“Europa ante la 3ª. Guerra Civil europea no reacciona”. VZ

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, es además un exitoso empresario y sus declaraciones son evidentemente realizadas con una pátina comercial que cree necesaria utilizar para pacificar las guerras existentes, anteriores a su ascensión al poder del país más poderoso de la Tierra.

La guerra en Ucrania entre la OTAN (Alianza Atlántica) y la Federación Rusa debe terminar con un tipo de negociación que el joven Volodimir Zelenski, Presidente de Ucrania, y algunos dirigentes de la UE (Unión Europea), parecen no entender.

Es evidente que Ucrania está perdiendo la guerra con Rusia a pesar del apoyo dinerario y armamentístico que le ha brindado Occidente: 500 mil millones de dólares otorgados por EE.UU, según Trump y 350 mil millones de euros entregados por Europa y otros.

Si después de 3 años de combates la guerra continuase sin el apoyo de Trump no caben dudas que Zelenski seguirá perdiendo territorios todavía con mayor celeridad que la actual y si la UE ralentiza sus aportes por necesidades propias de la gestión de cada uno de sus integrantes Ucrania corre el peligro de caer integralmente en las garras del “Oso Ruso”. No cabe duda entonces la conveniencia de un “cese de fuego” inmediato, aunque el 20 % del territorio ucraniano quede bajo el poder de Rusia.

Con este Convenio finalizaría el desangre humano y económico para Ucrania y el desbarajuste económico-financiero en el que se encuentra la UE. No sería una “paz justa ni moral” como pretende Zelenski, pero habría paz.

¿Cuál es la propuesta que Trump propone a Zelenski y cree que Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, aceptaría?

El esquema es típico de un comerciante: Rusia se quedaría con el Donbass industrial y sus vitales tierras con minerales y USA compartiría a su vez con Ucrania sus propias “tierras raras”, o sea las zonas repletas de importantes minerales que necesitan inversiones considerables para su extracción, en una proporción de 1/3 que devolvería la impresionante suma de dinero otorgada por Estados Unidos para la guerra (de la cual algunos periódicos y analistas exigen una auditoría y control sobre casi un 50% que ha desaparecido) y 2/3 de las utilidades estarían destinadas a la reconstrucción de la devastada Ucrania occidental.

Este Plan aparece como el más racional posible para el fin de la guerra en el que todos ganan una parte, aunque no la totalidad de sus deseos. Sin embargo, el imberbe Zelenski y los siempre ineptos burgueses europeos parecen no entenderlo, exigiendo Zelenski durante su plena visita a la Casa Blanca la firma anticipada de un “Documento de Seguridad” que, si alguno lo incumpliera, podría insertar a EE.UU en una 3ª. Guerra Mundial, situación que Trump jamás firmaría.

Este increíble reclamo de Zelenski provocó su inmediato despido de la Casa Blanca advirtiéndole Trump que vuelva cuando esté en condiciones de negociar con la seriedad necesaria.

Lo que no han entendido Zelenski y la UE es que la sola presencia de Empresas privadas americanas y quizás también europeas en Ucrania sería suficiente garantía pues Putin, casi con seguridad, no las atacaría y esta situación serviría como contención a las ansias expansionistas, tanto de Rusia como las de la OTAN.