Alfe Menashé, Mayo 22, 2017
"Este lugar y esta nación entera son testimonio
del espíritu inquebrantable del pueblo judío y la esperanza
que la luz puede iluminar el camino más allá de la oscuridad"
Donald G. Trump, Yad Vashem
El presidente Trump decidió que en su primer viaje fuera del territorio de los EEUU visitaría Israel. Obama decidió saltearnos…
Trump en Riad habló del terrorismo y de la importancia de combatirlo sin cuartel. Propuso crear una alianza de los países musulmanes y árabes y seguramente Israel será parte de ella. Habló de los buenos y de los malos y entre los malos están Hamas, Hezbolá, el Qaeda, Daesh y por supuesto Irán.
Trump llegó a Israel en la víspera del 50° aniversario de la liberación de Jerusalem, en vuelo directo de Riad a Tel Aviv.
Su visita al Kotel fue vista por todo el mundo. Los que odian a Israel y niegan nuestro vínculo con nuestra Tierra Santa vieron al presidente americano en el Kotel, con kippá en la cabeza, después de recibir una explicación acerca de su estructura: una pequeña parte de un muro de apoyo de 488 metros donde los judíos oramos durante miles de años.
En el Medio Oriente, los símbolos no sólo tienen significado espiritual, religioso o cultural, sino también existencial, práctico y significado político. Estos símbolos son más reales que cualquier otra realidad, porque es gracias a ellos, entre otras cosas, que volvimos a Sión y establecimos un estado judío independiente. Por esta razón la visita al Kotel por un presidente estadounidense es tan importante, lo que reafirma nuestro reclamo histórico, religioso y diplomático a todo Israel.
En Yad Vashem dijo en un discurso profundo y emotivo:
“Estamos aquí en Yad Vashem para honrar la memoria de seis millones de judíos que fueron enviados a su muerte. Las palabras nunca pueden describir la profundidad sin fondo de ese mal o el alcance de la angustia y la destrucción. Fue la hora más oscura de la historia... Fue el más salvaje crimen contra Dios y sus hijos. Y es nuestro deber solemne recordar, llorar, llorar y honrar cada vida individual que fue tan cruel y despiadadamente…
Este lugar y esta entera nación, son un testamento para el espíritu inquebrantable del pueblo judío y la esperanza de que la luz puede brillar el camino más allá de la oscuridad. A través de la persecución, opresión, muerte y destrucción, el pueblo judío ha perseverado. Ellos han prosperado, se han vuelto tan exitosos en muchos lugares y han iluminado el mundo. El Estado de Israel es un monumento fuerte y creciente a la promesa solemne que repetir y afirmar: ¡Nunca más!
Desde las profundidades del sufrimiento, el pueblo judío ha construido una nación poderosa y las ondas de la estrella de David con orgullo por encima de esta preciada tierra. Mientras nos negamos a ser silencioso ante el mal, mientras nos negamos a atenuar la luz de la verdad en medio de la oscuridad, mientras nos negamos a ser espectadores de la barbarie, entonces sabemos que bondad, paz y justicia en última instancia triunfarán... con tristeza por las vidas y sueños que fueron robados de la tierra, con determinación para mantener viva la memoria de las víctimas y siempre con tenacidad para enfrentar el mal dondequiera que amenaza, le pedimos a Dios que nos dé la fuerza, sabiduría y coraje para trazar el camino justo… Muchas gracias. Dios bendiga la memoria de los fallecidos. Dios bendiga a los sobrevivientes. Dios bendiga al pueblo judío. Y que Dios bendiga el Estado de Israel. Gracias por tenerme con ustedes. Muchas gracias”.
Qué innecesaria la comparación entre las notas que escribieron Obama y Trump…
Qué innecesaria la comparación del tiempo que estuvieron Obama y Trump en Yad Vashem…
Obama cree y lo dijo en repetidas ocasiones que el Estado Judío es la consecuencia de la Shoá.
Trump cree que es el resultado de la larga historia como lo expresó con meridiana claridad en el discurso en el Museo de Israel.
“… Jerusalén es una ciudad sagrada. Su belleza, esplendor y herencia no se parecen a las de ningún otro lugar en la tierra. Los lazos del pueblo judío con esta Tierra Santa son antiguos y eternos. Datan de miles de años, incluyendo el reinado del rey David, cuya estrella ahora vuela con orgullo en la bandera blanca y azul de Israel. Israel es un testimonio del espíritu inquebrantable del pueblo judío. De todas partes de este gran país, resuena un mensaje y ese es el mensaje de esperanza. A través de los siglos, el pueblo judío ha sufrido persecución, opresión e incluso hay quienes han buscado su destrucción. Pero, a pesar de todo esto, han perseverado, y han prosperado. Estoy asombrado de los logros del Pueblo Judío, y les hago esta promesa: Mi Administración siempre estará con Israel.
… Este museo donde nos reunimos hoy cuenta la historia de ese espíritu: desde los dos templos sagrados, hasta las gloriosas alturas de Masada, vemos una increíble historia de fe y perseverancia. Esa fe es lo que inspiró a los judíos a creer en su destino, a superar su desesperación y a construir aquí un futuro que otros no se atrevieron a soñar. En Israel, no sólo los judíos son libres de cultivar el suelo, enseñar a sus hijos y orar a Dios en la antigua tierra de sus antepasados. También lo son los musulmanes, los cristianos y personas de todas las religiones, hombres y mujeres son libres de vivir y adorar según su conciencia, y de seguir sus sueños. Mientras que las fuerzas del mal buscan matar a inocentes de todas las creencias, su nación ha respondido con compasión, caridad y generosidad.
