla ni opacarla
Será el de los poetas-planetas
que reinarán en un delicado verso-universo
Cuando seamos espacio translúcido
y hayamos perdido hasta el último ángulo
se correrá el telón de nuestras cataratas oculares
y aparecerá una gama interminable de colores cálidos
que se tornarán en sonidos, imágenes y pensamientos
tan desinteresados
que habremos de retroceder por la cadena de reencarnaciones
para nacer del primer átomo
y poder exponernos incontaminados
ante la nueva fuente