Recuerdo cuando siendo adolescente buscaba por los años 90 los libros para la universidad y de lecturas de diversa índole tales como los de judaísmo, la vida de estos en la URSS, Polonia, Hungría, que  había encontrado en la revista soviética SPUTNIK, eran temas poco conocidos y ocultos en esa época, encontraba mucha literatura de diversos pelambres costos, estilos, orígenes en el centro de Bogotá en la Avenida 19 en casetas de metal que estaban ubicadas  a lado y lado de la vía, eran habitáculos  de los libreros para esa época comenzó el plan de ordenamiento territorial y ante la petición de transeúntes y dueños de almacenes, que estos impedían el normal flujo y comercio, obligó a que fueran trasladados a la calle 16 con carrera 8ª, a un callejón al que denominaron como centro cultural del libro, en el espacio en donde estaba ubicado  el restaurante  “TEMEL’’. Dicho lugar era una zona de expendio de drogas ilegales y refugio de maleantes. Su nuevo destino provino de una situación que no tenía nada que ver con el viejo restaurante, fue solo la necesidad de reubicar los expendios de libros usados y nuevos callejeros.

Se vendieron los locales de este nuevo y único centro comercial del libro financiado por el extinto Banco Central Hipotecario -BCH, la idea era muy buena, aprovechar el espacio del amplio edificio vacío, reformado que alguna vez ocupó el delicioso TEMEL.

El alcalde Julio Cesar Sánchez tuvo la idea de reubicar a estos libreros en la esquina detrás de las oficinas de LA CAJA AGRARIA, cerca de algunas casas abandonadas en donde sólo quedaba el área y ningún recuerdo de lo que fue este glorioso palacio de los gourmets, que fue alguna vez lo más elegante de la alta sociedad bogotana, el cual se inauguró el 19 de enero de 1990, casi 42 años después de la gran apertura de El Temel el 5 de abril de 1948 de donde viene el TEMEL.