A la hora de las leyendas, Sambatyon tiene un espacio preeminente pero poco comentado. Muchas historias de tribus perdidas cuentan que tras ese río se encuentran las 10 que aun extrañamos porque allí las llevó el rey asirio Salmaneser V (Senakeriv). Tribus filosemitas en muchos lugares de Africa comentan que sus orígenes se remontan a migraciones de tribus judías que llegaron a las actuales Nigeria, Mali, Senegal, o Sudáfrica tras navegar el Sambatyon.
Los escritos describen al río como uno de grandes rápidos, por el que durante 6 días a la semana corren piedras, arenas y fuego y se hace innavegable, pero justo en shabat, cuando los judíos no tenemos prohibido zarpar, el río descansa. Plinio el Viejo lo ubica en Judea. Josefo lo ubica entre Arka y Rafanaea (actuales Libano y Siria) y que, a diferencia de otras versiones, está seco 6 días y fluye durante shabat. Najmánides y Maimónides decían que trataba del río Guzana en el reino de Media. Entre mercaderes musulmanes yemenitas se decía que a 50 días de camino existía una isla habitada por descendientes de Moises, santos como los ángeles, y rodeada por un río de rocas. Incluso Umberto Eco, en su novela Baudolino, hace referencia al río, pero del otro lado no encuentra a las tribus perdidas sino al legendario reino cristiano de Prester John, aquel que iba a venir a proteger Jerusalem de las hordas mongolas.
El concepto, que en principio suena traído de los cabellos tiene asidero científico. Para los curiosos que quieran ver estos fenómenos en tiempos modernos, les comparto los siguientes tres videos:
Ríos de piedras en Chile
En Afganistán
Y un “río de arenas” (granizo en el desierto) en Iraq
En Sanhedrin 65b, Turnusrufus reta a rabi Akiva sobre el concepto de shabat. Uno de los argumentos del gran rabino es que incluso el Sambatyon descansa ese día. Yalkut Shimoni (Shir Hashirim 985) ubica el río en proximidades de Damasco. Eldad Hadoni lo hacía al sur de Etiopía. Targum Jonatan habla de Benei Moshe habitando tras Sambatyon. El Gaon de Vilna también escribió sobre grandiosos fariseos, hijos de Moisés, que se establecieron allá. De Abdala Sasson, uno de los hombres más ricos de Mumbay en el siglo XIX, se dijo que en unos de sus viajes a Cantón, escuchó sobre un río de piedras al sur de China. También está la leyenda de un etíope en la Lisboa del siglo XVI quien tenía un frasco con arenas del Sambatyon. Como las arenas, aún dentro de ese vidrio, conservaban el mismo comportamiento que en el río, el etíope salía a los barrios de Marranos a indicarles sutilmente cuándo el shabat había comenzado.
Hoy en día, difícilmente quedan rincones del mundo sin visitarse y el río con esas descripciones no aparece. En palabras del Jazon Ish, “Si Hashem quiere que el Sambatyon se mantenga secreto, ninguna exploración, por sofisticada que sea, ayudará a encontrarlo”
Bibliografía:
- Rav B. Genut, Nahar Hasambatyon zo’ek, Zechor es Yom Hashabbos
- Wikipedia: Sambatyon