2024-11-22 [Num. 1010]


Versión Imprimible

Artículos  - Israel y Sionismo

León Celnik

Leon 190306 n
Por León Celnik
Email: LCELNIK@YAHOO.COM
Página Web:
Artículos del autor: 15
Bio:

Casado con Miriam Tawil y vivo en Bogotá, Colombia. Soy arquitecto, jubilado. Trabajé en el área de diseño y construcción y posteriormente en la industria de grasas y productos químicos en control y arquitectura. Dedico mi tiempo a los temas relacionados con la fotografía y leer y escribir artículos sobre cuestiones de historia judía. Dicto clases de fotografía. Fui profesor universitario en las cátedras de Diseño y Fotografía. Participé en varios proyectos de construcción y diseño de interiores. He viajado por varios países del mundo en Norte y Sur América, Europa, Asia y África.

Bereshit – Israel llega a la luna

2019-04-17

Beresheet
Si desea escuchar la lectura el artículo puede acceder aquí.

Audio Vilma Chaskel

ND: Hay texto agregado de último momento al final del artículo escrito

“Bereshit” es el “Génesis”, nombre del primer libro y, además, primera palabra de la Torah (Pentateuco) que traduce “En el principio”. Y precisamente este es el coincidente y afortunado nombre que SpaceIL, con el apoyo técnico y económico de la Industria Aeroespacial Israelí (IAI), ambas corporaciones con capital privado y varios inversionistas judíos de Israel y los EUA, le dio a su primera sonda lunar, que debía haberse posado en este astro el 11 de abril, después de un exitoso viaje de cincuenta días, pero que infortunadamente, por la falla en uno de sus motores durante los últimos segundos de su aproximación final, no logró la desaceleración requerida y se estrelló. De todas formas, el mérito de haber llegado a la Luna, ya de por si es un gran éxito. El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, presente en el Centro de Control de Vuelo de SpaceIL en Yehud, Israel, dijo: “Si al principio no tienes éxito, trata otra vez”, augurando un venturoso futuro. 

La hazaña de alunizar debidamente ha sido conseguida antes solamente por los EUA, Rusia y China y tan solo siete países, incluyendo a Israel, han logrado colocar una sonda alrededor de la Luna. Hay que ver la alegría y emoción que se vivió en las calles de todas las ciudades de Israel la noche de ese jueves. Este país invierte en la paz y bienestar para toda la humanidad y eso merece levantar la copa y exclamar un sonoro “Le Haim”, “Por la Vida”.

Todo empezó con la competencia organizada por Google en 2007, denominada “The GOOGLE lunar XPRIZE” y cuya pretensión era la de incentivar la inversión y creatividad privadas en el deseo de escoger el proyecto de diseño y construcción de una astronave robótica y autosuficiente que pudiera colocarse sobre el suelo lunar. La fecha límite fue el 31 de marzo de 2018. El concurso se declaró desierto ya que el plazo máximo fijado para el logro del objetivo nunca fue alcanzado por ninguno de los participantes. De todos modos, SpaceIL quedó entre las finalistas.

Pero, gracias a la tenacidad y perseverancia de sus creadores, diseñadores, ingenieros, científicos y constructores, que en su inmensísima mayoría (95%) fueron voluntarios pro-bono (sin remuneración económica), SpaceIL logró conseguir la financiación por varios inversionistas, para subsidiar el resto del proyecto que terminó costando US $95 millones, una cifra aceptable si se compara, por ejemplo, con el valor del proyecto del reciente alunizaje chino, el “Chang’e-4”, obviamente más complejo y pesado, que se cree tuvo un costo de US$178 millones.

Beresheet model on habima square 20190222 01


No entraré en minucias tecnológicas, pero se debe entender la parte más ingeniosa y destacable de este plan, más trascendental que el alunizaje mismo y que es la capacidad de enviar a la Luna un artefacto tecnológico complejo de una manera relativamente económica, aprovechando para su propósito las fuerzas de la naturaleza, la gravedad de la Tierra y de la Luna, con lo cual se adquiere la máxima eficiencia con el mínimo consumo de combustible y por ende, máxima economía, lo que significará la posibilidad de viajes más frecuentes y diversos, no solo a este satélite, sino a todo el sistema solar y seguramente más allá. Además, el sector privado se beneficia directamente de los resultados científicos conquistados por la misión, ya que se obtienen aplicaciones prácticas en muchos campos. Así el módulo se haya estrellado al alunizar, es una victoria gigantesca para la ciencia y tecnología israelíes.

Bereshit, dirigido y comandado desde Israel, por SpaceIL, fue lanzado al espacio exterior mediante un cohete de la agencia privada Space X, el 22 de febrero de 2019 desde su base en La Florida, EUA, para llegar a la órbita terrestre, donde, utilizando su propio combustible, inició una serie de órbitas alrededor de la Tierra, cada vez más amplias, hasta adquirir la distancia necesaria para alcanzar la atracción gravitacional de la Luna, gracias a lo cual continuó el mismo ciclo alrededor de esta y luego conseguir la distancia óptima para frenar, iniciar un descenso controlado y así posarse sobre la superficie lunar.

La sonda, desde que se acercó y llegó a la órbita lunar, estuvo tomando fotografías de su superficie de muy alta resolución y ángulos sin precedentes, incluso de su lado oscuro. 

