Publicado originalmente en la Revista Coloquio del Congreso Judío Latinoamericano
En noviembre del 2021 la Escuela de Policía "Simón Bolívar" en Tuluá, una ciudad del Valle del Cauca, Colombia, realizó una actividad calificada como un día de pedagogía internacional cultural con enfoque en Alemania. Posterior a la actividad publicaron en Twitter fotografías del evento en el que se veían símbolos y parafernalia nazi, además de estudiantes vestidos de soldados de la S.S. y de Hitler. Este incidente inspiró indignación nacional y fue denunciado por el Presidente de la República, Dr. Iván Duque Márquez, quien en un tuit, escribió: "Cualquier disculpa por el nazismo es inaceptable y condeno cualquier manifestación que haga uso de símbolos que aludan a los responsables del holocausto judío que se cobró la vida de más de 6 millones de personas. El antisemitismo no tiene cabida en el mundo”.
La Policía Nacional emitió una disculpa en su cuenta oficial de Twitter en la que manifestó que "rechaza enérgicamente cualquier acto de apología al nazismo y ha tomado las primeras decisiones drásticas por hechos inaceptables en la Escuela 'Simón Bolívar' de Tuluá.". El tuit incluyó un vídeo de la Brigadier general Yackeline Navarro Ordóñez, Directora de Escuelas de Policía (DINAE) en el que declaró que los hechos ocurridos “van en contravía de la política institucional de absoluto respeto por los derechos humanos. El uso de emblemas nazi y la caricaturización del uniforme policial son inaceptables”. Además expresó su voluntad de rectificar sus errores y trabajar para educar a sus estudiantes, tanto cadetes como oficiales, sobre lo que sucedió durante el Holocausto. El director de la Escuela Simón Bolívar de Tulúa fue destituido inmediatamente de su puesto.
El incidente mostró una falta de conocimiento y conciencia en las fuerzas policiales sobre lo que sucedió con el pueblo judío y otros grupos perseguidos durante el Holocausto e hizo evidente la necesidad urgente de encontrar una manera de educar a los agentes de policía futuros y actuales. El análisis realizado por la Confederación de Comunidades Judías de Colombia y las Embajadas de Israel y Alemania (quienes emitieron un comunicado conjunto) fue que la causa del incidente no fueron necesariamente antisemitismo, sino una falla educativa que llevó a un acto de ignorancia dentro de una institución policial. El comunicado emitido por la CCJC se enfocó en pasos futuros para que hechos como los ocurridos en la academia de Tulúa no se repitieran: "Hacemos un llamado a las autoridades nacionales y regionales a reforzar la pedagogía contra el discurso de odio, tomando como punto de partida la enseñanza del Holocausto, que acabó con al vida de seis millones de judíos, hecho que comenzó con palabras que no fueron enfrentadas a tiempo. En este contexto, exhortamos al gobierno nacional a emprender la pronta adhesión de Colombia a la IHRA -Alianza Internacional para la Recordación del Holocausto- la cual ofrece las herramientas educativas adecuadas”.
En los meses posteriores, la Confederación de Comunidades Judías de Colombia inició conversaciones con la Brigadier general Yackeline Navarro para encontrar la forma de incluir la educación sobre el Holocausto a las Escuelas de Policía del país como parte de la cátedra de derechos humanos. La educación sobre el Holocausto es un conocimiento esencial. "Enseñar y aprender sobre el Holocausto proporciona una oportunidad esencial para inspirar el pensamiento crítico, la conciencia social y el crecimiento personal,” afirma la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto. Colombia es un país con una larga historia de violencia, desplazamientos y masacres donde la importancia de aprender las lecciones del Holocausto es innegable, más aún para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. La firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en el 2015 puso en primer plano a necesidad de una educación para la paz como una forma de prevención de violencia y creación de conciencia.
La Policía Nacional entendió la importancia de brindar estas herramientas a sus estudiantes y empezó a trabajar de la mano de la CCJC para reafirmar su compromiso para combatir manifestaciones de antisemitismo y la apología al genocidio. Desde el 2015, cada año la Organización de Naciones Unidas junto a la Embajada de Israel en Colombia, la Confederación de Comunidades Judías y la Fundación Zajor de sobrevivientes e hijos de sobrevivientes de la Shoa lleva a cabo un acto conmemorativo en recordación de las víctimas del Holocausto en 27 de enero. La conmemoración se ha realizado en diferentes espacios como el centro de Memoria Histórica en Bogotá, la Casa de la Inquisición en Cartagena, entidades educativas, embajadas y otros espacios de interés cultural. La Policía de Colombia participó en la organización de la conmemoración del 2022 y el acto se llevó a cabo en las instalaciones de la Escuela de Postgrados de Policía "Miguel Antonio Lleras Pizarro" en la ciudad de Bogotá. El evento contó con la presencia del General Hoover Penilla Romero, subdirector general de la Policía Nacional y con la asistencia a través de streaming de todos los estudiantes de las escuelas de policía a nivel nacional. Además, miembros del cuerpo de policía, incluyendo estudiantes de la Escuela Simón Bolívar de Tulúa, participaron de la campaña We Remember del Congreso Judío mundial que busca generar conciencia sobre el Holocausto.