… Hoy, reunidos entre amigos, invito a todas las personas -judíos, cristianos, musulmanes y de toda fe, tribu y credo- a inspirarse en esta antigua ciudad, a apartar nuestras diferencias sectarias, a superar la opresión y el odio y a dar a todos los niños la libertad, la esperanza y la dignidad escritas en nuestras almas. Pero un futuro esperanzador para los niños de Oriente Medio requiere que el mundo reconozca plenamente el papel vital del Estado de Israel. Y en nombre de los Estados Unidos, nos comprometemos a defenderles y defender nuestros valores compartidos para que juntos podamos derrotar al terrorismo y crear seguridad para todos los hijos de Dios.
… Los israelíes han experimentado de primera mano el odio y el terror de la violencia radical. Los israelíes son asesinados por terroristas que blanden cuchillos y bombas. Hamás y Hezbolá lanzan cohetes hacia comunidades israelíes donde los niños en las escuelas tienen que ser entrenados para escuchar las sirenas y correr a los refugios anti-bombas. ISIS tiene como objetivo barrios sinagogas y tiendas judías. Y los líderes iraníes rutinariamente llaman a la destrucción de Israel. A pesar de estos desafíos, Israel prospera como nación soberana -y ningún organismo internacional puede cuestionar las contribuciones que Israel hace a la región.
… Hoy rezamos por esa paz y por un futuro más esperanzador por todo Oriente Medio. Hay quienes presentan una falsa elección. Dicen que debemos elegir entre apoyar a Israel y apoyar a los países árabes y musulmanes en la región. Eso es completamente incorrecto. Todas las personas decentes quieren vivir en paz, y toda la humanidad está amenazada por el mal del terrorismo. Diversas naciones pueden unirse en torno a la meta de proteger la vida inocente, defender la dignidad humana y promover la paz y la estabilidad en la región. Mi gobierno está comprometido a formar esa coalición, y hemos hecho progresos importantes durante este viaje.
… La convicción de Theodor Hertzl resuena verdadera hoy. Todo lo que intentemos allí para nuestro propio beneficio redundará de forma poderosa y en beneficio de toda la humanidad. Aquí, en Jerusalén, vemos a peregrinos de todas las creencias que vienen a esta tierra a caminar sobre este suelo santificado. Los judíos colocan las oraciones de sus corazones en los bloques de piedra del Muro Occidental. Los cristianos rezan en los bancos de una iglesia antigua. Los musulmanes responden a la llamada a la oración en sus sitios sagrados. Esta ciudad, como ningún otro lugar en el mundo, revela el anhelo del corazón humano de conocer y adorar a Dios.
… Jerusalén es un recordatorio de que la vida puede prosperar contra cualquier pronóstico. Cuando miramos a nuestro alrededor en esta ciudad, y vemos a personas de todas las creencias imbuidas en reverente adoración, y los niños en la escuela que aprenden uno junto al otro, y hombres y mujeres que ayudan a los necesitados y a los olvidados, vemos que la promesa de Dios de sanar a la humanidad ha traído bendiciones a tantas vidas. Vemos que la gente de esta tierra tuvo el coraje de superar la opresión e injusticia del pasado y vivir en la libertad que Dios asigna para cada persona en esta tierra.
Hoy en Jerusalén, oramos y esperamos que los niños alrededor de la tierra pronto puedan vivir sin miedo, soñar sin límites y prosperar sin violencia. Le pido a esta tierra de promesa que se una a mí para luchar contra nuestros enemigos comunes, para lograr nuestros valores compartidos, y para proteger la dignidad de cada hijo de Dios.
Gracias. Dios los bendiga. Dios bendiga el Estado de Israel. Y Dios bendiga a los Estados Unidos”.
Hay quienes lo atacan porque sus discursos son infantiles. Yo creo que son sinceros.
Escuché discursos de un presidente que era un prodigio de oratoria, que era profundo. Se llamaba Barak Hossain Obama… ¿Y que nos hizo?
Qué importa lo que dice la UNESCO. Qué importa lo que decían Kerry, Obama e Hillary Clinton.
Parece que finalmente algo puede empezar a cambiar.
Parece que Abu Mazen fue acusado de mentir a Trump en el encuentro de Belén.
Parece que si los palestinos no se mueven, Trump empezará la normalización con los países del Golfo Pérsico…
Presidente Trump:
Muchas gracias por tomar partido y esta vez de nuestro lado y ello por la justicia que esto representa.
Muchas gracias por el discurso más sionista que alguna vez pronunció un presidente de EEUU en funciones.
Muchas gracias por visitar el Kotel (mal llamado el Muro de las Lamentaciones) como presidente en funciones.
Muchas gracias por decir y entender que el Estado de Israel no es resultado del Shoá sino de la larga historia que nos vincula a esta, nuestra, tierra y a la capital eterna, la ciudad de David – Jerusalem!