Muchos ya sabrán qué relación hay entre dátiles e Israel. Son de estas cosas, entre tantas otras, que van mano en mano como humus y pan árabe, como falafel y tahine, y bueno, podemos seguir. El dátil es mencionado varias veces en la Torah y en el Talmud. La profetiza y jueza Débora, atendía a la gente bajo la sombra de un árbol de dátiles y allí mismo profetizaba.
Hay algo especial con los dátiles: Cuando nuestro gran Moshe estaba llegando a la tierra prometida, envió 12 delegados a estudiar la nueva tierra a donde llegarían. De estos 10, que aún no estaban convencidos de los milagros recibidos en el camino, comentaron negativamente sobre el lugar. Solo 2 regresaron diciendo: Eretz Jalav Hudvash –tierra de leche y miel- y viendo el gran potencial de estas tierra. Pero ¿en qué se basaron estos dos mensajeros para decir esto? Acá Dvash (miel) se refiere principalmente a la miel que se extrae de los dátiles, y su gran dulzura (con 70% más dulzura que otros frutos). Por sus cualidades de dar más energía que otros alimentos, este fruto es utilizado como uno de los alimentos base para los deportistas.
Ya los dátiles existían en Canaán, pero por la diáspora y dispersión de los judos a otros lugares del mundo, se convirtió en un lugar desértico y que volvió a florecer regresaron a esta tierra los judíos.
Es por las cualidades mencionadas que el dátil es incluido entre las 7 especies tradicionales de Israel, utilizadas en la mesa para la festividad de Tu B´Shvat o el nuevo año de los árboles. Esta festividad es de carácter ancestral, cuyo origen proviene de la Mishná, compuesta en el siglo III.
El dátil, por su textura, sabor, dulzura y relativa facilidad de ingerirlo e incorporarlo en variedad de recetas, es muy codiciado, desde su forma natural hasta procesado en salsas, pastas, mermeladas y variedad de repostería.
Es su forma natural con algunas variaciones muy sencillas, se puede comer como viene o haciéndoles una incisión a lo largo por un lado, se le introduce media nuez, también se le puede poner pistachos picados, queso azul u otro tipo de queso y servirlos como aperitivo. Se puede hacer en forma de pasta para carnes rojas o blancas y se puede utilizar en pan y mantequillas, ablandándolo un poco en agua caliente y luego con un poquito de la misma agua en que se cocinaron, se licuan dándole a la pasta la textura deseada (según la cantidad de agua). También se utiliza licuada con un sirope sencillo dejándola menos espesa, para salsas de helados y postres y también puede utilizar en tortas.
A continuación una receta muy sefaradí.
Mahmul de datiles y nueces (dulce del Medio Oriente)
Número de partes: 2 porciones
Tiempo de preparación: 20 Minutos
Tiempo de cocción: 20 Minutos
Listos en: 40 Minutos
Dificultad: Fácil
Ingredientes:
- 600 g de harina de trigo leudante.
- 400 g de harina de nueces (procesar las nueces hasta conseguir una textura de polvo de harina).
- 500 g de mantequilla.
- 01 cucharadita de majlab (especia árabe que se ubican en las tiendas gourmets).
- Agua cantidad necesaria para el amasado.
- 01 pizca de sal.
- 200 g de azúcar.
Relleno:
- 300 g de nueces troceadas.
- 400 g de dátiles sin semillas.
- 06 cucharadas de miel de abeja.
- 01 cucharada de agua de azahar.
- 01 cucharadita de canela en polvo.
Preparación:
Paso 1: Unimos la harina, nueces, mantequilla, especias y el azúcar hasta conseguir una masa medianamente compacta y reservamos.
Paso 2: Procedimiento del relleno: En un mortero colocaremos las nueces, los dátiles, la miel, el azahar, canela hasta conseguir una pasta suave.
Paso 3: Con la masa haremos óvalos con la mano o molde colocaremos relleno en el centro del mismo a gusto y colocaremos otro trozo de masa para sellar el ovalo que quede bien compacto.
Paso 4: Enmantequillamos y enharinamos una bandeja y colocaremos los mahmul en el horno a una temperatura de 300º por un tiempo aproximado de 15 minutos o hasta que la parte de abajo del mismo se ponga dorado. Servimos frio espolvoreado con azúcar glass.