Poco después con el beneplácito de la Dirección de Escuelas Nacional de la Policía, la CCJC diseñó un seminario piloto para impartir en un número limitado de escuelas con el objetivo a largo plazo de llegar a todas las escuelas de formación inicial y especializadas del país. Este programa se desarrolló con el apoyo de la Embajada de Israel en Colombia y Yad Vashem. Actualmente en Colombia hay 17 escuelas de formación inicial y 10 escuelas especializadas, ubicadas en diferentes regiones del país y con un total de 10.000 estudiantes anuales. Se seleccionaron cuatro escuelas para participar en el plan piloto que fueron elegidas con el objetivo de representar a una variedad de estudiantes y brindar una visión general de lo que se pudiera necesitar en el futuro para una implementación a gran escala. Los estudiantes participaron en un seminario de un día que fue impartido presencialmente por profesores y facilitadores especializados en el tema del Holocausto. Además, Yad Vashem dictó en directo desde Israel un módulo sobre la cronología del Holocausto en el que se le brindó a los participantes recursos adicionales.
El primer seminario se llevó a cabo en la Escuela Metropolitana de Bogotá, una escuela de formación inicial exclusiva para hombres. La apertura contó con la presencia de la Brigadier general Yackeline Navarro Ordóñez y de la jefe de misión de la embajada de Israel en Colombia, Anna Keinan. En este primer encuentro 250 estudiantes pudieron escuchar, por primera vez para la mayoría, no solo sobre la historia del Holocausto sino también sobre el pueblo judío, su presencia en Colombia y las formas de antisemitismo actual. La semana siguiente se repitió el ejercicio en la Escuela General Santander en Bogotá, una escuela de especialidades mixta. La tercera sesión se realizó en la Escuela Simón Bolívar de Tuluá ante la misma cohorte de estudiantes que meses antes había participado de la jornada de internacionalización que dio inicio a la polémica. “Fue una charla muy amena, personas muy bien preparadas y capacitas en el tema, lograron un gran nivel de concientización en nosotros los futuros Patrulleros,” escribió uno de los estudiantes de la Escuela Simón Bolívar en la evaluación anónima de retroalimentación del seminario. “Me pareció una charla muy significativa para ampliar nuestro conocimiento histórico, recalcando la importancia de conocer la historia para no repetirla; en este caso para no permitir ese tipo de conductas ilícitas en contra de las minorías y lograr un alto nivel de empatía”. El último seminario del piloto fue dictado en la Escuela Rafael Reyes en Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, un municipio cercano a Bogotá donde funciona este plantel de formación inicial exclusivo para mujeres. Participaron 250 estudiantes cercanas a graduarse como patrulleras a quienes se les dictó un seminario enfocado en el papel de la mujer tanto en la vida judía como en la historia del Holocausto. Una de ellas escribió en el formulario de retroalimentación: “Me gustó la manera en que exponen sin llegar a dar lastima, si no que todo lo contrario, orgullosos de compartir parte de la vivencia de sus familias y dar a entender que la vida sigue, que hay que luchar hasta donde Dios lo permita”.
Más de un 90% de los estudiantes que participaron en el piloto (850 en total) catalogaron los conocimientos impartidos como de gran importancia para su formación profesional y mostraron interés en profundizar en el tema en el futuro. La evaluación final realizada tanto con el grupo de instructores, directivos de las escuelas de policía y los mismos estudiantes fue muy positiva. Demostró que existe la necesidad de llevar la enseñanza del Holocausto a diversos ámbitos educativos y la importancia de que la fuerza publica incluya en su formación, como parte de la cátedra de derechos humanos, la memoria del Holocausto. En muchos casos la interacción con los estudiantes evidenció que era la primera vez que escuchaban sobre el tema y que no tenían conocimiento sobre la existencia de una comunidad judía en el país. Fue la oportunidad también de que se encontraran por primera vez con judíos colombianos que les podían hablar directamente, en su idioma y relacionando hechos históricos ocurridos en Europa con realidades actuales del país. El balance fue tan positivo que en agosto se inicia otro grupo de capacitaciones en cuatro escuelas nuevas, incluyendo una para mujeres indígenas en formación inicial. Este caso demuestra que la forma en la que reaccionamos ante incidentes como el de la escuela de Tulúa puede ser una oportunidad de crear lazos, llegar a diferentes grupos poblacionales y combatir el antisemitismo a través de cooperación y educación.