El módulo, amén del ingenioso truco de utilizar la gravedad planetaria como propulsor, tenía varios propósitos. Llevaba una “Cápsula del Tiempo” digital, que incluye un medio digital en el que se destaca la Torah, memorias de un sobreviviente de la Shoa (holocausto), una copia de toda la enciclopedia Wikipedia, el himno y la bandera israelí, aparte de muchas otras informaciones y hay la posibilidad de que haya sobrevivido al accidente. En el exterior exhibía la bandera del Estado de Israel y escrito “AM ISRAEL JAI”, “El pueblo de Israel vive”, además de los logos de sus creadores, SpaceIL, la IAI, Industria Aeroespacial Israelí y los financiadores. Y en una placa en el plano focal de su cámara para “selfis”, “PEQUEÑO PAIS, GRANDES SUEÑOS”.

En el campo científico, llevaba un dispositivo diseñado por el Instituto Israelí de Ciencia Weizman, que haría un detallado mapa del campo magnético de la Luna y un láser auto reflector suministrado por el Centro Espacial Goddard de la NASA, que permitiría una precisa medida de la distancia entre la Tierra y la Luna.

Desafortunadamente, esta expedición no es una gran novedad en los medios ni en las redes sociales. La astronáutica ha pasado de moda. Inclusive, desde las últimas misiones Apolo a la Luna en 1972, los viajes a la órbita terrestre y a la Estación Espacial Internacional, son noticias que no ocupan mayores titulares de prensa, como si los puede tener un evento que causa mayor efecto (y placer), ver a una de las Kardashian-Jenner en vestido escotado celebrando en una fiesta. 

Beresheet auto6


Los fondos para la NASA, la Agencia Aeroespacial Europea, Roscosmos de Rusia y agencias estatales de otros países, con excepción de China, desde donde no hay información, han sido continuamente recortados en favor de otros objetivos, en muchas ocasiones militares, priorizándolos sobre los sociales e investigación científica. El tan anticipado y pregonado viaje a Marte durante mi juventud en los años 50 y 60, cuando los científicos nos habían permitido fantasear con volver realidad los sueños de Julio Verne y H.G. Wells, diciendo que la tecnología estaba a punto de conquistarlo, nunca se llevó a cabo y se espera que recién hacia fines de los años 2030, un humano ponga pie en ese planeta, casi un siglo después. 

No crea Ud. que los viajes a los planetas y sus lunas son tan solo tema de películas y libros de ciencia ficción, o un despilfarro absurdo e irracional de dinero. Además de los beneficios tecnológicos, médicos y económicos obtenidos por los desarrollos científicos y prácticos en el uso cotidiano de lo que se ha conseguido por la industria aeroespacial y otros muchos que se obtendrán por cuenta de la exploración y extracción de diversos elementos escasos en nuestro planeta, pero abundantes en otros mundos para traer a este, tienen, ni más ni menos, el trascendental propósito de garantizar la supervivencia de nuestra especie. 

Sabemos, sin lugar a duda alguna, que este mundo que habitamos tiene fecha de expiración; esto no es un “quizá” sino un “cuándo”.  La creciente e incontrolable contaminación ambiental y su consecuente incidencia en el calentamiento global, las mutaciones de virus inmunes a la bioquímica actual, la escasez de medios energéticos por agotamiento de los recursos no renovables, las sangrientas guerras, el terrorismo internacional cercano a adquirir tecnología nuclear y, por otro lado, las catástrofes naturales fuera de nuestro control, eventos de extinción global como la posibilidad de un asteroide colisionando con nuestro mundo, tormentas solares, devastadores terremotos, tsunamis gigantescos, super volcanes, mega huracanes etc. etc. son los peligros de lo que está por venir.

Está en la genética humana y, de hecho, en la de todo ser viviente, reproducirse y buscar propagar su especie y definitivamente la única forma de hacerlo ante tales eventos es poder lograr habitar otros mundos, quizá en otros sistemas solares o galaxias. Esta meta solo se alcanzará cuando los líderes mundiales, políticos y religiosos, comprendan que es más importante la vida que la guerra; cuando entiendan que la inversión en ciencia y tecnología es, no solo ganancia económica, sino precisamente, trascender la mismísima supervivencia y persistencia de nuestra progenie. E Israel, a pesar de su perpetua amenaza existencial, está a la vanguardia en todos estos campos, invierte e incentiva el emprendimiento en ciencia y tecnología y ahora ha dado otro paso en la dirección correcta.

Aparte de ser un hito tecnológico extraordinario, el intento de colocar un dispositivo en la Luna, ya de por sí, es un logro que Israel brinda para el futuro de la humanidad. Ojalá las naciones y los diversos grupos en armas invirtieran más en la ciencia que en destruir a sus propios hermanos humanos.

Abril 14/19

A última hora se supo que el filántropo israelí y principal donante del proyecto, Morris Kahn, ha aportado US $42 millones como parte de la financiación del módulo Bereshit II, el segundo intento por alcanzar un alunizaje perfecto, adicionales a su generosa contribución al primer módulo. Dijo Kahn “Aunque no tengas éxito, tú te levantas y tratas otra vez”. Así somos.



Comentarios de los lectores




Caracteres restantes: 300
Eugenia Silberman
Interesante articulo, tuve el privilegio de trabajar en las oficinas de Morris Kahn, quien aporto los primeros US $100,000.- y sin muchas esperanzas de llegar hasta el final, es el padre del proyecto,...
Leer más 2019-04-18