A pesar del faraónico fracaso de los negacionistas de la Shoah, estos sujetos han hecho y siguen haciendo demasiado daño a la justicia y a la moral de la humanidad, es por ello que vale enumerar a los “famosos” negacionistas, entre los cuales Robert Faurisson*1, que acaba de morir en Francia, fue uno de ellos, mas no el iniciador.

El primer revisionista del Holocausto fue Paul Rassinier que comenzó su despreciable tarea basado en declaraciones de un fascista francés llamado Maurice Bardeche. Ya en 1948 Bardeche sostenía que la evidencia de los crímenes nazis era falsa y que las cámaras de gas habían sido construidas para la desinfección y no el exterminio. Paul Rassinier es culpable de haber puesto en marcha las horribles y falaces declaraciones de Bardeche ubicándolas bajo el manto de una ideología cuasi científica. En su libro “La mentira de Ulises” niega la veracidad de las descripciones que hicieron los que sobrevivieron a los horrendos Campos de Concentración y Exterminio.

Los que difundieron esta perversión paradigmática a nivel académico fueron David Irving y Robert Faurisson. El primero con uno de sus libros “La guerra de Hitler”. El segundo, el fallecido Faurisson, con aportaciones, en “Convenciones de Revisionistas” como Profesor Universitario, que niegan la existencia de las Cámaras de Gas.

Ambos, Irving y Faurisson, prologaron el siniestro “Informe Leuchter” quien se presentaba como “un especialista en diseño y fabricación de equipos para ejecución”. Con esa fraudulenta presentación, Leuchter planteaba la duda y determinaba la no existencia de “Cámaras de Gas” en los Campos ya que “no encontró evidencias”.

Actualmente, quien encabeza el “negacionismo” es el Régimen Teocrático de Irán quien, hace varios años, organizó una “Conferencia Internacional” en Teherán.